Capítulo 6

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Ha pasado siete semanas desde que llegue; lo único que he recibido son rechazos de Ginger y golpes que si no son de su hermano es de sus primos, nunca puedo encontrarla sola pues hasta le colocaron un guardia de seguridad para evitar mi acercamiento, comienzo a creer que realmente me odia

Como cada tercer día a las 3:00 pm entra al edificio de la editorial, la observo como saluda a las recepcionistas y como le dice a su guardia que vaya a comer, mi princesa siempre pensando en los demás, miro como ese gorila sube a la camioneta y se aleja, este es mi momento

– Buen día – saluda la recepcionista – ¿En qué podemos ayudarle?

– Estoy buscando a la señorita Valdez, Ginger Valdez

– Permítame un momento – miro como marca un número y habla con una tal Patricia – ¿Puede darme su nombre?

– Rosseu, Yhojan Rosseu

Tras esperar nuevos minutos me dan un pase diciéndome que suba al noveno piso, con una sonrisa en mis labios camino directo al elevador; mis nervios están muy inquietos eso es lo que provoca mi amada princesa, solo ella es capaz de hacer latir mi corazón desmesuradamente

Al llegar al piso indicado bajo y me encamino a la secretaria la cual me recibe con una sonrisa, nuevamente se comunica con mi princesa y espero a que me diga que puedo entrar; al recibir la orden me acompaña a la entrada donde deja unos golpes antes de dejarme entrar

Ginger está sentada detrás del escritorio mirando atentamente unos documentos, me acerco a la mesa sin que ella me mire, la blusa que lleva hoy le queda ceñida al cuerpo resaltando sus voluminosos pechos y su cabello atado en una coleta alta deja ver perfectamente su hermoso rostro

Ginger está sentada detrás del escritorio mirando atentamente unos documentos, me acerco a la mesa sin que ella me mire, la blusa que lleva hoy le queda ceñida al cuerpo resaltando sus voluminosos pechos y su cabello atado en una coleta alta deja ...

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– Yhojan ¿Qué pas...? – Sus palabras se cortan cuando me mira y se levanta de su silla – ¿Qué demonios hace aquí? ¿Cómo entro?

– Hola princesa – me senté frente a ella – te vez hermosa como siempre

– Llamare a seguridad – evito que tome el teléfono agarrando su mano – suélteme

– No, ya basta de que me evites – me levanto de la silla, su mirada es de terror – es hora de hablar de todo, dejar las cosas claras antes de que tomes una decisión, solo te pido que me escuches antes de que me digas que no me quieres en tu vida...

– Gin la prensa quiere...

El hombre que la acompaño a la fiesta entro a su oficina sin tocar, su mirada viaja entre los dos para después posarse en nuestras manos, su ceño se frunce al notar la mirada de mi princesa, sus pasos se aceleran hasta el costado de Ginger y la toma de la cintura no sin antes separar mi agarre de ella

– ¿Te encuentras bien? – Mi princesa asiente – ¿Quieres que llame a seguridad?

– No, terminare esto de una vez por todas – de nuevo su mirada cambio a una de seguridad completa, beso la mejilla de ese hombre haciéndome enfurecer pero debía de controlarme – ¿Puedes dejarnos a solas? Por favor

– ¿Segura Peque? – Ginger asintió – si algo pasa solo grita y estaré aquí en seguida

Dejo un beso en su frente antes de caminar lentamente a la puerta, mi princesa tomo asiento nuevamente y realizo una seña para que la imitara, su espalda recta y sus brazos recargados en el escritorio le daban una postura de autoridad, su mirada estaba cargada de odio y resentimiento, el silencio nos inundo

– Si se va a quedar callado ¿Para qué vino?

– Me es difícil encontrar las palabras para que me perdones

– Yo no tengo nada que perdonarle – una pequeña sonrisa me invadió – pero eso no significa que volveré con usted

– Ginger, princesa sé que cometí muchas faltas, que te lastime demasiado tanto física como emocionalmente pero soy tan egoísta que no te quiero dejar ir, no puedo hacerlo... – negué con la cabeza – mi vida gira alrededor tuyo eres como mi sol, tan necesaria para vivir

– Señor Rosseu...

