– Amor ¿Estás listo?
– Si, ya me quiero ir
– ¿Estás impaciente por ir a casa?
Asentí, por fin hoy regresaría a casa, después de un largo mes en el hospital hoy volvería a mi vida ya me estaba volviendo loco solo de ver las paredes blancas, mi princesa me ayudo a cambiarme y con la ayuda de Daniel y de Rogelio me acomode en la silla de ruedas
Era extraño e incómodo que todos me ayudaran pues no era capaz de hacer nada, ni siquiera podía ir al baño solo, nunca me di cuenta de cuan necesario eran las piernas, nunca nos damos cuenta de lo que realmente tenemos hasta que lo perdemos
El camino a casa fue demasiado corto puesto que solo me dedique a abrazar y besar a mi princesa, poco me importo la presencia de Jack o de Rogelio; con mi cuñado estaba bien aunque fueron al menos diez veces las que me advirtió que no lastimara a mi princesa o me mataría
Al llegar a la casa de mi familia me recibió con un gran grito de "Bienvenido", docenas de globos y un letrero con mi nombre adornaban la sala, el tío Paolo y su familia estaban presentes al igual que los Black, todos fueron al hospital para visitarme
– Te ves bien – Fernando llego hasta mí – creo que la presencia de Ginnie te ha calmado
– Así es, ella es mi todo – mire como reía junto a Janees y mis hermanas – gracias por ayudarme a encontrarla
– Es lo menos que podía hacer – se sentó al lado de Rogelio – se los debía
– De nuevo con esa culpa – Black levanto los hombros – te dije que no la tienes
– Además lo hice porque sabes que Gin es mi hermana y la quiero igual que a Janees así que no podía dejar que ustedes terminaran así
– ¿Eres Fernando? – Black asintió ante el cuestionamiento de mi cuñado – ella siempre dice que eres el hermano que deseaba – su voz sonó con recelo – y no tenía
– Pero ahora te tengo a ti – mi princesa beso la mejilla de su hermano – Fer fue mi hermano por muchos años cuando aún no sabía que tenía al mejor hermano del mundo
– ¿Soy el mejor hermano del mundo?
– Lo eres nunca lo dudes, no podía creer que un hombre tan bueno, agradable y dedicado fuera mi hermano
Rogelio sonrió, dejo un beso en su cabeza antes de levantarse e ir a atender su teléfono, mi princesa llego a mí para tomar mi mano, esto se sentía tan correcto; el resto de la tarde la pasamos con una armonía tan buena, una que no tenía desde hace años
– ¿Te gusto la cena?
– Claro – Ginger acomodo mis piernas dentro de las sabanas – estaba muy rica aunque sé que te quedaste con las ganas de la carne asada
– Cuando me recupere haremos una parrillada – abrí mis brazos indicándole que se recostara a mi lado algo que hizo de inmediato – donde estén todos, tu familia y la mía ¿Te agrada la idea?
– Me encanta, quiero una reunión muy grande – abrió sus brazos haciéndome reír – y sé que se hará porque tengo familia numerosa
– Se hará lo que esta hermosa princesa quiera – bese sus deliciosos labios – dime que te quedaras a dormir conmigo
– Amor, será un placer dormir a tu lado – recibí un beso en mi pecho – extrañe tu olor, tu calor, simplemente lo extrañe todo de ti
– Sabes que te amo más que a mi vida – mi princesa asintió – ¿Estarás aun conmigo si no puedo volver a caminar?
– Sean Rosseu – se colocó a orcadillas sin dejar caer su peso en mis piernas – el peor error de mi vida fue dejarte aquella noche, créemelo no volveré a dejarte por nada del mundo
– ¿Me amas? – Ella río por mi pregunta, tomo mi rostro y me beso – ¿Me culpas por lo de nuestra hija?
– Lo hice, cuando abandone todo te culpe de mi dolor por nuestra perdida pero era porque necesitaba inculpar a alguien por lo que sucedió – acaricio mis mejillas – pero al tomar terapia Yolo me hizo entender que solo quise encontrar un culpable para recriminarle todo mi dolor
"... Tan solo dos meses después entendí que nuestra perdida fue algo que no pudimos evitar; Yolo pido mi historial clínico y al estudiarlo me dijo que el embarazo era de alto riesgo, así que cualquier pequeño golpecito o esfuerzo hubiese hecho que nuestra hija falleciera..."
– Pero fue mi culpa que cayeras de la escalera...
– Solo olvidemos ese incidente – volvió a dejar un beso sobre mis labios – ahora tenemos una vida por delante, cuidándome y tomando las precauciones adecuadas tendremos los hijos que deseemos
– ¿Así que tendremos los hijos que deseemos? Porque yo quiero al menos siete hijos
– ¿Qué? ¿Siete? – Negó de inmediato – olvida lo que dije serán a lo mucho cuatro y es todo
– No te arrepientas, dijiste claro que los hijos que deseemos – la atraje hacia mí escondiendo mi cara en su cuello – y yo quiero siete
Comencé a dejar besos en su suave cuello, mis manos se posaron en su trasero el cual apreté, joder estaba más firme; me quedaba claro que el tiempo que estuvimos separados mi princesa se dedicó a hacer mucho ejercicio, su cuerpo estaba más tonificado
– Amor para por favor
– ¿Qué no quieres? – Saque mi cara de su cuello para mirarla – ¿Ya no me deseas?
– Te deseo más que nunca pero no quiero que te lastimes – acaricio mi cabello, baje la mirada – ¿Qué sucede?
– ¿Crees que ya no funciono como hombre por mi condición?
Sin decirme nada, bajo de mí por lo que la mire, sus ojos se posaron sobre los míos, comenzó a desnudarse sin decir nada, joder su cuerpo era espectacular, su bronceado la hacía verse más hermosa pero mi atención se fue hacia su cadera, un pequeño tatuaje la adornaba
– Es una leona, me lo hice un mes después de que me fui de aquí
– Me fascina – extendí mi mano hacia ella la cual tomo de inmediato, solo estaba en lencería – mi princesa te pusiste más hermosa de lo que eras
– Quiero que tomemos esto con calma, si te lastimo solo dilo y pararemos ¿De acuerdo?
– Claro – bese a mi princesa – te amo
– Te amo mi amor
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SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]
Romance- Buenos días Sean - saluda el doctor Grammer - adelante ponte cómodo Dejo salir un suspiro largo, nada está bien desde que mi princesa me dejo, en el tiempo que pase dentro de la clínica había encontrado un nuevo método para calmar mis arranques...