El halo de loto blanco del villano

Capítulo 14: Avanzando

Finalmente, Yin BiYue no había podido mantener su humor serio y pesado durante toda su reunión con la hermana Liu QiShuang.

"Shidi, ¡trae esta Túnica Tesoro Protector de Escamas de Dragón contigo!"

"¡Esta Daga Sumergida del Mar del Sur debe ser llevada también!"

"Y el Abanico de Jade Verde de Hueso de Bambú Negro, la Cubierta Ardiente de los Nueve Dragones, las Montañas de Cuatro Caras y el Caldero de Río, debes llevarlos todos......"

Liu QiShuang aún se preguntaba qué más se había perdido.

Yin BiYue miraba sin palabras los artefactos espirituales apilados en una pequeña montaña.

Sabía que Liu QiShuang practicaba el combate cuerpo a cuerpo y que normalmente no se preocupaba por los objetos materiales. Por tanto, podía suponer que la mayoría de ellos eran su botín de guerra de 'la batalla en la Montaña Xi Ling'.

Si ese era el caso, entonces era aún más vital que Yin BiYue no tomara nada de eso.

Tosió ligeramente una vez: "Shijie, soy consciente de tus amables intenciones. Sin embargo, yo cultivo el camino de la espada. Si llevo tantos artefactos espirituales cuando salgo de viaje, ¿no será lo mismo que descuidar mis fundamentos y concentrarme en detalles superficiales?"

Li QiShuang reflexionó por un momento antes de darse cuenta de que esto tenía mucho sentido. Normalmente, ella misma no utilizaba ninguno de estos artefactos espirituales.

Sin embargo, todavía no estaba tranquila: "¡Shidi, traer un artefacto que pueda protegerte también es bueno!"

Por lo tanto, ambas partes se comprometieron y al final, Yin BiYue todavía trajo una sola daga.

Después de que Liu QiShuang se calmara, se dio cuenta de que acababa de caer en una trampa mental.

Las crisis a las que uno se enfrenta cuando sale de la Cima para viajar son muy variadas y era imposible anticiparlas. ¿Cómo podía existir algo así como una preparación exhaustiva? ¿Cómo podía haber un respaldo seguro? Si realmente pensaba en todo con extremo cuidado y actuaba con demasiada cautela, en realidad terminaría perjudicando a su shidi.

El camino a seguir era ilimitado y no se podía planificar. Al final, shidi tenía que recorrer su propio camino por sí mismo.

Después de pensar en estas cosas, Liu QiShuang se sintió mucho más aliviada. Tranquila, dijo algunas palabras de ánimo y luego permitió que Yin BiYue se marchara rápidamente.

Mientras tanto, un adolescente estaba sentado detrás de una mesa mientras leía un libro.

Su postura era muy recta, y no había ni siquiera un indicio de que se inclinara hacia un lado. Su mirada era tranquila y gentil, como un abismo o un vasto océano. Lo que estaba leyendo no era un libro de bambú de jade, sino un antiguo pergamino. Las esquinas y los bordes del pergamino ya empezaban a ponerse amarillos. Aunque no se trataba de un precioso libro antiguo, no daba señales de ser indisciplinado mientras lo manejaba.

La autodisciplina y el sentido de la responsabilidad de Luo MingChuan hacía tiempo que habían echado raíces en su propia personalidad, penetrando profundamente en sus huesos.

Incluso cuando tenía tiempo a solas, su actitud y comportamiento seguían siendo meticulosamente rectos.

De hecho, incluso su maestro Zheng YangZi pensaba a veces que su autodisciplina había evolucionado hasta un grado demasiado extremo.

Sin embargo, a pesar de una personalidad como la suya, nunca hizo que los demás tuvieran una sensación de opresión a su alrededor.

Al contrario, todas las personas que entraban en contacto con él sentían una sensación de despreocupación, como si la brisa primaveral las limpiara.