– No déjame terminar – la interrumpí trate de tomar su mano pero las retiro – cuando paso lo de nuestra hija quede destrozado y más aun con tu rechazo, me culpe por todo, esa mañana desperté por una pesadilla donde te veía morir así que mi humor estaba horrible

"...Al llegar a la oficina esa mujer se me insinuó y no lo evite, necesitaba olvidar esa pesadilla, mi más grave error fue aceptarla a ella y no ir contigo princesa, me deje llevar y mira lo que sucedió, ese impulso me alejo de ti e hizo que me odiaras y despreciaras..."

"...Cada noche me duermo con la impotencia y culpabilidad de no estar contigo; cada día amanezco con el dolor de no tenerte ni a ti ni a nuestra hija, siempre estoy atormentado por haber matado a nuestra hija y por herirte – lágrimas bajaron por mis mejillas – princesa dime ¿Qué hago para tenerte a mi lado? O en todo caso ¿Qué hago para dejarte de amar?..."

Sus ojos se cristalizaron tras escuchar mis palabras, me estire un poco para tomar su mano algo que afortunadamente no evito, deje caricias circulares con mi pulgar, me estire aún más posando mi mano en su mejilla limpiando sus lágrimas a mi tacto cerro los ojos

– ¿Me odias?

– No te odio – su voz salió casi en un susurro – pero tampoco te quiero en mi vida – se alejó de mí haciendo hacia atrás la silla giratoria – sufrimos mucho juntos, te hice daño me hiciste daño y ahora solo hay que buscar la paz y felicidad cada uno por separado

– Tú eres mi paz y mi felicidad, te dije que soy egoísta no puedo dejarte ir

Ginger se levantó alejándose de mí, se giró mirando por el ventanal, me levante caminando hacia ella la abrace por la espalda haciendo que diera un brinco leve; sin embargo me alegro que no me rechazara, pose en su hombro mi barbilla y acerque mi nariz a su cuello aspirando su aroma; acerque mis labios a su oído

– Princesa serias capaz de darme una segunda oportunidad – deje un beso en su mejilla húmeda – ¿Quieres intentar de nuevo estar conmigo?

– No – Ginger se soltó de mi agarre, giro para mirarme directamente – te di una segunda oportunidad cuando me secuestraste y la desaprovechaste – camino hacia la puerta – creo que las cosas quedaron claras así que señor Rosseu le agradecería que se retirara

Ginger abrió la puerta, camine hacia ella a pasos lentos ¿Esto era todo?, Claro que no, no podía permitir que esto acabara de esta manera "Te puedo asegurar que ella te ama" recordé las palabras de Yhojan, limpie unas lágrimas que abandonaron mis ojos, al estar frente a ella mire sus hermosos ojos

– Ginger Jacobic ¿Este es el adiós?

– Si y es definitivo

– Bien Jacobic cerremos este ciclo ¿Te parece? – Ella asintió – mi última petición es que me dejes besarte, eso y me iré, te dejare comenzar un nuevo ciclo

Ginger pareció dudarlo, sin importarme nada la tomé del rostro y la bese, la bese como la primera vez que lo hice; ella correspondió mi caricia y sentí sus manos hechas puño sobre mi pecho, nuevas lágrimas abandonaron nuestros ojos, prolongue lo más que pude el beso

– Adiós Jacobic fuiste lo mejor de mi vida, eres y serás el amor de mi vida

Salí de la oficina encontrándome a Sebastián y al sujeto del gimnasio ambos me miraban mal pero al verme con lágrimas en los ojos caminaron a prisa hacia la oficina, tome mi teléfono para ordenar que prepararan el avión, me regresaba a Nueva York pues estar aquí no tenía sentido

SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora