The final countdown.

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Isabel Grasso.

Desperté gracias al lindo sonido que emitía mi preciado celular.

Lo tomé, apagué la alarma y vi la hora, eran las 6:00am, temprano, pero todo sea por la venganza.

Salí del cuarto y me dirigí sigilosamente al comedor. En el trayecto pude ver a la perra de la vigilante y a algunos alumnos zombies.

Después idearé un plan contra ella y Niall.

Al llegar a la cocina del comedor, revisé mi lista mental: un bol, una cuchara de palo, harina, huevos y la preciosisima, deliciosisima y blanquísima crema chantilli.

Tomé lo que necesitaba y me dirigí nuevamete a los cuartos.

Pobres chicas.

Comencemos con las instrucciones:

Tome la harina y los huevos y viertalos en el bol.

Luego, con la cuchara de palo comience a mezclar lentamente, hasta obtener una mezcla con color, olor y sabor digno.

Tome un poco de mezcla con la cuchara de palo y esparsalo en el pelo de Adela, luego, el resto, en el de Valery.

Tome el tubo de crema chantilli y hechelo en cada una de sus manos.

Busque algo que haga cosquillas y acerquelo a sus caras.

Ambas comenzarán a rascarse la cara, y dejarán ésta llena de crema chantilli.

— ¡¿QUE MIERDA HICISTE ISABEL?! — gritó Adela.

— ¿Que es esto que tengo en el cabello? — preguntó Val con ambas manos en su cabeza y cara de asco.

— Se podría decir que ambas tienen un pastel sin hacer aún, en sus cabezas — estallé en risas.

— ¡MALDITA PERRA! — gritó Adela antes de lanzarse sobre mí.

Comenzó a golpearme y ensuciarme todo el cuerpo con la “Supermegahipermezcla".

— Eso... eso les... pasa... por bur... burlarse... de... mí — dije entrecortadamente por los golpes de Adela.

— ¡¡YA!! — gritó Val — ¡basta chicas!, hasta los animales son más civilizados que ustedes, duchense y cambiense que son las 7:30.

— Eso estuvo bueno, pero la que te espera de mi parte va a ser aún mejor — me advirtió Adela antes de irse a quien sabe donde.

Agradezco a mi cerebro cuando me dió la idea de haberme quedado en pijama.

(...)

Malditas, desgraciadas, horribles, asquerosas, desagradables, aburridas y estupidas clases.

¿Por qué aburren tanto?

Estoy en Artes y después tenemos Matematicas, simplemente genial, nótece el sarcasmo.

En esta sala estamos Adela, Harry y yo.

¿Que estarán haciendo los demás?

—¿En quién piensas? — Harry me sacó de mis pensamientos.

— En los chicos — levanté los hombros.

Ambos guardamos silencio por un rato.

— ¿Cómo crees que le caigo a Valery? — preguntó Harry sobresaltándome.

— Bien, creo, no lo sé.

— No me sirve esa respuesta — suspiró.

— ¿Y eso? — pregunté.

El último añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora