Flame | Kim JungWoo [pausada]

둘

Mis pies corrían lo más rápido que podían e intentaba mantener mi blusa en su lugar pero algunas miradas de estupidos de último año me hacían saber que era imposible. Odiaba tener pechos grandes, bien, no muy grandes pero lo suficiente para pasar vergüenza cada vez que corría o saltaba.

– Maldita seas, Lisa- susurre entre mis jadeos.

La rubia me había retenido un buen rato en la biblioteca con el fin de darle un vistazo a los chicos de intercambio, apenas pude escuchar unos cuantos que parecían ser ingleses, ni siquiera detuve mi mirada en ellos cuando pasaron a nuestro lado pero Lisa no parecía comprender mi decision luego de empujarme sobre uno de ellos. El chico sonrió en mi dirección y se limitó a decir un corto "Que hay".

– Es lindo - susurro mi amiga mientras subía y bajaba sus cejas. Su delgado brazo se entrelazó con el mío y acomodo su cabeza en mi hombro.

– Dijo 'que hay', eso no es lindo, es estupido - solté un pequeño quejido. Quien carajo coquetea de esa manera.

La chica a mi lado me envió una mala mirada. Mi querida Lalisa Manoban, era algo especial al momento de hablar de chicos.

– Date una oportunidad, _____ - me llamo por mi apodo - Desde que tú y HanBin cortaron hace...hace - empezó a contar con sus dedos haciendo que me desesperara un poco.

– Dos años - interrumpí su conteo - Lisa, debo irme, tengo clase a las dos.

– Pues lamento decir que ya son las dos - mis ojos se dirigieron rápidamente al reloj que se encontraba sobre la entrada y por poco salen de sus órbitas al ver que iba diez minutos tarde.

Mierda, si el maestro Kang había decidido llegar temprano, estaba muerta.

Y aquí estoy, corriendo por mi vida a mi clase de diseño asistido con uno de los maestros más emblemáticos de mi escuela. Maldicion Lisa, cómo puedes ser tan inoportuna.

Mis manos se dirigieron a la perilla lentamente una vez llegue, la gire y abrí mientras plasmaba una de las mejores sonrisas en mi rostro, lista para recibir las palabras de mi maestro pero al abrir solo encontré una sala vacía y a un muchacho de cabello castaño tirado sobre su pupitre.