Cap. 38

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Al llegar tocó el timbre. Una mujer abrió la puerta. Sus ojos se clavaron en él, eran miel.
Fred carraspeó.
- ¡Oh! Hola Fred.- sonrió.- ¿Cómo estás cariño?
- Muy bien. ¿Me dejaría pasar?
- ¡Ay, sí! ¡Adelante primor!- se apartó del umbral.
Entré en la casa.
Bajo la penumbra  se oían  voces salir de una pantalla cuyo haz iluminaba un manto grueso, cobertor arrugado del sofá.
- ¿Estabas viendo una película?
- Sí.- respondió.- Ya que Freddy se va a quedar a dormir en  casa con vosotros. ¿Por qué no dedicar esta noche exclusivamente para mí?
- Eso no te lo niego. Por cierto, ¿Y Freddy?
- Arriba, está preparando la mochila. Déjame que lo llame.- dijo .- ¡Freddyyyy, tu novio ya ha llegado! ¡Date prisa!- gritó.
- ¡Síii!- se oyó.
Freddy bajó las escaleras a saltos. Llevaba una sudadera roja y sonrisa rosa. La mochila azul colgaba de su hombro.
- ¡Freeed!- exclamó y se lanzó a abrazarlo.
- ¿Cómo estás lindo?- Fred le peinó el flequillo hacia un lado. Llevaba el pelo suelto.
- ¡Emocionado! ¿Y tú?- sonrojado.
- Igual. ¿Vamos?- le agarró la mano.
- ¡Sí! ¡Adiós má!
- ¡Adiós mis niños!
Abrieron la puerta e iniciaron el itinerario.
- Tu madre es muy hipócrita.- dijo Fred.
Por las calles pasaba gente ausente
- ¿Por qué lo dices..?
- Porque después de lo que pasó actúa como si nada.
- Mi madre...sólo quiere dejar el pasado atrás, no quiere rencores.
- Me sigue pareciendo muy falsa.- El castaño bajó la mirada. Fred lo vio.
-¿Qué pasa Freddy?- Él levantó la cabeza. En sus ojos habitaba el cielo aunque fuera agua.
-Y-yo...¡O-odio que p-pienses mal de mi madre!- rompió en llanto.- Y-yo...la a-amo mucho...h-haga lo que haga...
- ¡Pero mi amor, si ella se lo ha buscado!
- S-siento que es mi c-culpa...- balbuceó.- S-si...no te lo hubiera dicho
Fred suspiró. Lo agarró y  besó como nadie, completándolo como nunca. Un contacto largo, profundo.
- Escúchame porque será la última vez que te lo diga.- bramó Fred.- Tú no has hecho que la odiase y jamás lo harás, de todas formas aunque no me lo hubieras dicho es una realidad...y las realidades no mienten...
- ¡Pero has pensado mal!...y eso es lo que odio...
- No puedes controlar los pensamientos mi vida...-  limpió sus lágrimas. Tenía la piel surcada.
Freddy asintió y lo abrazó. El moreno sólo acariciaba cabellos, piel...
- ¿Te encuentras mejor?..- asintió.- ¿Nos vamos?
- Sí... necesitaba un abrazo...
Caminaron en silencio y después de un rato llegaron.

- ¿Tú crees que tardamos mucho?- preguntó Freddy.
-Naaa. Seguro que todavía no han venido.- tocó el timbre.
-¡Chicoooos!- Una rubia abrió la puerta. Sus puntas caían verdes por los hombros.
- ¿Ya están los demás?- inquirió el castaño.
- Sólo faltan Golden y Bonnie.
- Seguramente Golden tardará.- comentó Fred entrando.
- Espero que no le hayan dado mucho trabajo...- Freddy lo siguió.
- ¡Calma chicos! ¡Seamos positivos!- dijo Chica cerrándola.
Se dirigieron hacia la sala.
- ¡Aaaaah!- gritó Fred.
- ¿Qué ocurre?- Freddy se paralizó.
- ¿Qué pasa?..¡Aaaay! ¿¡Cómo cojones has entrado Bonnie?!- gritó Chica.
- Por la ventana... je-je-je.- dijo.- Foxy me la ha abierto.
Estaba  sentado en un sofá curvo. Detrás reposaba una estantería llena de aventuras y al fondo sillas jugaban alrededor de una mesa.
- Hablando de él. ¿Dónde está?- Chica puso los brazos en jarra.
- Aquí.- dijo entrando por la de al lado.- Estaba en la cocina.- bebió de una lata.

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¡Perdón! :''''( 
No tuve tiempo, tenía que estudiar para  tres exámenes seguidos.







Él y Yo (FREDEDDY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora