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"Y la ganadora es... @___"

No lo podía creer, había ganado el sorteo donde miles y miles de personas habían participado, y ni siquiera me gustaba tanto Paulo Londra. Al principio me sentí mal por haberle sacado la oportunidad a muchas fans, pero en el fondo quería un departamento y ya lo había conseguido.

Mucha gente me empezó a mandar mensajes, algunos felicitándome, otros putéandome, pero todos eran de sorpresa. Algunos los contestaba pero la mayoría los ignoraba porque eran demasiados.

Después de navegar por el mar de DMs veo uno que me llamó la atención. Era de Paulo Londra, y el real.

Paulo: Hola, vos sos la que ganó el sorteo, no?

__: Sí, soy yo.

Paulo: Ahh que genia, bueno te paso la dirección, vos vivís en Córdoba?

Yo me había mudado a Córdoba hacía bastante tiempo atrás, por el trabajo de mis papás. Era una suerte porque no pensaba mudarme de provincia para ir a vivir con un cantante que ni conozco.

__: Sí

Paulo: Sos así de seca siempre?

¿Qué se hacía el canchero este? Estaba siendo así de fría porque no lo conocía y no me interesaba en absoluto su vida, sólo quería el departamento.

__: No, sólo con vos

Paulo: Mirá que simpática, bueno esta es la dirección, no se la digas a nadie eh, es nuestro secreto

__: Ok, mañana temprano llevo todas mis cosas

Y apagué el celular.

Aunque todo el mundo me estuviera felicitando y estuvieran tan felices por mí yo no sentía nada. No me gustaba mucho vivir con un famoso, además con esta personalidad. Yo nunca pensé que iba a ganar el sorteo, pero ya no había vuelta atrás, y necesitaba mudarme YA.

Al otro día, me levanté, desayuné un poco y me lavé los dientes. Busqué ropa piola, pero a la vez casual, ya que tampoco iba a un boliche.

Metí todo en una valija y me fui después de saludar a mis papás, que estaban muy contentos por mí

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Metí todo en una valija y me fui después de saludar a mis papás, que estaban muy contentos por mí. Cuando llegué, vi un edificio enorme, muy lujoso y moderno. En ese momento pensé que no iba poder pagarlo, pero todavía no sabía el precio así que toqué el timbre igual, todavía no podía tirar la toalla.

Me abrió un pibe rubio, que parecía teñido, con unos ojos parecidos al color del mar. Eran muy brillosos al igual que sus dientes que me mostró al sonreír ampliamente. Esa sonrisa pasó de ser una tierna y alegre a una burlona en re poco tiempo.

-Así que así es la afortunada de vivir con esta belleza, eh -dijo y me guiñó un ojo.

No le di mucha bola, le di una sonrisita sarcástica y me metí al hall del edificio. Era muy grande y estaba muy bien decorado. Llamamos al anscensor que vino rapidísimo, y nos metimos. Marcó el número del piso, el 21.

-¿Sabías que hice una canción con Piso 21? -se río.

-No, la verdad no conozco ninguno de tus temas -admití.

-¿¡Ah, no?! -abrió los ojos como dos platos- ya vas a escucharlos toditos toditos.

Miré para otro lado y sonó el sonidito de cuando llegaste al piso y me cagué toda (ahre). Cargué la valija hasta la puerta del departamento y entramos. Era el lugar más lindo al que había entrado en mi vida. Tenía muebles hermosos y un ventanal con una vista de toda la ciudad.

 Tenía muebles hermosos y un ventanal con una vista de toda la ciudad

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(ahre era re millonario)

-Wow -exclamé, sin pensarlo.

-¿Te gusta? Este es tu nuevo hogar.

-Sí... pero, ¿cómo mierda lo voy a pagar? -le dije decepcionada.

-¿Pagar? ¿Pagar qué? Wacha, te lo ganaste -me contestó con un acento cordobés muy fácil de notar.

-O sea, no tengo que pagar nada de nada?

-No loca, es tuyo -sonrió-. Y mío también, ojito.

Después, me tiró contra la pared más cercana.

-Al menos que me quieras pagar de otra forma... -me susurró al oído.

-Para para para, esto no va así, amigo -lo empujé-. Yo sólo quiero vivir acá, no estoy por vos.

Después de decirle eso, caminé hasta la puerta y la abrí para irme.

-Eu, pará, no te vayás. Tenemos que hablar y firmar papeles.

Me hice la boluda y me fui igual. No pensé que fuera así todo. Yo sólo quería un lugar donde vivir y me vienen con esto. No sabía quién se pensaba que era el Paulito este, pero no tenía ningún derecho de incomodarme así.

Narra Paulo:

Me sentía muy mal después de haberle hecho eso. No sabía que podía llegar a incomodarla, pensé que iba a ser como cualquier fan, que se iba a dejar, pero vi que no. No puedo decir que fue una prueba porque no fue así, estaba sintiendo cosas por esa chica. Y mirá que ni la conocía.

///★///

Holaaa. Este es el segundo capítulo, espero que les haya gustado.

Si sí les gustó, me ayudaría mucho que voten y comenten cualquier cosa xd.

Gracias por leer :D

roomies ; Paulo Londra y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora