Subaru le habia dicho a Azulina que los chicos (en especial los trillizos) la querian ver (cada uno con sus caprichos y razones ¿no?) Por lo cual ella penso ir a verlos como toda buena prima que era. Ademas aprovecharia de ir a ver a Yui.
-Bienvenida señorita Azulina -la resivio el mayordomo fantasma del lugar... el unico que quedaba (ni en su muerte descansa).
-Hola Albert ¿Sabes donde estan los chicos? -pregunto ella una vez adentro.
-Estan en la sala señorita, permitame escoltarla hasta alli -.
-No deja, yo puedo -.
Azulina sin ninguna preocupacion camino hasta donde se encontraba la gran puerta del salón. Cuando entro lo unico que vio fue a un Subaru queriendo golpear a alguien con lo cual no tubo exito por lo cual callo como cual gato cae de pie. Ella sin ser conciente se hacerco mas al lugar.
-¿Yui? -todos voltiaron a verla y quien le capto mas atencipn fue un peli verde.
-¿mm? ¿Quien es ella? -.
>Sus ojos no son los de ella...<
-Azulina -Subaru se acerco a ella con cierto enojo, pero no hacia ella -¿Que haces aqui? -.
-Dijiste que los chicos querian verme y hoy es fin de semana por lo cual vine -lo miro con extrañesa.
-Si, pero ahora -.
-Dile lo que pasa, Subarito -hablo la mujer que se suponia que era Komori.
-Tch, ¡Tu callate! -miro a azulina- Cordelia.. aquella mujer desperto en el cuerpo de la humana -.
...
Azulina no llego a asimilar todo lo que le habian dicho, por la misma razon se retiro sin decir nada y se dirijio hacia la habitacion de Subaru donde acomodo la ropa que ocuparia mañana, pues pensaba pasar la noche allí, sintio la puerta abrirse. Creyendo que era Subaru voltio con una sonrisa, pero ella desaparecio en poco tiempo.
-...Richter -.
Christa nunca le oculto nada a ella, siempre supo como era su supuesto padre y la hermosa que era su madre, pero ella no sentia nada por ninguno de los dos, lo unico que podia sentir era orgullo hacia su padre... su madre, ella solo era belleza para Azulina. Asi que ver a Richter podia preguntarse el quien se fijaria en alguien que tiene la maldad en la mirada.
Él se hacerco a ella cortando cierta distancia -Ciertamente tienes algo mio, Azulina -lo dijo con una sonrisa malevola.
-No tengo nada tuyo asi que dejame en paz -.
-¿Ah no? -.
-¡....! -.
Tomo con brusquedad el cuerpo de Azulina llevandola por los pasillos, mientras ellas no entendia el porque cierto comportamiento de su padre. La acerco al espejo del cuarto antiguo de Yui. Azulina no queria mirarse en el espejo con él, por lo cual la tomo de las mejillas y la obligo.
-mira ¡mira! -Hizo caso y miro por unos minutos- Tienes los mismos tonos de ojos que los mios -ella miraba en silencio como cada vez sus ojos se volvian mas vinos y los de su madre ya no tenian presencia alguna en ella, por primera vez ella extraño a su madre, por primera vez extraño el blanco. La giro hacia él-. Es como mirar el alma de un humano -.
-¡Dejame! -Azulina se solto con fuerza- ¡No importa que tenga es demasiado poca tu presencia en mi cuerpo! -.
-Pudo haber sido Christa mi esposa, pero Karlheinz siempre hiba aun paso adelante mio, por lo cual tube que conformarme con tu madre que no era nada pura -.
