Capítulo 8: Te amo, hermano

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El primer día había pasado con relativa normalidad en la casa de los hermanos esqueletos. Papyrus tuvo que satisfacerse varias veces durante el trayecto de este, pero apenas ayudaba un poco a aliviar su desesperación, por su lado, Sans lo hizo poco en comparación al menor, aunque de igual forma le resultaba de poca ayuda.

- (Ya parece una bestia... Perdí la cuenta la número once...) - Sans yacía acostado en su cama con la respiración algo agitada, pues minutos atrás había terminado de satisfacer sus necesidades de celo. Desde el principio del segundo día estuvo contando las veces que su hermano había hecho lo mismo; no era tan difícil saber cuando terminaba, ya que se quedaba en silencio por un rato antes de otra ronda más. - (Definitivamente no voy a limpiar su habitación... Espero que, por su propio bien, quite todo eso... O tendrá que romperse el espinazo... Je.) - Con una media sonrisa, se levantó y caminó hacia el baño. Éste se encontraba al final del corredor de la planta superior.

Al caminar frente a la habitación del menor, un enorme estruendo cortó el silencio de aquella casa. Dentro del cuarto, una voz más grave que de costumbre surgió, colándose por la puerta. - Sans, ven ahora. - El mayor suspiró con algo de molestia, era obvio que Papyrus había atacado otra vez las paredes intentando escapar de su prisión. - Paps, sabes bien que no te dejaré salir hasta que pase tu celo, mañana es el último día, así que... - El mayor siguió avanzando y entró al baño; minutos después salió de éste con una toalla rodeando su cadera, volviendo a su santuario para cambiarse de ropa.

- ¡ABRE LA PUTA PUERTA AHORA MISMO, SANS! - Las amenazas de su hermano le intimidaban, pero sabía que si abría la puerta, el menor podría hacerle mucho más daño y... Bueno, el mismo no podría aguantar las ganas de tener relaciones con Papyrus. Luego de ponerse ropa limpia, bajó y sacó del refrigerador una botella de mostaza que había comprado antes del celo. El resto del día pasó satisfaciendo su deseo y oyendo a un guardia cada vez más enojado por no obedecerle. La noche estaba por llegar, pero había algo que no estaba bien.

- ¿Paps? - El hogar se vio sumergido en un profundo silencio, solo la TV emitía un pequeño zumbido por la estática. Sans apagó el aparato y subió lentamente las escaleras, preocupado por el estado de su hermano; los minutos pasaban y no había ruido que cortara con la tensión. Lentamente, acercóse a la puerta y tocó levemente ésta, esperando algún grito o golpe del otro lado... Pero no pasó nada.

- ¿Papyrus...? - Sans se sentía cada vez más nervioso por la situación. No podía entrar a la habitación de su hermano así como así, pues ambos tenían que introducir una llave, una de Papyrus y una de Sans en ambos lados de la puerta para que las planchas de metal cedieran. - ¡Papyrus! - Comenzó a sentirse cada ve más asustado, por lo que golpeó con sus puños la puerta, intentando recibir alguna respuesta en vano. Desesperado por saber si el menor estaba bien, se teletransportó al interior de ésta. GRAVE ERROR.

La habitación se hallaba en completa oscuridad... Bueno, casi. Delante de él, podía distinguir a su hermano; vestía tan solo unos pantalones deportivos grises que solía usar como pijama, pero lo que más llamaba su atención eran tres cosas: 1.- La cuenca izquierda de Papyrus estaba  completamente iluminada por el exceso de magia. 2.- Tenía una lengua anaranjada que brillaba. 3.- Tenía una erección bastante clara gracias al brillo que desprendía, incluso podía notarlo a través del pantalón.

- Te tengo, Sans. - Antes que el mayor pudiera reaccionar, detuvo cualquier intento de teletransportarse de éste, utilizando su magia para bloquear la de su hermano. Sans entró en pánico al ver cómo Papyrus se acercaba lentamente a él con una sonrisa maliciosa. Definitivamente iba a pasar un mal rato... El sudor comenzó a acumularse en su cráneo a la vez que retrocedía hasta quedar totalmente acorralado contra la pared. - (¡ME VA A MATAR! ¡POR ASGORE, ME VA A CONVERTIR EN POLVO!) - Aterrado cerró sus ojos, esperando algún golpe o algo que le produjera dolor... Jamás esperó lo que ocurriría segundos después.

Sentimiento prohibido (Foncest fell +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora