D O S ( V E R S I Ó N - D O S )

14.3K 1.5K 819
                                    

— Buenos días. —murmura Shōto contra los labios de Katsuki, en un intento vano por despertarlo. Al ver que no hay movimiento alguno procede a usar su mano derecha, paseándola por el estómago desnudo de su pareja. Una vez ahí, activa de poco en poco su quirk, ocasionando que se levante de golpe.

— ¡No hagas eso! —grita Katsuki haciéndose a un lado, lanzando una pequeña explosión en el rostro de su novio, el cual lo ha esquivado debido a la lentitud mañanera.— Ugh... —se toma la tripa otra vez. Parece amasarla. Cierra los ojos, aprieta los párpados. El dolor va aumentando.

— ¿Fue demasiado frío? Puedo calentarte. —hace una pequeña flama con su izquierda.

— No tengo ganas de coger, Todopendejo. —se levanta, aún renegando por lo bajo. Camina a un pequeño estuche, sacando un montón de frasquitos blancos con diferentes contenidos.

— No me refería a eso, Baka-gō. —Shōto gira los ojos y se acerca a su novio.

— Cállate Todocopia y ayúdame a encontrar el omeprazol. —Katsuki mira la etiqueta de cada medicamento. Shōto lo encuentra.

— ¿Por qué guardas todo esto? —Le extiende el frasquito. Katsuki lo toma y saca una pastilla. Por mera suerte, encuentra una botella de agua.

— Son cosas que me manda la vieja, dice que así puedo estar a salvo. —pone la pastilla en la lengua y se la pasa con dos a tres tragos del agua.

Shōto arquea una ceja.— ¿Y por qué omeprazol?

— Acidez estomacal. —va a su ropero, saca dos boxers.— Ten, este es el tuyo. —le extiende la prenda, Shōto la toma. Es martes, aunque es temprano, no pueden permitirse tardar. Alguien podría verlos y su relación aún no es pública.

Se la pone al mismo tiempo que Katsuki. Prontamente le extiende su uniforme, aquel que le ha dejado en caso de que se quede a dormir en su habitación. Lo mismo sucede en el cuarto de Shōto.

— Si no comieras tanto picante, eso no estaría pasando. —un suspiro.— Como sea, te cuidaré, por eso te llevaré al médico.

Katsuki rueda los ojos. Se pone el uniforme algo rápido. Shōto le copia.

— ¿Para qué? Ya te dije, es una simple acidez estomacal. —se acomoda el saco, Shōto le pone la corbata.— No me gusta, quita.

— Me gustaría verte al menos un día bien vestido. — pasa su mano por los rebeldes cabellos de su pareja, peinándolo.

— Parezco un jodido pingüino. —se quita la corbata con brusquedad y la pone alrededor del cuello de Shōto.— Se ve mejor en ti... —susurra, Shōto sonríe de gusto.

— ¿Y te gusta? —Katsuki acomoda la corbata, doblándola para que su novio la porte.

— Me encantas, idiota. —Shōto le besa la nariz, dejando sonrojado a su novio. Aquello le parece gracioso.

— También me encantas, Kat. —se agacha lo suficiente para tomarlo de las piernas y cargarlo. Katsuki enrojece más. Lo pone contra la puerta, golpeándola con brusquedad.— Me encanta tenerte entre mis brazos.

— Que no, Todoidiota —regaña Katsuki—; es temprano, nos van a escuchar.

— Ayer estuviste muy ruidoso. —Katsuki enreda sus piernas en la cintura de Shōto. Vuelve a acomodarse, restregándose contra Katsuki quien gime en voz baja. Con su derecha, toma su glúteo izquierdo, lo acaricia a como se le antoje.

— Cállate, idiota. —suspira.— No podemos hacerlo ahora, recién ayer lo hicimos. No soy una máquina de coger.

— Tu cuerpo dice otra cosa. —vuelve a restregarse, haciendo suspirar más a Katsuki. Este baja sus piernas poco a poco.

— Sí pero... —se hace a un lado con algo de esfuerzo, realmente quiere continuar.— Escuela primero. —Shōto hace un pequeño puchero.— Después de clases, pero nada de penetración así como ayer, no he comprado condones.

— ¿Para qué? A veces los rompes cuando quieres abrirlo con los dientes y terminamos haciéndolo así como así. —insiste Shōto.

— Y otras veces se te rompen a ti, no me eches todo el paquete, Todoputo. —le apunta Katsuki.— Sabes bien que en sábado y domingo podemos hacerlo así, pero entre semana debemos usar condón, no me gusta estar húmedo por detrás. Y ya, vámonos. —se da la vuelta para abrir la puerta pero Shōto le interrumpe con un abrazo.— ¿Qué parte de que no quiero no entiendes?

— Es otra manera de hacer el amor. —susurra, haciendo sonrojar a Katsuki. Le sigue avergonzando el hecho de que le diga "hacer el amor" a todo lo que hacen sin la necesidad de tener relaciones sexuales. Cosas como esas hacían que el corazón de Katsuki lata con fuerza.

— Shōto, eres un cursi de mierda. —gira el rostro.— Ya mero será nuestro mesversario, ¿qué verga vas a querer?

— La tuya. —aquel comentario deja peor que rojo a Katsuki. Lo empuja para quitárselo de encima.

— ¡Eres un idiota! —gruñe. Se cruza de brazos.— Terminamos.

— Pe-pero el sábado saldríamos al cine. —le recuerda Shōto haciendo pucheros.— Ya compré las entradas.

— Dijiste que no tenías dinero.

— La tarjeta del viejo es útil a veces.

— Uy, tu padre tiene el don de hacer dinero y tú de gastarlo. —se cruza de brazos. Shōto lo vuelve a abrazar.

— ¿Entonces? Kat, no me dejes colgado. —chilla Shōto.

— Ah, bien, volvemos. —aquel comentario hace sonreír a Shōto bastante. Katsuki se sonroja por ello.

— Eso significa que podemos hacerlo, ¿no? —Shōto le besa la mejilla.— Hagamos el amor en público, Kat, a nadie le va a interesar.

— ¡No pienso coger contigo delante de todos! Mira, sé que estoy bien bueno, pero no me agrada la idea de que me vean el mandado.

— ¿Cuál mandado?

— Tú, Todoimbecil.

— ¿Desde cuándo?

— Desde que te como a besos.

— Pero yo no me refería a hacer esa clase de amor, hablaba de besarnos y tomarnos las manos. Kat, eres un gatito sucio. —aquel apodo sirve para que Katsuki se sonroje más.

— ¡Cállate, jodido extra!

— Pues este extra sí que tiene un buen papel contigo.

— ¡¿Ah?!

— Mi papel me permite estar contigo siempre, amarte todo lo que quiera. Es el mejor papel que he tenido en toda mi vida.

— Shōto, cállate.

— ¿Por qué, Kat?

— Porque haces que me gustes más.

— Tú todos los días me gustas más.

***
Versión dos no canónica de este fic.

Katsuki tiene gastritisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora