___ es una niña que se encontraba en la casa de sus abuelos en el bosque, festejaban su cumpleaños. Ella salió a jugar al patio y se encontró con un conejo, al cual siguió hacia el bosque en donde un lobo apareció y quiso atacarla; pero, otro la def...
Aún no podía creerlo, todo esto era como un sueño para mí. Mañana pasaría mi primer mes junto a mi novio
- ¡Qué emoción! - sonreía y daba pequeñas patadas al aire desde mi cama - Debería darle algo - me senté en mi escritorio y le escribí una carta; si, estaba demasiado enamorada y hasta parezco una boba, pero realmente estoy muy feliz. Les conté a mis padres la noticia por Skype y al menos mi madre se emocionó, mi padre en cambio solo pidió con mucha seriedad que me cuidara y que si me hacía algo la iba a pagar muy caro - Creo que terminé - le hice una tarjeta y se la dejé junto a un chocolate que se que le gusta - *Bostecé* mejor ya me voy a dormir - pensé y me acosté
Al día siguiente me desperté temprano y me alisté, ya que saldría todo el día a pasear junto a Shin.
- Que te diviertas - mi abuela me besó en la frente
- Si, gracias -
- Aún no confió en él - dijo mi abuelo - yo le abracé
- Pronto lo harás - tocaron la puerta - Ya está aquí - fui a abrir y vi a Shin de pie
- Hola -
- Hola - saludé, me dio un beso en la mejilla - Buenos días señores
- La traes a las ocho - dijo mi abuelo cortante, lo miré molesta
- Si, a las ocho estaremos aquí - él me tomó de la mano
- Nos vemos - salimos de la casa - Lo lamento mi abuelo es... -
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- Al fin puedo tenerte para mí - susurró abrazándome, yo sonreí y me di la vuelta
- Feliz cumple-mes - dije y le entregué la tarjeta, él esbozó una risa
- Gracias, la leeré después y esto lo guardaré también para más tarde - dijo guardando lo que le di en el bolsillo - Por ahora déjame probar algo más - él me tomó de la cintura y me besó - Nunca me imaginé hacer estas cursilerías - reí ante su vergüenza
- Vamos, tenemos que aprovechar el tiempo - le dije y él asintió. Paseamos por el pueblo, Shin me llevó a comer y quiso pagar mi comida, me negaba ante la idea pero él insistió. Luego fuimos al parque a pasear, Shin y yo no dejamos de conversar en todo el camino.
- Qué mal que aquí no hay cine, podríamos ver una película - dije
- Para que se necesita eso cuando tienes la naturaleza - susurró él - Después de almorzar quiero mostrarte algo
- ¿Qué cosa?
- Ya lo verás - la curiosidad me mataba, pero tendría que esperar. Almorzamos en un restaurante cercano y al terminar Shin me llevó al bosque de pinos - ¿Qué hacemos aquí Shin?
