Los primeros días de reposo absoluto de Sans fueron una verdadera pesadilla para el menor, estaba acostumbrado a gritarle todas las mañanas y sacarlo de su habitación a base de palizas, así que al amanecer, cuando abría la puerta para golpear a su hermano por no levantarse, lo veía lleno de heridas y recordaba lo que había pasado, por lo que terminaba reprochándose mentalmente. Finalmente se acostumbró a ello; no era tan difícil como lo esperaba, pues su hermano rara vez hacía algo en esa casa.
- ¡¿Se acabó el espagueti?! ¡Pero si siempre hay! - Papyrus buscaba entre las alacenas aquello que tanto le gustaba cocinar, pero solo había algo de polvo en ellas. ¿Cómo podían estar vacías si nunca antes había pasado? Cuando les quedaba poco, a la mañana siguiente estaban llenas otra vez. - (Maldita sea... A la hora que se les ocurre dejar de llenarse. Ahora tendré que ir yo a comprar.) - Con fuertes pasos, el guardia se encaminó a la entrada, tomando el dinero que tenía. - ¡Sans! ¡Voy a ir a comprar, las gavetas se descompusieron y no trajeron nada! - El silencio duró unos cuantos segundos, hasta que la débil voz del mayor se hizo oír. - Lleva mi billetera. Paga con eso. Y cuídate. -
El menor iba a replicar ante el pedido de su hermano, pero al oír que este le pedía que se cuidara, no pudo evitar sonrojarse y salir con un portazo, después de tomar la billetera del más bajo. - (¿Qué? ...Esta mierda está increíblemente abultada... ¡¿CÓMO MIERDA, SANS?! - Papyrus había abierto aquel bolso, encontrándose con una gran cantidad de dinero. ¡Era más que el salario que ganaba en un año! El viento golpeó sus huesos, haciendo que volviera a la realidad y se encaminara hacia la tienda. Por casi dos horas, se mantuvo en aquel supermercado, comprando todo lo que necesitaban colocar en la alacena. Finalmente llegó a la caja para pagar; al ver el precio total, casi se le cae la mandíbula al piso.
- (Mierda... No me alcanza... ¡MALDITA SEA!) - De muy mala gana, decidió utilizar todo su dinero y parte del de Sans para pagar los gastos. Mientras caminaba hacia su casa, cargado con varias bolsas de mercadería no pudo dejar de pensar en la billetera del mayor. ¡Había sacado bastantes billetes de ella y ni siquiera se notaba! Incluso habría podido pagar todos los gastos con lo que su hermano le había dado. Al llegar a su destino, desempacó y finalmente comenzó a cocinar. Aquel día había sido más agotador que una sesión ardua de entrenamiento.
- Hora de llevarle el espagueti al saco de huesos. - Con un resoplido, tomó los platos y subió las escaleras hasta llegar a la habitación de su hermano. - Sans, tu comida. - Al entrar, vio que el más bajo bostezaba y se sentaba en aquellas sucias sábanas que tenía desde hacía varios años. Mientras avanzaba, Papyrus logró divisar las fisuras del cráneo del esqueleto, que lentamente comenzaban a desaparecer. Se acercó y se sentó a su lado en cama para comer juntos.
- Mañana iré a comprar gavetas nuevas. - Ante las palabras de su hermano, Sans levantó su mirada y dejó el tenedor sobre el plato desbordante de espagueti. - ¿Se rompieron? - Al oír la explicación de Papyrus, el mayor tuvo que aguantar las ganas de reír. ¡No podía creer que su hermano pensara que las alacenas fueran mágicas y se llenaran solas! - No están malas. Siempre están llenas porque yo voy a comprar las cosas y las traigo después de mi turno. - Por poco el menor se atraganta con su plato de comida. ¡¿El saco de huesos flojo haciendo algo tan agotador como eso?! - ¡No me jodas, Sans! ¡No puedes ni levantar ese puto calcetín del salón! -
El mayor se encogió de hombros mientras se llevaba a la boca otro bocado del plato; Papyrus lo quedó mirando durante unos segundos, preguntándose si era cierto lo que decía su hermano. Sabía que no le mentiría, pero... ¿Cómo era posible que hiciera tanto esfuerzo? Resignándose, siguió comiendo, esta vez en completo silencio, hasta que recordó algo. - Ah, sí. Toma. - El menor le devolvió la billetera. Al tomarla, Sans observó sorprendido al guardia. - Jefe, ¿Usaste tu dinero para pagar? -
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Sentimiento prohibido (Foncest fell +18)
Fanfiction( +18 ) UF Sans lleva toda su vida protegiendo a su hermano menor sin que éste lo sepa. A pesar de sus duros tratos, el amor fue creciendo más y más en un mundo inhóspito. 7 horas aprox. tomó la portada