cuatro

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Narra __:

No supe bien que hacer en ese momento, así que fui a mi cuarto por primera vez. Era muy grande y, como todo lo demás, muy bien decorado. Igual, no tenía mucho, porque nadie lo usaba. Aproveché el tiempo para meter toda la ropa en el armario y poner algunas boludeces encima de los estantes y la mesita de luz. Y sólo me quedaba hacer una cosa, dormir.

Narra Paulo:

Estaba en la cama y no paraba de dar vueltas. Nunca había tenido tantos problemas para dormir como ahora, y todo por culpa de mis sentimientos. No podía sentir eso por __, no podía. Pero eso me chupaba un huevo, igual estaba enamorándome de ella. No sé bien que era, si su belleza, esos ojos pardos que brillaban cuando me miraban y su pelo oscuro, o como era ella conmigo, que me veía por quien era y no por sólo ser "Paulo Londra". Pero una cosa estaba clara, estaba enamorado de ella.

★★★

Narra __:

Al otro día me levanté con dolor de cabeza. Habrá sido por haberme dormido tan tarde y haberme despertado tan temprano, nunca hacía eso. Pero había un problema, no sabía dónde guardaba las pastillas Paulo, y tampoco estaba muy segura de hablar con él, así que las busqué yo solita como Dora la exploradora (ahre xd).

Estaba abriendo todos los armarios de la cocina hasta que me interrumpe una voz familiar.

-¿Qué estás buscando? -dijo el rubio, con la voz ronca porque recién se levantaba.

-Eh... Nada, pastillas.

-¿Para? ¿Estás bien? -se acercó a mí y me puso la mano en la frente-. Fiebre no tenés.

-Me duele un toque la cabeza, no te preocupes.

-Te voy a traer las pastillas, mientras andá sentándote en la mesa así hago el desayuno.

No quería que él me hiciera el desayuno como si fuese mi sirviente, pero me sentía demasiado mal como para hacérmelo y me venía bien sentarme un poco.

Después de un rato vino Paulo con las pastillas y un desayuno simple. Cuando terminé de comer me las tomé.

-Eu, __, perdón por lo de ayer. Vivo cagándola.

-No, no pasa nada, posta.

-Bueno, andá a acostarte.

★★★

Me desperté después de una larga siesta. El dolor de cabeza ya se me había PARA QUE HACE PAULO AL LADO MÍO? Me di vuelta y lo vi durmiendo en mi cama.

-Buen díaaa -me dijo, todo despeinado.

-¿Se puede saber qué mierda hacés acá?

-Te estaba cuidando, ¿ni gracias vas a decir? -hizo un puchero re tierno.

-Eh, no. Rajá de acá.

Lo iba a tirar pero no llegué porque se me tiró encima y me dio un beso.

-¿Posta querés que me vaya? -me susurró con tono seductor.

Le respondí con otro beso, esta vez más largo. Y nos quedamos ahí, en silencio, porque ninguno tenía que hablar para sentirnos bien. Sólo con estar ahí nos sentíamos como en casa.

///★///

Holaaa

Ya sé que este capítulo fue medio corto pero quería hacer algo más tierno no sé jsjsj

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Gracias por leer :))

roomies ; Paulo Londra y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora