Capítulo 33: Avance

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Las rugientes olas lavan la arena. El Festival de Recogida de Flores ha pasado a la segunda ronda con el número de discípulos reducido a la mitad. Había algunos que estaban a puerta cerrada para curarse, y otros en proceso de organizar sus descubrimientos de las batallas de la primera ronda. Y había algunas sectas pequeñas que ya habían abandonado Ciudad Ye como grupo porque la secta entera no tenía discípulos que pudieran pasar a la segunda ronda.

Los discípulos que competían disminuyeron, pero la población de Ciudad Ye no se redujo en lo más mínimo.

Por el contrario, vinieron muchos.

Los cultivadores fuertes de las generaciones más antiguas vinieron a ver el nivel al que podían llegar los jóvenes actuales del mundo del cultivo; si había llegado la 'Era del Cúmulo de Estrellas' del Director de la Academia.

Para animar a sus discípulos de la misma secta, algunos compañeros de cultivo de los competidores que habían participado anteriormente en el Festival de Recogida de Flores contaban sus propias experiencias de batalla a sus shidi.

En este día, el sol golpeaba ferozmente con un calor veraniego opresivo.

Un grupo de cultivadores con túnica cian llegó a Ciudad Ye.

No estaban aquí para la competición ni para animar a los discípulos de la misma secta.

Vinieron a conocer a alguien.

"Ese Yin Biyue, ¿tiene un pase directo en esta ronda?"

La persona que preguntó estaba puliendo su espada frente a la mesa.

La espada era extremadamente larga. El cuerpo era de color negro azabache y no reflejaba ninguna luz; era como si su cuerpo hubiera absorbido completamente los rayos del sol caídos fuera de la ventana.

No era sólo la espada, la persona que estaba puliendo la espada era la misma. Se sentó junto a la ventana, con la luz del sol huyendo de su cuerpo.

Aunque se trataba de una pregunta, su expresión era indiferente; ni siquiera le dedicó una mirada a la persona que estaba a su lado.

"Sí, shixiong." He Lai ya podía abandonar la cama, con sus heridas casi curadas. Se puso de pie junto a la mesa, con expresión solemne.

El joven que planteó la pregunta no volvió a hablar. Sus ojos permanecían fijos en la espada.

Después de un largo rato, el suficiente para que la espalda de He Lai se cubriera de sudor frío, a punto de sucumbir a la presión sin forma que había a su lado, el joven habló,

"El asunto terminará aquí. A partir de ahora, practica tu espada con diligencia; no vuelvas a deshonrarnos."

He Lai se alegró mucho. Levantó sus mangas en señal de respeto mientras se inclinaba,

"¡Sí! ¡Gracias shixiong! ¡Gracias shixiong!"

Sabía que el significado de 'el asunto terminará aquí' no era que se le dejara pasar, sino que era un acuerdo para resolver por exterminio— por lo que el asunto terminaría allí.

El joven agitó la mano y dijo con indiferencia: "Retírense."

He Lai recogió sus mangas y se retiró mientras hacía una reverencia.

Después de que se fuera, el anciano supervisor de Bao Pu Zong se acercó, deteniéndose a una distancia respetuosa y susurró: "¿Has decidido echar una mano?"

Si de acuerdo con la antigüedad, este tipo de situación era ridícula.

Sin embargo, en la Secta Bao Pu, nadie lo consideró extraño.

El halo de loto blanco del villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora