S E I S ( V E R S I Ó N - D O S )

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Quinto mes.

—¿Qué pasa? ¿Un ex miembro del aula A siendo parte del C? —se burla Monoma con su habitual risa sardónica. Bakugō cuenta hasta mil en su mente para no partirle su madre en cinco segundos. Se encuentra de un pésimo humor.

Su primer aniversario había sido arruinado. No podría recuperarlo. Realmente todo se había jodido en menos de lo que esperaba y todo por esa estúpida gastritis que lo mataba día tras día. Y se cuidaba, cómo no. Tomaba una pastilla casi diariamente pero el dolor junto con los vómitos le eran imposibles. Si fuera una señorita, entendería que fuera un embarazo aunque antes de los dos meses ya se hubiera practicado el aborto. Un bebé no estaba en sus planes y probablemente nunca lo estaría. Pero esto no era un problema de este tipo, según él. Era una jodida gastritis que lo mataba.

Pudo haberlo sobrellevado pero el idiota de Aizawa prefirió que estuviera en el aula C, donde básicamente no hacían gran cosa. Serían héroes, sí. Pero no como a él le hubiera gustado. Ser parte del A lo era todo para él, estar junto con su novio aunque no compartieran lugar le parecía suficiente. Ahora, los horarios eran distintos y las habitaciones eran otras. Ya no podía relacionarse del todo con su novio, con lo mucho que le hubiera gustado estar con él.

Todo el nueve de abril estuvo en su habitación, mandándole mensajes algo "románticos" a su novio mientras él estaba realizando prácticas con el idiota de Deku. Porque sí, el muy meco de su novio decidió refugiarse en su amix. De esa manera no quería celebrar su primer aniversario con su novio Shōto. Y tuvo que hacerlo así. Y por ello de las once de la noche, unas cuatro horas después de mandarle mil y un mensajes solo recibió un putísimo visto. Porque sí, no fue ni para contestarle el muy mitad bastardo mitad malparido. Y le cagaba, le reventaba.

Sobretodo porque al darse cuenta la noche anterior, esperando que le contestara le clavara un puñetero visto, lloró de puro coraje. ¿Ni un puto "también te amo" pudo mandar? ¡No le costaba ni cinco putos segundos! ¡Incluso se hubiera sentido más satisfecho que no hubiera abierto el chat!

Porque sí, por fin se había animado a decirle lo que sentía, en decirle que lo amaba con locura, con deseo y extremo cariño. Aunque fuera por mensaje, audio, llamada o lo que fuera, él quería que lo supiera. Decirle lo mucho que lo amaba, lo cuán importante se había convertido en su vida y lo mucho que disfrutaba de estar con él.

Pero oh, eso no había sido todo. Porque a mitad de la mañana se tranquilizó pensando que el muy idiota estaba cansado y no pudo contestarle. A las tres y media de la madrugada había sido su última conexión. Cuatro horas después de su graciosada. Dijera, estaba hablando de temas escolares o del trabajo de prácticas. Su jodido estado lo había delatado. Videollamadas con el idiota de Deku a mitad de la noche de dos jodidas horas, llamadas de Momo y Hagakure, mensajes de doble sentido de parte de alguien a quien le tapó el nombre y el rostro en la foto de perfil.

Y ese jodido estado. El que más le había reventado.

“Lo de hoy lo volvería a hacer otra vez.”

¿A qué se refería? ¿A ignorarlo? ¿A estar con otras personas que con él en su puñetero aniversario? ¿A clavarle el visto y tirarle a loco?

Y realmente estaba a punto de ir a hervir agua para tirársela al rostro. Estaba cansado. Diría, solo fue por ese día. Desde la semana pasada su querido y tierno noviecito no le trataba. Apenas y si le hablaba, lo cual era mucho decir para sus dos puñeteros mensajes.

“Buenas tardes.”

“Ajá.”

“Bueno.”

“Como sea.”

“Uy.”

“Ok.”

¡Qué puto cortante era! Si las cosas seguían así... Él...

No, no podría decirle que terminaran. Su enojo siempre es reducido cuando recuerda todos los buenos momentos con su novio. Y le ama, de verdad que le ama. Pero le parece desastroso el no hablar con él, el no poder tener esa cercanía. Y vale, una semana se iba rápido pero tampoco era para que Shōto se comportara así con él, ¿o sí?

¡No! Y si el estúpido de Monoma seguía enchinchándole la vida con que lo cambiaron al C definitivamente descargaría toda su energía negativa sobre él. Ganas de partirle la cara a alguien no le faltaban.

— Piérdete, jodida mierda. —pasa de él. No quiere buscarse peleas ni ganárselas. Con todas las ganas del mundo de irse a su habitación a descansar, se topa en su camino a quien menos desea ver.

Su querido noviecito a mitad del camino deteniéndole el paso. Hace una mueca, realmente no desea hablar con él.

— Bakugō, necesitamos hablar. —le ignora. Si él lo hacía, ¿por qué él no?— Bakugō, escúchame. —le sigue. Próntamente le toma del brazo a lo que Katsuki se suelta de golpe.

— Déjame. —susurra molesto.

— No hagas drama, hablemos. —susurra Shōto.— Yo... Lo siento, fui bastante grosero contigo.

— ¿De verdad? No me di cuenta. —contesta Bakugō a lo que termina de dar la media vuelta para verle de frente.— No hablemos aquí, vayamos a otro sitio.

— Eso es lo que quería decirte. Entiendo que estés molesto. —para Katsuki aquello no es suficiente.

— ¿Eso es todo? —pregunta en un susurro.

— Básicamente, sí. —Shōto baja la mirada. Katsuki quiere reventarle la boca. Una parte de él le dice que lo perdone y la otra le dice que lo mande a chingar a su madre por mamón y pendejo.

No dice nada, sigue su camino a su habitación. Ser del C le estresa. Por culpa de su gastritis ya no iría a la casa de sus padres y la dichosa presentación de su novio ya no se realizaría.

Porque para Katsuki ya no tenía novio.

***
Episodio no canónico dentro del fic <3

Katsuki tiene gastritisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora