El estreno de un nuevo videojuego online es la noticia que está en boca de todos a día de hoy. Parece que el objetivo de cualquier adolescente gamer en ese instante es poder participar en la nacional que habrá en su país, vencer, y poder presentarse...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–¡¿Que ayer estuviste jugando con una chica?! ¡Qué suerte, hermano! En mi grupo somos todos hombres — Escucho quejarse a mi mejor amigo mientras esperamos a que llegue el próximo profesor al aula.
–¡Era muy simpática! Pero al principio pensé que era un chico — Le explico riendo — Aunque casi toda la tarde la pasé jugando con otro compañero de mi equipo. Era muy bueno, pero qué carácter más agresivo tenía.
–Uff, lo siento, hombre. Tener a alguien así en el grupo debe dificultar la cooperación — Me responde Kaminari.
–Qué va, puede ser muy cooperativo cuando quiere. En una de las mazmorras me dijo que yo atacase desde la distancia a los enemigos con menor Vitalidad y él se ocuparía de los que más tuvieran. Y fue un método muy efectivo, ¡superamos la fase en seguida! Sabe bien lo que hace, y aprovecha su mayor Ataque para terminar rápido con los rivales con más salud, mientras que yo puedo liquidar a los de poca Vitalidad fácilmente aun careciendo de ataques tan potentes.
–Vaya, parece que ya has ido adaptándote a tu grupo. El mío es bastante individualista y al final solo jugamos en equipo uno que se llama Cellophane y yo. No creo que con ese método de juego vayamos a llegar muy lejos, sinceramente — Le oigo decir, desanimado.
–No digas eso, hombre... ¿Tú qué avatar juegas?
–Llevo al Brujo Oscuro, pero empiezo a atacar con desenfreno y al final me quedo sin magia e inutilizado como un tonto. Debería mejorar eso...
–¿Te apetece venir a mi casa esta tarde y jugamos un rato? Así podemos practicar — Le propongo con una sonrisa — Que en una semana empiezan ya las clasificatorias y hay que darlo todo.
–¡Gracias, hermano! Podemos decírselo también a Ashido y así tenemos una Ninja en nuestro grupo.
–¡Pues claro! Seguro que se apunta — Confirmo, sabiendo lo emocionada que está mi mejor amiga con este nuevo videojuego.
Justo en ese momento el profesor ingresa en el aula y yo saco mi cuaderno, preparado para sufrir durante un par de horas más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
