siete

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Me quedé pensando en esas palabras un rato, hasta que por fin me dormí. Estaba bastante cansada por el concierto y tenía mucho en la cabeza.

Al otro día me despierto por los rayos del sol, abriendo con dificultad los ojos hasta acostumbrarme a la luz. Iba a ver si Paulo seguía dormido y me encontré la cama vacía.

Vagamente me puse los zapatos que tenía ayer, porque era lo más cercano que había, y me acerqué a la puerta para abrirla. Pero unas voces me detuvieron.

—Ya te dije que no podés venir acá —reconocí a Paulo, bastante enojado.

—¿Por qué? ¿No me querés más? —dijo una voz de mina, no sabía de quién carajo era.

—Ya pasó, está todo bien pero no rompás más.

—Pero, Pau...

—¿Te podés ir? —exclamó, y eso fue lo último que oí antes de escuchar un fuerte portazo. Y se sumaron unos pasos que se acercaban al cuarto.

Rápido, me tiré a la cama y agarré mi celular, para que no se diera cuenta de que había escuchado todo.

—Buenos días, __ —me dijo Paulo con una sonrisa—. No sabía que estabas despierta.

—Me desperté recién —mentí, devolviéndole la sonrisa.

Me contestó con un suave beso en los labios, que me inundó la cabeza con pensamientos sobre la piba que había entrado antes. Y obviamente le tuve que contar a Valen.

Valen: Será la ex?

__: Capaz, qsy, no da para preguntarle

Nos quedamos un rato más charlando de boludeces y dejé el celular en la mesita de luz. Fui al comedor para almorzar con Paulo.

—Hoy nos vamos de joda con unos amigos —dijo entusiasmado—. ¿Querés venirte?

—Dale —le dediqué una sonrisa.

Agarré el celular, para boludear un rato, y me encontré un mensaje de Mauro.

Mauro: Nos vemos a la noche?

__: Perdón, no puedo hoy

__: Otro día?

Mauro: Dale

Me dio un poco de pena haberle dicho que no así, pero ya tenía planes y muchas ganas de dármela en la pera (ahre), porque hacía bastante que no lo hacía.

★★★

Llegamos al boliche. Ahí estaban Seven Kayne, Duki y Alan. Me acordé de que a Valen también le gustaba esos dos trappers, pero no tanto como Paulo. Nos acercamos a la barra y pedimos cada uno lo que quería, yo pedí fernet con coca. Después fuimos a bailar con toda la gente.

—Voy al baño —dijo Paulo, antes de que nos separáramos y cada uno fuera con una mina diferente, en mi caso me lo quedé esperando.

Después de unos cuantos minutos, su ausencia se notaba mucho.

—¿Y Paulo? —le pregunté a Alan, que justo lo encontré porque estaba cerca mío.

—Está en el baño todavía —me contestó y siguió en lo suyo.

Entonces fui para allá. Me asomé por la puerta y lo veo con una piba que no conocía. Traté de escuchar, escondiéndome.

—Yo sé que querés esto... —dijo ella, reconocí la voz. Era la chica que había escuchado a la mañana.

—No, Rocío, ya te dije... —no terminó la frase, entonces me llené de valentía y entré.

Ojalá no lo hubiera hecho, o capaz fue lo mejor. Me encontré a la tal "Rocío", que ni sabía quién mierda era, chapándose a Paulo. No supe cómo reaccionar, ¿tenía que enojarme? Al final, yo no era su novia. ¿Pero él tenía derecho de hacerme creer que me amaba, cuando se chapa a otras minas?

Los dos se giraron, Rocío no prestó mucha atención, y Paulo trató de acercarse a mí.

—__, no es lo que parece... —exclamó con tono de culpabilidad.

Ya había escuchado esa frase. Ya había vivido esto. Y esta vez no iba a ser una boluda, esta vez no. Me fui literalmente corriendo de ese lugar, sin avisarle a nadie. Paulo me seguía, escuchaba su voz gritando mi nombre, y cada vez que lo hacía yo corría más rápido.

Salí a la calle sin saber adónde ir. No podía ir a lo de mis viejos, ni a lo de Valen. Y si iba a casa Paulo me iba a encontrar de una. Entoncés me acordé.

Mauro.

///★///

Holaaa

¿Qué opinan de Rocío?

Perdón por no subir capítulos tan seguido como antes, me está costando un cacho escribirlos entonces tardo un poco más pero nada

Los loveo ahre 


roomies ; Paulo Londra y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora