Look at you |BTS| 2

Capítulo 39

Kim TaeHyung POV

—Alo...

—¿Tae?, ¿ya llegaste a casa?

—Oh, ¿Hanah?

—¡Hola TaeHyung! — grito fuertemente.

—Ho-Hola...— su grito casi me dejo sordo y aleje un poco el celular.

—¿Podrías saludar a Hanah de mi parte? Y dile que llegare una hora tarde, pero llevare su torta y regalo a casa.

—¿Torta? ¿Regalo?

—Sí, recién he salido de trabajar e iré a comprar su torta de cumpleaños.

—¿Torta... de... cumpleaños? — enseguida colgué el móvil, lo deje sobre la mesa y corrí hacia la cocina, pasando por la sala en la cual casi todos estaban reunidos, en donde todos estaban sentados poniéndose de acuerdo para ver la película. Llegue hasta la cocina y grite su nombre. — ¡Sun Hee! —todos voltearon asustados a verme.

—¿S-si? — pregunto ella algo confundida.

—¡¿Hoy es tu cumpleaños?!

—A-ah...— por su cara de sorprendida, respondió a mi pregunta. — ¡¿Cómo lo supiste?!

***

Ella nos contó los motivos por los cuales no solía decir su fecha de cumpleaños, me sentía mal, realmente muy mal, había sido su novio por ya dos años e incluso más, y no sabía ese dato tan importante, el año pasado no pudimos pasarlo juntos la fecha de Navidad, ya que ella se había ido a Canadá. Pero lo peor es que nunca se me genero la duda de saber ese dato, hasta ahora.

—No quería que nadie lo supiera, ya que la Navidad es más importante que mi...

—¡No! — Haneul la detuvo de terminar de hablar. —Claro que no, tu eres nuestra amiga, mi mejor amiga, y yo creo que tu cumpleaños es más importante.

—Sun Hee...— SunJi se había cruzado de brazos y la miraba con un poco de fastidio. —Y yo que tuve que decidirme entre dos cosas para tu regalo y si hubiera sabido esto más antes, tendrías más regalos. — se le salió una sonrisa burlona.

—Cierto...— exclamo JungKook poniéndose de acuerdo con su compañera.

—¿Entonces? — JiMin soltó un suspiro y dejo caer los hombros, se mostraban algo tensos, yo estaba igual. — ¿Qué tal si...? — al parecer una gran idea estaba por aparecer en la mente de JiMin. — ¿Qué tal si vamos todos por el regalo de Sun Hee y nos encontramos aquí en 30 minutos?

—No, no...— Sun Hee fue la primera en negarse. —No necesitan hacer eso chicos.

—Yo comprare dos regalos más, ya que el año pasado no le di el suyo. — dijo Haneul mientras iba en busca de su cartera.

—Yo igual...— JiMin la acompaño.

—¿Vamos JungKook? — le pregunto SunJi a su compañero.

—Claro...

—Chicos...— yo estaba por unirme a ellos, pero en eso JiMin me detuvo.

—No, no...— sonrió algo malicioso. —Tú te quedas con ella mientras nosotros vamos, solo será una media hora.

—Ah, ok...

Ellos se fueron de la casa, dejándome a solas con Sun Hee y Shiro, voltee a verla y ella se encontraba algo ¿apenada? Por todo lo ocurrido.

—Sun Hee...— me fui acercando hacia ella.

—¿Por qué lo dijiste? — me pregunto ella con los ojos cristalinos, sentí una punzada en el pecho, si veo una lagrima caer por su mejilla, juro que no me lo perdonare.

—¿Tae?

—¿Si...?

—¿Podría pedirte lo que quiera por mi cumpleaños?

—¡Claro!

—Pues ven...

—¿Ah? — no logre entender a lo que ella se refería, Sun Hee se fue acercando hacia mi y alzo su mano, colocándola en mi nuca.

—Ven...— sentí como su mano me jalo con fuerza y me hizo besarla. Realmente no me lo esperaba, pero no iba a separarme de ella, aún más cuando ella desea estar a mi lado. Nuestro beso se fue volviendo más pasional con firme sentía las yemas de sus dedos pasando por mi cuero cabello. Deseaba poder saborear cada rincón de Sun Hee, sé que eso en mi mente sonó muy mal, me detuve por unos segundos, los dos tomamos un poco de aire y nos miramos fijamente a los ojos, me sentía como un pervertido con estos pensamientos. Volvió a apoderarme de sus labios, tome sus hombros, las caricias entre nosotros se fueron generando, los besos se volvían más duraderos. Pero sentía que un pequeño problema empezaba a generarse en mi entre pierna. Me tuve que contener, me separe nuevamente de ella, pero al ver aquellos labios rosados, y recordar lo que sentía al rosarlos con los míos, me hizo desear más.

—Sun Hee...— me volví a acerrar a sus labios. Pero en eso el timbre de la puerta sonó.