Séptimo mes.
— ¿Qué nombres les pondremos? —pregunta Shōto acariciando el vientre abultado de Katsuki. No es demasiado grande pero sí que es llamativo o así lo ve. Se regaña por no ver lo obvio antes. Katsuki lo piensa.
— Ni idea.
— Podemos mantener en pie lo de llamarlos Shōto uno, dos y tres. —Katsuki niega con la cabeza. No, definitivamente no. Sería un acoso escolar asegurado.
— Si son niñas, llamémoslas Hana, Sakura y María. —Shōto arquea una ceja.
— ¿Por qué María? —pregunta a lo que Katsuki se encoge de hombros.
— Hay que variar un poco, por eso pensé en llamarla María por la telenovela mexicana que vió mi vieja hace mucho. —Katsuki cierra los ojos, recordando cómo le hacía ver aquello. Recuerdos donde le hizo bailar al ritmo de la canción de introducción aunque debía admitir que era pegadizo y que disfrutaba bailarla al mismo tiempo que la actriz aquella.
Y si corría con la misma suerte, mínimo la mocosa tendría un marido millonario al final.
— El oscuro pasado de Kat. —ríe Shōto. Vuelve a acariciar el vientre y jura sentir una pequeña parásita o golpe o lo que fuera que fuera.— La pequeña María no está de acuerdo.
— Bueno, pongámosle Yumeko. —se encoge de hombros de nuevo. Shōto ríe con ganas. La ha imaginado apostando con su abuelo y perdiendo dinero en el proceso. Uh, con tal de verlo rabiar, hasta le enseñaba a apostar.
— ¡Definitivamente la pequeña se llamará Yumeko! —exclama Shōto emocionado. No sabía ni por donde empezar a enseñarle a su futura hija, si es que era niña.
Aún era un misterio y preferían eso hasta el parto. Divertirse poniéndoles nombre a aquellos pequeños que venían en camino.
— ¿Y si son niños? —pregunta Katsuki.— Ni de coña les pondremos Shōto.
— Ah... ¿Qué tal John? —Katsuki arquea una ceja.
— ¿Y que tenga conflictos mentales acerca de que si es o no un asesino serial? —Shōto ladea la cabeza.— Cierto, eres un estúpido que no capta referencias. "No soy un serial killer". Es mi saga favorita.
— Ah... Mira, qué cosas. —Katsuki ríe.
— Sé que no conoces el libro, da igual. —se acaricia el vientre.— Aunque temería si llega un día el pequeño Jhon con un cuchillo y me dice que lo está gobernando el Señor Monstruo o que el vecino es un demonio.
— No sabía que te fuera aquello. —ríe Shōto.— Podriamos ponerle a uno Tadashi.
— Todoroki Tadashi no es un buen nombre. —a Shōto se le iluminan los ojos. Saber que su novio acepta su apellido ya es algo, ¿no?— No me va quemarle la cara a mi propio hijo y matarlo en el proceso.
Katsuki y su humor gracioso como siempre.
— Bieeeen, ¿por qué sugerimos nombres americanos? Vayámonos a algo de nosotros. Tal vez podríamos ponerle Mika.
— Se volverá vampiro. —contraataca Katsuki.
— Uh... ¿Yuuri? —interroga Shōto.
— Cerdo katsudon. —Katsuki hace una mueca.
— ¿Kakaroto? —ahora ríe lo que provoca que Shōto también lo haga. Vayas ideas idiotas.
— Bullying asegurado.
— ¿Yukito?
— No quisiera que mi hija Sakura se enamore de mi otro hijo.
— ¿Anthony? —Katsuki se aprieta el pecho.
