TRUST'ME; Namikaze Minato. ✓

19.

Miré todo a mi alrededor intentando asimilar lo que estaba sucediendo. No podía creer que estaba nuevamente en el mundo de los vivos, que me encontraba aquí debido a la técnica empleada por un hombre llamado Orochimaru.

—¿Te encuentras bien, ____? —me preguntó Minato mientras sostenía mi mano con suavidad. —Sabes, no puedo creer que estoy nuevamente frente a ti.

—Lo mismo digo, Minato. —sonreí mientras sostenía su mano con fuerza. —¿Crees que él me perdone?

—Estoy seguro de que a Naruto le encantará verte. —me dijo con seguridad mientras depositaba un pequeño beso en mi frente. —Andando. Debemos ayudar a nuestro hijo.

—Me siento nerviosa y ansiosa por ver a nuestro hijo. —le dije mientras comenzaba a salir de aquel templo donde minutos atrás habíamos sido invocados. —Quiero ver cuánto ha crecido.

—Te sorprenderás lo mucho que ha crecido.

Con Minato hemos salido de aquel templo para ir con los anteriores Hokages, los cuales también han sido invocados gracias al jutsu empleado por Orochimaru.

—¿Ya están listos? —nos preguntó el tercer Hokage a lo cual ambos hemos asentido. —Supongo que ambos están ansiosos por ver a su hijo.

—Sí.

Minato me miró por unos segundos para luego cargarme en sus brazos, de esa forma sería más fácil y rápido llegar al campo de batalla, después de todo mi marido era un shinobi con una gran rapidez.

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Con Minato habíamos llegado al campo de batalla donde me quedé sorprendida al ver a esa gran bestia frente a nosotros. Aunque lo que llamó más mi atención fue el hecho de ver a mi amado hijo en ese momento.

—Ha pasado un tiempo, Naruto.

—Me alegro de volver a verte, padre. —le dijo Naruto mientras lo miraba con una sonrisa, pero segundos después me miró fijamente con una expresión seria. —¿Quién es ella?

—Minato. ¿No le hablaste de mí cuando te encontraste con él la primera vez? —le pregunté mientras fruncía el ceño y al ver como se había puesto nervioso me ha hecho colocar de los nervios. —¡¿Qué clase de padre eres, ttebane?!

—Lo siento. En ese momento solamente llegué a explicarle acerca lo del Kyuubi. —se excusó mientras me veía aterrado. —Siento mucho no haberle contado nada sobre ti.

—Bien. Eso no importa ahora. —solté un suspiro para luego ver a Naruto, el cual se encontraba sorprendido. —Me alegro de verte, Naruto. Yo soy...

—Mamá... —pronunció Naruto mientras se levantaba y comenzaba a caminar hasta donde me encontraba para luego abrazarme con fuerza. —Siempre quise conocerte.

—Naruto... —le llamé conmovida por sus palabras y no dudé en corresponder a su abrazo e incluso le di suaves palmadas en su espalda. —Yo también quería conocerte. Quería ver cuánto había crecido mi pequeño hijo.

Abracé a mi hijo con mucho amor, durante mucho tiempo anhelé verlo ya crecido y finalmente eso se me había cumplido.

—Saben, no me gusta interrumpir momentos como este y menos si son de mi familia. —comenzó hablando Minato con algo de pena. —Pero debemos encargarnos de una guerra.

—Supongo que después podremos hablar. —le dije a Naruto mientras acariciaba suavemente su mejilla para así ver al gran monstruo frente a nosotros. —Ayudaré en todo lo que pueda.

—Estoy emocionado por pelear junto a ustedes. —nos ha dicho Naruto mientras nos mostraba una gran sonrisa. —El que estén ahora conmigo me han dado más fuerzas.

El oír eso de parte de nuestro hijo causó tanto en Minato como en mí una gran felicidad. Nosotros ayudaríamos en esta guerra para que así nuestro amado hijo pudiera seguir creciendo sin problema en este mundo.