Capítulo 29

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– Dime que te protegiste la piel

– Si amor – mi esposa se reincorporo un poco – ahora ¿Por qué el ceño fruncido?

– Esos sujetos te miran demasiado

Mi princesa sonríe ante mis evidentes celos, me encanta su sonrisa; Ginger se hace un lado dejando espacio en su camastro al cual da unos golpecitos indicándome que me acomode a su lado algo que hago de inmediato, sus labios chocan con los míos

– Mi príncipe celoso al cual amo con locura

– Mi princesa hermosa que me hace el hombre más feliz del mundo aunque utilice esa ropa diminuta

Ginger acomoda su cabeza en mi brazo dejando un beso en mi pecho antes de reír, la abrazo antes de darle un nuevo beso en sus labios, mi mirada viaja a esos sujetos los cuales ya no miran a mi mujer lo cual agradezco demasiado pues no quiero arrui...

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Ginger acomoda su cabeza en mi brazo dejando un beso en mi pecho antes de reír, la abrazo antes de darle un nuevo beso en sus labios, mi mirada viaja a esos sujetos los cuales ya no miran a mi mujer lo cual agradezco demasiado pues no quiero arruinar nuestro último día de vacaciones

Nos metimos al mar un largo rato, jugamos dentro del agua así como en la playa ver su sonrisa me llenaba de vida, reí intensamente cuando me beso apasionadamente mientras una chicas se colocaron a nuestro lado, dios si yo era celoso ella era lo triple

Me gustaba que me celara pues confirmaba cuanto me ama, al parecer funciono su táctica porque esas chicas se fueron de inmediato pues al parecer se incomodaron; mi princesa sonreía como si su travesura hubiese funcionado; después de caminar por la playa regresamos a los camastros

Pasamos un rato más tomando sol mientras hablábamos de nuestros planes al regresar a casa pues mi amada esposa quiere continuar trabajando en la empresa de su familia a lo que me opongo pues ya no es necesario que lo haga porque yo le daré todo lo que necesite

– Trabajare y no se discute...

– Princesa...

– No me interrumpa señor Rosseu – mi princesa se reincorpora subiéndose a mí – los textiles Valdez y la empresa New Seasons harán una sociedad por lo que me haré cargo de eso

– ¿Trabajaras en la oficina? – Pregunte emocionado

– Claro, así que cuidadito porque estará vigilado señor

– No cometeré ese error nuevamente – me pongo serio al recordar porque la perdí – jamás te volveré a fallar, eres y serás la única hasta el día que me muera

– Oh amor no lo dije por eso

La cara de mi princesa denota su preocupación, toma mi rostro y comienza a besarme constantemente como si quisiera borrar lo que dijo, sé que ahora mismo tiene remordimiento y culpa por sus palabras, me dedico a corresponder sus besos para tranquilizarla

– Lo siento no dije eso con el afán de reclamarte...

– Lo sé princesa pero quería dejarlo en claro – acaricie su mejilla – te amo más que mi vida y me encantara tenerte en la oficina a diario

– No será a diario...

– ¿Qué? Pero acabas de decir que trabajaras en la sociedad

– Tres días a la semana y tres trabajare en casa, sabes que tengo mis escritos

– Y ¿No puedes trabajarlos en la empresa?

– ¿Quieres que trabaje ahí a diario?

– Si, siempre a mi lado a todas horas

– Pensare la propuesta – mi princesa se reincorporo aun así quedo a orcadillas sobre mí – pero lo que si debemos discutir es la paga porque soy una empresaria especialista en ventas así que el costo de mis servicios son caros

– Bueno eso lo podemos negociar – acaricie sus muslos – que dice si la mitad de su sueldo lo cobra en la habitación y la otra mitad en efectivo

– No lo sé debo de ver y probar el primer pago

– Por eso no hay problema

La tomé de la cintura levantándome del camastro, la sostuve firmemente mientras caminaba hacia el edificio donde se encontraba el departamento donde habíamos pasado ya 28 días uno que definitivamente recordare por el resto de mi vida

Su risa inundo el ascensor cuando baje su sostén dejando a mi alcance su pezón el cual capture de inmediato, lo succione y mordí levemente haciéndola gemir, cuando las puertas del elevador se abrieron camine aun disfrutando de su pecho, mi princesa se las ingenió para abrir la puerta

Estaba tan duro que no me importaba llegar a la habitación, me dirigí al sofá mientras me deshacía totalmente de la parte de arriba de su traje de baño, la parte baja la arranque de un tirón, solo baje a mi princesa para quitar mi ropa, afortunadamente no tenía que ocupar preservativo

– Amor – fije mis ojos en los de mi esposa – te amo

Sonreí ante sus palabras, cada que podía me decía que me amaba sin importarle quien lo escuchara o donde estuviéramos, siempre que le nacía lo decía, bese su frente y después sus labios, me adentre lentamente en ella dejando que el momento romántico nos inundara

Comencé a moverme lentamente, recordé la primera vez que le hice el amor y las palabras que le dije después de que me pidiera que me pusiera un preservativo, sonrió al recordarlo acción que rompe nuestro beso, dejo un beso en su mejilla para después acercarme a su oído

– Te asegurare la felicidad que mereces por la sencilla razón de que te amo y eso no cambiara ni ahora ni mañana ni nunca, en mi vida solo estas tú

Sus ojos se llenan de lágrimas creo que recordó la primera vez que se lo dije, en esa ocasión su contestación fue que le hacía difícil la tarea de no enamorarse de mí, y ahora quiero escuchar su contestación pues sé que será diferente a la de hace años; detengo mis movimientos

– Rosseu me haces imposible la tarea de alejarme de ti, de no amarte, de no desearte, de no extrañarte – dejo un beso cálido en mis labios – quiero hijos ya, muero por tener bebés que nos vuelvan locos

– Bien tendremos muchos bebés que nos vuelvan locos, quiero una hija igual que tú

Retome mis envestidas haciéndola gemir, realmente fui bendecido al tenerla a mi lado, la amo con locura y moriría por esta mujer que cambio mi vida, la amo tanto que solo con pensarla mi felicidad se eleva    

SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora