¿Verdad?

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Era Lunes por la mañana, iba a la escuela de la mano de mi Temo...al final había elegido seguir con la obra, no sé si era la mejor opción pero sin duda seguía a mi corazón.

Temo me ayudaba a cargar mi mochila, no me gusta darle cosas extras a mi niño, pero el se ofreció y aún me dolía la espalda, por lo que acepte.

-Bebé - dijo mientras jalaba mi mano.

- ¿Qué pasa? - le sonreí nervioso.

-Se que no nos toca la primera clase juntos, y se de ante mano que no has desayunado tan bien - agarra algo de su mochila - Así que te traje esto.

Sacó una barrita energética sabor a chocolate y un juguito sabor durazno, él sabía que desde los 9 años era mi jugo favorito.

-La barrita es para que tengas algo en la pansa, además que dice que tiene muchas proteínas ¡Y sabe a chocolate! - sonrió feliz - Y el juguito es el complemento.

-Muchas gracias amor, juro comer bien por ti - le sonreí mostrando mis dientes - Te amo más que nunca.

-Y yo a ti, hermoso - río juguetón - ¿Nunca lo olvides? - se acercó a mis labios y me dio un pequeño piquito para después darme un cálido abrazo.

Antes de irse, mi novio me dio mi mochila. Él se fue a su clase de Francés y yo a mi clase de Educación Física...la matería que más odio. Y no me malinterpreten, no por el contexto más bien por la maestra; la cual es machista, homofóbica y muy clasista. Además que me quiso reprobar por decirle que me sentía incómodo con short.







Fui a los casilleros para cambiarme, estaba a punto de abrir mi casillero cuando una risa burlesca se escuchó de fondo, cerré mis ojos por la frustración.

- ¿Qué hace nuestro gay favorito? - me giré para ver la sonrisa de Alejandro.

-¿Que quieres? - dije intentando sonar borde.

-¿Tu papi ya se enteró de que actúas? - me cerró el ojo.

-¡MALDITO PUENTE! ¡Tú le dijiste a tu mamá sabiendo que de chismosa iba a ir con mi papá! - me acerque enojado a él, y él se acercó de la misma manera a mi.

-¡No te metas con mi mamá! - acercó su cara a la mía con furia, nuestras miradas chocaban en una distancia considerable.

-¡¿Acaso miento?! - lo empuje ligeramente.

-¡Por lo menos mi mamá no me grita en medio de las clases solo por sacar un ocho! - me empujó más intenso, y tiro mi jugo de durazno al suelo.

Quería volver a empujarlo, hasta golpearlo...se que es un coraje estúpido pero últimamente estoy muy estresado, ansioso y triste por todo por lo que sentía que en cualquier momento explotaria por cualquier cosa. Intente respirar, a lo que retrocedí hasta tocar mi adolorida espalda con mi casillero.

-Todas las palabras que dices no me hacen daño, no viniendo de ti - mentía para hacerme el fuerte - por qué se que lo dices por qué no me quise acostar contigo.

Alejandro sabía que era cierto, por lo que me dio una sonrisa juguetona para luego reírse, agarró su mochila, abrió la puerta para irse pero antes patio mi jugo ligeramente para que llegara hasta mis pies.

-Nunca quise solo un acoston y ya, pero quizá sí tan solo me hubieras amado como yo quería...- volteó para sonreírme e irse sin terminar su oración.

Me senté mientras me recargaba en el casillero, agarre el juguito y lo puse en mis piernas.

Decidí saltarme la clase, no sabía que hacer para que mi mente no estallara de emociones, no creía aguantar a la horrible maestra y tampoco a mis homofóbicos compañeros.

Saque mi celular y empecé a jugar un videojuego que hace tiempo había descargado...nunca lo había terminado por qué en mi nueva pantalla rota no se veía tan bien. Siempre me había gustado Majora Mask, pero nunca lo había pasado, siempre tardaba demasiado y bajaba la luna, algo que sin excepción me pasaba en cada partida.

Estaba jugando intentando ser rápido, la última vez que lo jugué lo dejé con tan poco tiempo. Y sin esperarlo salió la risa de aquel vendedor en el juego indicando que ya había caducado mi tiempo, seguido del texto:

"Te has encontrado con un terrible destino ¿Verdad?"

Se que era una frase del juego, pero recordé toda la semana y se adaptaba tanto a mi que era inevitable llorar, sin duda estaba demasiado sensible, sin importar nada avente con fuerza mi celular hacia las regaderas, escuché que se impactó contra la pared.

Sólo empecé a llorar en medio pasillo de los vestidores, me tape mis ojos mientras los frotaba con fuerza.

Agarre el jugo de durazno, y juro que quería aventarlo, pero en lugar de eso lo abracé...mientras lloraba más fuerte.

Me encontraba en el gimnasio llorando mientras abrazaba a un jugo de durazno... soy un tonto.




















🌸🌸🌸
Heeeeeeeeeeey, quiero avisar que los capítulos estáran más largos, por lo mismo que se acerca el final...estén tranquil@s...¿Quizá todo se solucione? (Y no lo pongo en modo de pregunta por qué soy mala, realmente no sé aún que pasará D: ).


🌸Amor para el que lea este mini mensaje 🌸

HeavyDirtySoul. (Aristemo) #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora