El estreno de un nuevo videojuego online es la noticia que está en boca de todos a día de hoy. Parece que el objetivo de cualquier adolescente gamer en ese instante es poder participar en la nacional que habrá en su país, vencer, y poder presentarse...
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Hoy es el día. Hoy empiezan las clasificatorias del torneo y no puedo permitirme perder. Si deseo demostrarle a mi padre que puedo vivir mi vida como quiero y no como él espera, tengo que enseñarle que mi afición —la única que tengo— sí puede llevarme a algo.
Me llega la solicitud de Deku para iniciar la batalla de torneo y la acepto. Comienzo a sentir la presión oprimirme el pecho y trato de tranquilizarme, aunque sé que lo que me juego aquí es mucho más que una partida: es la posibilidad de dar un golpe en la mesa y empezar a decidir mi futuro por mí mismo.
Aparecen en pantalla las palabras "batalla de torneo" con una tipografía muy característica, y posteriormente pone nuestro nombre de equipo, "PLUS ULTRA". Finalmente puedo leer el ya conocido mensaje de "ARE YOU READY?" y comienza la partida.
Deku y GroundZero empiezan a moverse y el resto les seguimos respetando la formación. Todos somos conscientes de que superar la prueba lo antes posible nos aportará ciertas ventajas, por lo que no hay tiempo que perder.
Como me esperaba, las mazmorras de las batallas de torneo no son las mismas que las que puedes encontrar en el territorio disponible para las partidas de práctica.
Nos hallamos en un frondoso bosque, de árboles altos y con enormes troncos. Los rayos de sol se cuelan furtivamente entre las hojas, y las raíces asoman por el suelo amenazando con hacerte tropezar.
Es impresionante cómo un juego puede parecer tan real. Puedo escuchar los pájaros cantando de fondo y el crujir de las hojas bajo nuestros pies. La vegetación parece tan viva que en cualquier momento podría abalanzarse sobre mí.
Y de hecho, lo hace.
Utilizo mi Disparo Flamígero para liberarme de la planta piraña que me acababa de atrapar entre sus fauces. Casi se me para el corazón al ver inesperadamente lo que parecía una exótica flor atacarme. Y la banda sonora que acompaña a los momentos de tensión en los videojuegos solo hace que se acelere más mi pulso.
El equipo se detiene un momento para comprobar lo que me pasa, pero al ver los restos ardiendo de lo que alguna vez fue un enemigo deciden retomar la marcha.
Todos estábamos de acuerdo en que solo utilizaríamos el chat si había algo realmente importante que decir. Ocupar una mano en escribir sobre la pantalla táctil de la consola era perder una gran parte del manejo de tu personaje, quedando muy limitadas tus opciones de lucha o evasión.
El camino se va haciendo más tortuoso y el follaje aumenta demasiado. Llega un punto en que constantemente perdemos de vista a alguno de nuestros aliados entre los troncos y las plantas.
Esta mazmorra es amplia e intrincada. Busca desorientarnos y separarnos, seguramente. Por desgracia, lo está consiguiendo y al único al que puedo localizar claramente ahora mismo es a GroundZero, al que no le he despegado el ojo por ser mi referencia de qué camino tomar.
