Capítulo 14

507 42 0
                                    

Estaba sonriente mirando como mi princesa besaba las mejillas de Carmen, en dos semanas la abuela de mi mujer se había recuperado bastante bien, por la puerta ingreso una de las enfermeras que la atendía desde que ingreso, aunque siempre que miraba a esa chica me acordaba de Sally

– Buenos días – contestamos a su saludo – vengo a revisar su presión y sus medicamentos, con permiso

– Sabrás ¿Cuándo darán de alta a mi abuela?

– Al parecer será en tres o cuatro días, todo depende de su avance aunque si no se come todo lo que le traen tardara más en dejar el hospital

– Pao no me como la comida porque sabe mal

– Señora Carmen ya hablamos de la sal y los condimentos – la enfermera no desprendió su vista de la paciente y los papeles que tenía en mano – todo está bien, creo que si continua así el doctor la dejara ir pronto a casa

Nuevamente nos quedamos solos con la señora Carmen la cual solo sonreía al ver a mi princesa sonreír con lo que le decía, amo esa sonrisa, Ginger mira a su abuela con curiosidad por lo que alza una ceja señal de que preguntara algunas cosas

– Abue ¿Por qué nos miras así?

– Porque me recuerdan a tu abuelo y a mí – la señora Carmen suspiro – estábamos tan enamorados que me robo de mi casa y me trajo a este hermoso lugar

– ¿Su difunto esposo se la robo? – Pregunte confundido – eso no es un delito

– Claro que lo es solo que en nuestros tiempos no se denunciaba puesto que era como si la pareja huyera junta, además éramos muy jóvenes que no hubiesen metido a Bernardo a la cárcel

– Adoro escuchar la historia de mis abuelos – mi princesa se sentó sobre mis piernas – podrías contarla nuevamente para que Sean la escuche

La señora Carmen comenzó su relato al cual le puse toda mi atención; las cosas que decía me hacían reír al igual que a mi princesa la cual estaba mucho más calmada, cada uno de los detalles que daba la abuelita de Ginger era contado con voz de nostalgia

– Señora Carmen se nota que amo demasiado a su esposo

– Bernardo fue, es y será el amor de mi vida – estío su mano hacia nosotros la cual tomamos de inmediato – quiero que ustedes se reflejen en mí, en el matrimonio de 42 años que lleve con Bernardo

– Eso es lo que más quiero – mire a mi pequeña – pasar toda mi vida al lado de esta hermosa mujer, hacer crecer nuestra familia y amarla como nadie lo hará

– Amor también deseo eso más que nadie

– Espero me den muchos bisnietos pronto, estoy grande y no me quiero ir de este mundo sin conocer a tus hijos

– Abue no digas eso – mi princesa se levantó de mis piernas para abrazar a su abuela – tu estarás con nosotros por muchos muchísimos años más

– Hija ya no estoy tan joven – la señora Carmen acaricio la mejilla de mi princesa – y tarde o temprano me llegara la muerte así que mi niña apresúrate a darme bebés que cuidar

– ¡Abue!!!

Comencé a reír por el tono de voz y el rostro sonrojado de mi princesa, bese su mano, lo más que deseaba en esta vida era formar una familia con ella, con hijos y rodeados de todos nuestros familiares; el doctor entro para revisar nuevamente a la señora Carmen; el resto de la tarde nos quedamos al lado de la abuela de mi princesa

Jack llego puntual por nosotros, comenzó a manejar de vuelta a casa pero a mitad del camino ambos nos percatamos de que un auto parece perseguirnos por lo que le doy la indicación de girar hacia la derecha sin alterar a Ginger; sin embargo al hacerlo solo confirmamos que ese auto si nos sigue

– Amor ¿Qué sucede? ¿Por qué Jack se ha desviado? – Ginger me pregunta cuando ve que Jack vuelve a girar desviándonos del camino a casa – este no es el camino

– Princesa pasaremos por un poco de pan

– Pero amor este camino tampoco lleva a la panadería donde compramos

– Señor son dos

– ¿Dos qué? ¿Sean que sucede?

– Princesa colócate bien el cinturón y estate tranquila...

– ¿Amor? ¿Qué pasa? – Ginger ajusto su cinturón mientras me miraba atentamente – Sean háblame ¿Dime que pasa?

– Hay dos autos que nos siguen – tome su mano besándola – no dejare que te hagan algo

– Jack maneja al mirador ahí siempre hay policías

Mi princesa apretó más mi mano pero miraba constantemente hacia atrás o a los lados, tal y como lo dijo Ginger, al llegar al mirador pudimos ver dos patrullas, al estacionarnos los autos que nos seguían pasaron de largo, Jack bajo del auto yendo hacia los oficiales; mi princesa se quitó el cinturón y se acercó a mí para abrazarme

– Ya paso princesa

– Tuve miedo de que nos hicieran algo, no quiero que nada te pase – tomo mi rostro besándome – no te quiero perder

– Eso no sucederá, nunca permitiré que algo malo te pase – de nuevo la bese – ni a ti ni a nuestra familia

– Señor – Jack llamo nuestra atención – una de las patrullas nos seguirá hasta la casa y dijeron que deben poner una denuncia mañana a primera hora

– Bien, llévanos a casa

En todo el camino me mantuve alerta y abrazando a mí princesa era urgente conseguir guardaespaldas para toda la familia Valdez, además necesito hablar con Daniel y que apresure a su amigo para que averigüe quien está detrás de esto, siento besos en mi cuello lo que me saca de mis pensamientos

– Creo que aceptare ese guardaespaldas que dijiste

– Aunque te negaras lo tendrías, lo que me preocupa es que no me fije en algún detalle de esos autos

– Señor lamento interrumpirlo pero yo si pude verlos bien incluso pude ver las placar de uno

– Eso es estupendo, mándale en un mensaje las placas a mi hermano Daniel por favor

Al llegar a casa nos encontramos a varias patrullas fuera de esta por lo que mi princesa se altera y baja de inmediato, maldigo mil veces por aun no poder caminar sin ayuda del maldito bastón o andar en la silla de ruedas, con la ayuda de Jack logro entrar y llegar a la sala

Todas las mujeres incluidas mi madre y mis hermanas se encuentran llorando, Rogelio camina de un lado a otro con el teléfono pegado al oído, el señor Bernardo trata de tranquilizar a su esposa y su sobrina, mi princesa abraza a su sobrina mientras toma la mano de su tía

– ¿Qué sucedió?

– Sean, hijo – mi madre y mis hermanas me rodean mientras continúan con su llanto – fue horrible

– ¿Qué sucedió? Hablen por favor

– De la nada se oyeron disparos y solo nos dio tiempo de tirarnos al suelo – Cat hablo entre sollozos – llamamos a la policía pero no atraparon a nadie

– ¿Alguien está herido? ¿Ustedes tienen algún dolor? – Me separe de ellas y las mire con detenimiento

– Estamos todos bien

– Mañana mismo volverán a Nueva York y no se discute

– Israel y la abuela ya tiene seguridad en el hospital, además la casa estará vigilada por ahora hasta que den con los responsables – Rogelio que dejo caer en sofá tallando su cara en acto de frustración – no sé qué haremos es el segundo atentado en el día

– ¿Cómo que el segundo atentado?

– Sean – Bernardo llamo mi atención – hoy atacaron también la empresa

Mire a mi alrededor, la familia Valdez corría peligro y si a ellos les sucede algo mi princesa sufriría mucho, algo que no podía permitir, era evidente que alguien quiere hacerle daño a ella y saben que atacando a su familia la hará sufrir; exhale tratando de calmarme    

SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora