Capítulo 19

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Juego con mis dedos nerviosamente mientras observo ese problema de Física que no encuentro manera de resolver

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Juego con mis dedos nerviosamente mientras observo ese problema de Física que no encuentro manera de resolver.

El examen es dentro de una semana y, pese a que me he estado esforzando todo lo que he podido, no lo llevo tan bien como quisiera. No poder permitirme un profesor particular no hace las cosas más fáciles, y aunque he estado buscando vídeos en internet, ninguno se adecua exactamente al ejercicio que tengo en frente.

Sé que mañana es la próxima batalla de torneo, de hecho es la primera ronda dentro de la competición real, no de la clasificatoria. Pero aun así, es más importante que consiga avanzar en mis estudios.

Si ganásemos el torneo, ese dinero podría ayudar muchísimo a mi familia. Pero siendo realista... la probabilidad de lograrlo es muy pequeña. Seguro que hay equipos impresionantes presentándose en la misma competición.

Por ello, debo priorizar conseguir la beca universitaria. Mis padres me han intentado convencer de que no es necesario, pero sé que mienten y que realmente sí que vamos mal de dinero. No quiero ser un problema para ellos.

–Ochako, cariño, ¿puedes venir un momento? — La voz suave de mi padre llama mi atención, interrumpiendo mi concentración en ese imposible problema.

Miro hacia él y noto tanto en su rostro como en su tono de voz que ocurre algo. Algo que no es bueno.

Un escalofrío me recorre la espalda, como si previera lo que va a suceder, y la garganta se me cierra cuando respondo que ya voy.

Dejo de lado mi libreta y me muevo con parsimonia en dirección a la pequeña sala donde se encuentra nuestro comedor. No tengo prisa por llegar, porque es el propio miedo el que impide que mis pies se muevan con ligereza.

Mis padres están ya sentados y me ofrecen que me ponga junto a ellos. Tras hacerlo, los observo esperando que me expliquen qué sucede, pero como no parecen animarse, tengo que iniciar yo la conversación.

–Papá, mamá... ¿ocurre algo?

Ellos me miran unos segundos más y casi puedo escuchar cómo inhalan profundamente y tragan saliva, como si eso les ayudase a afrontar lo que fuera que me tienen que decir.

Se me cierra el estómago de solo imaginar hacia dónde se va a dirigir la conversación. Espero equivocarme.

–Cielo, nosotros... hemos tenido que... — La voz de mi madre se rompe y veo sus ojos cristalizados, pero lucha por retener las lágrimas. Mi padre decide continuar por ella.

–Hemos vendido la empresa — Afirma con una lúgubre voz.

El tiempo se para al oír eso. Todo parece detenerse y puedo observar a la perfección el mortificado rostro de mi padre y las lágrimas comenzando a brotar de los ojos de mi madre.

Por un instante, siento que lo único que se puede escuchar es mi corazón bombeando con fuerza, como si gritara en agonía. Contraigo mi expresión y aprieto mis puños en un vano intento de mantener la compostura.

Tododeku/Kiribaku/Iidaocha ~ Six for All OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora