Ámame

Mía

Poché:
(18+)
Ya no estaba borracha, estaba totalmente cuerda y decidida a hacer lo que quería desde hace un tiempo.
Calle terminaba de cepillar mi cabello cuando repentinamente me voltee y la besé, sus besos me llevaban al paraíso y ésta vez fueron largos y completamente eróticos.
Ambas estábamos de rodillas en la cama, pero ella se acomodó sentándose en la orilla de ésta y me sentó sobre su regazo, en ningún momento paramos de besarnos.
- Hazme tuya María José Garzón - éstas palabras fueron suficientes para que la aventara sobre la cama y me abalanzara sobre ella volviendo a unir mis labios con los suyos.
Mi corazón iba a un ritmo acelerado, comenzó a desabrochar la blusa que llevaba en ese momento y yo hice lo mismo, cuando apartó mi blusa besó uno de mis senos y solté un ligero quejido el cual hizo que ella esbozara una sonrisa.
Quité su pantalón y pose mi mano por encima de su calzon y lo quité.
- Hazlo maldita sea - dijo,esbocé una sonrisa a tal comentario, estaba tan encendida como yo.
Entré en ella, mi dedo índice y medio se movían ágilmente y fue cuestión de segundos para que comenzara a gemir.
- Amor, ya... - dijo, a los minutos ,agitada, pero no me detuve, de echo esa palabra sonaba perfecta viniendo de ella "amor".
Cuando creyó que había terminado me monté sobre ella y comencé a moverme con agilidad, ésta vez ambas soltamos grititos.
- Gordi, basta...- sentí su humedad y sonreí maliciosamente, ambas habíamos llegado.
Terminamos aquel acto con un beso de pico.
- Eres mía ahora, Daniela Calle - dije, mirándola fijamente a los ojos.
- Siempre lo he Sido - sonreí ante su respuesta, Calle era perfecta en todo sentido.