TRUST'ME; Namikaze Minato. ✓

01.

Pude notar como todas las miradas estaban puestas en mí y sentí un poco de vergüenza al recibir tanta atención.

—De acuerdo. Tenemos una nueva estudiante que fue transferida.

Sentí como el profesor me daba un pequeño golpe en la espalda con la señal de que era momento de que me presentara. Tomé una gran bocanada de aíre para así intentar calmar los nervios que me calcinaban en ese momento y miré a mis nuevos compañeros fijamente.

—Uzumaki ____, ttebane. —pronuncié con fuerza, pero al darme cuenta de que dejé salir mi tic verbal he tapado mi boca con vergüenza. Aquello era algo que quería ocultar, pero siempre que me emocionaba o me sentía nerviosa salía sin previo aviso.

En ese momento pude oír comentarios sobre mi cabello, oí como algunos se preguntaban como logré obtener un cabello de este color tan inusual y que me veía simplemente ridícula. Con pena he tocado mi cabello rojizo, pensando si de verdad me veía ridícula como ellos mencionaban.

—¡Oigan! ¡Silencio! ¡Cálmense!

El profesor intentaba que los demás se callaran, pero los comentarios sobre mi cabello no cesaban por lo que he optado por mencionarle sobre mi sueño. Quizá de esa forma ellos dejen de lado mi cabello y piensen que podría convertirme en la persona que tanto deseaba.

—¡Yo voy a ser la primera mujer Hokage! —pronuncié con seguridad mientras los miraba con una gran sonrisa, pero al oír sus risas mi sonrisa se había esfumado y me sentí tan patética.

—¿De verdad ha dicho eso? —preguntó un chico del salón mientras me miraba con desaprobación. —Con un cabello así dudo mucho que logré hacerlo.

—Es solamente una forastera con cabello extraño. —habló una chica mientras me miraba con desprecio causando que yo bajara la mirada apenada. —Ella nunca será Hokage.

—Yo también quiero convertirme en Hokage. —pronunció un chico causando así que alzara la mirada. —Quiero ser un Hokage que sea respetado y reconocido por todos en la aldea.

—Minato tiene toda mi aprobación. Él puede ser Hokage. —anunció un chico mientras me miraba con una sonrisa burlona. —Nosotros nunca aceptaremos a una forastera.

Cada alumno del lugar tenía un comentario que decir respecto a mi cabello, sus burlas y sus constantes miradas de desprecio causaban en mí un dolor inmenso e incluso estaban llegando a causar que odiara el estar aquí.

—¡Silencio todo el mundo! —alzó la voz el profesor para luego darme una pequeña palmada en mi espalda. —Tu asiento es atrás. Toma asiento que la clase comenzara enseguida.

El profesor me había pedido que tomara asiento por lo que comencé a dirigirme al único lugar vacío del salón y ahí me quedé toda la clase.

Mientras me encontraba sentada he sentido como algunos me veían de mala manera, pero la única mirada que llamó mi atención en ese momento fue la de aquel chico que había anunciado que también quería convertirse en Hokage. Su mirada me llamó la atención debido a que él me miraba de distinta forma a los demás, él me veía con amabilidad y eso me hacía pensar que posiblemente en el salón no todos serían malos conmigo.

Quizá él si era una buena persona y posiblemente se convierta en mi amigo.