05.

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Los días transcurrieron rápidamente y Mito había muerto, al darse su muerte he tenido que ser la portadora del Kyuubi. Sería la encargada de mantener a esta bestia en mi interior sin que tenga que salir y era una tarea difícil, por más que intentaba no llenarme de odio, no podía evitar sentirme de esa forma cuando los chicos de mi salón constantemente estaban molestándome.

En tan solo poco tiempo he ganado un nuevo apodo y ahora ya no me llamaban tomate, sino que ahora me llamaban por el seudónimo Habanero sangriento.

En este momento no me sentía con las fuerzas de enfrentarme a nadie por lo que he intentado esconderme de cualquiera de los chicos que siempre me molestaba. Aunque aquel intento quedó en el olvido cuando uno de ellos apareció frente a mí, pero no se encontraba solo, a su lado se encontraba un chico robusto con una banda en su cabeza que indicaba que era un Genin.

—¿Eres tú la que siempre está haciendo llorar a mi hermano?

—Eso es porque él siempre se está metiendo conmigo, ttebane. —le expliqué con seriedad mientras mi vista chocaba con la de mi compañero de clase, el cual la apartó de inmediato. —Es un cobarde.

—Soy un Genin. Impresionante, ¿verdad? —alabó su banda con seguridad para luego hacer tronar sus dedos y mirarme con una sonrisa perversa. —Tengo que darle una lección a quién se meta con mi hermano pequeño.

He sentido un poco de miedo por lo que había comenzado a retroceder, él al darse cuenta que intentaría huir me iba a tomar del brazo, pero he sido lo suficientemente rápida como para evitarlo y así comenzar a alejarme.

Aunque no duré demasiado en alejarme, él me había alcanzado sin problema alguno e incluso me lanzó un Kunai, el cual había logrado esquivar de milagro. Sabía que no llegaría a ninguna parte huyendo por lo que decidí enfrentarlo y le mandé una patada en su estómago, pensando que le había vencido.

Sin embargo, en su lugar apareció un tronco logrando que me sorprendiera al ver que había fallado. Sentí un golpe en mi espalda producto de una patada que causó que cayera al suelo y luego sentí un fuerte tirón en mi cabello.

Me sentía impotente, frustrada y agobiada.

—Tienes un cabello horrible.

—Duele, ¿verdad?

Me sentí fatal al estar siendo tratada de esta forma, tenía demasiado dolor en mi interior y no he podido evitar soltar unas lágrimas. Lágrimas que eran de frustración, dolor y tristeza.

¿Cuándo se suponía que terminaría este dolor? ¿Cuándo habrá alguien que no me trate de mala manera?

—A mí tampoco me gusta mi cabello. —le hice saber mientras intentaba soltarme de su agarre, pero por más que jalaba él no me soltaba por lo que eso causó que varias hebras de mi cabello cayeran al suelo y otras quedaran en su mano. —Lo odio. Lo odio completamente este cabello.

Comencé a propinarle golpes a aquel chico sin tener la mínima piedad, provocando así que su hermano menor comenzara huir mientras gritaba mi seudónimo de Habanera Sangrienta.

—¡Forastera! —gritó el chico que había golpeado mientras me lanzaba a la cara las hebras de mi cabello que anteriormente habían quedado en su mano. —¡Como si una forastera pudiese convertirse en Hokage!

Cuando aquel chico se fue no he podido evitar nuevamente soltar unas lágrimas de frustración y tristeza. Mi cuerpo comenzó a temblar, pero en ese instante he sentido como si alguien me estuviese mirando y dirigí mi vista hasta un árbol, donde me encontré con la mirada de Minato.

—No piensas ayudarme porque soy una forastera, ¿verdad? —pregunté mientras lo miraba con dolor, cosa que causó que se sorprendiera. —Estoy segura de que piensas igual que ellos.

—Yo...

Salí corriendo con la impotencia en mi interior. ¿Es que nadie podía tratarme de una buena manera? ¿Por qué debía de sucederme todo eso a mí?

Yo solamente quería ser aceptada, quería hacer de Konoha mi hogar, pero el ser tratada de esa forma no me ayudaba para nada y ya no quería seguir así.    

TRUST'ME; Namikaze Minato. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora