Reinos separados (parte 3 final)

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Envolvió su brazo alrededor de la espalda de Leo, su mano descansaba en la cadera del otro mientras camina hacia el sofá donde hay una cuerda gruesa de pana roja que une dos soportes detrás del sofá, bloqueando una puerta.

Ve que Cristiano le hace señas para que se siente y él lo hace, y el castaño sigue su ejemplo sentado a medio pie de Leo, es último se quita el incómodo abrigo y se queda con su prenda de vestir favorita.

- Me sorprende que realmente puedas quitártelas. Pensé con seguridad que ya se habían injertado alrededor de tu cabeza -Le dice con un desdén juguetón.

- No necesito ponérmelas, está muy oscuro aquí. Apenas puedo ver nada -Cristiano parece ignorar el comentario, sonriendo alrededor de sus palabras.

Con los ojos bajos y una voz suave, dice:

- Ven, siéntate más cerca de mí.

Leo se mueve hacia él apenas, mirando inocentemente al otro con una pequeña sonrisa jugando en sus labios. - más cerca. le pide el moreno

Se mueve una vez más, esta vez no se detiene hasta que sus muslos se tocan.

- ¿Es esto mejor? -dice coqueteando, sospecha que tiene algo planeado y se deja llevar por la excitación y coqueteo

-No -Cris exhala. Agarra a Leo por la cintura y lo levanta en su regazo, Leo emite un sonido de sorpresa y luego encuentra su pecho presionado contra el pecho de su chico

- Ahora estás mejor. dice coqueto el moreno pasando sus dedos por los cabellos observando la corona que ya hace en la cabeza del contrarió

-no sabes cuanto soñé esto- dijo Cris y paso su mano por su cara de Leo, quien cerro , los ojos para poder disfrutar las caricias proporcionadas por el contrario.

Las bestias internas piden participación y entonces Cristiano comienza con su labor 

Empieza a pasar la punta de sus dedos por el lado externo del muslo derecho de Leo, Cris desliza su dedo por debajo del borde del muslo y lo empuja hacia abajo hasta la rodilla, el dueño de la pierna murmura en aprobación y apoya su cabeza hacia atrás en el hombro y el pecho de Cristiano.

El otro reanuda sus acciones, tocando delicadamente la piel suave y cálida, adelante y atrás, dibujando formas desconocidas con sus dedos. Empieza a dibujar estas formas en la parte interna del muslo, luego pasa lentamente su mano hacia la articulación entre el muslo de Leo y sus caderas, frota el muslo interno, luego hacia la articulación, roza suavemente el pequeño bulto ascendente y luego regresa al muslo interno.

Leo extiende sus piernas, enganchándolas alrededor de su pareja y exhala un pequeño y deliberado gemido. Cristiano toma la indirecta y ahueca completamente el cálido algodón debajo de los ropajes de Leo. Presiona la firmeza que hay debajo y Leo deja escapar un suspiro. Las transiciones del amasado firme al frotamiento más rápido. Sostiene el bulto entre sus dedos a través de la ropa interior y lo frota.

En medio de todo eso, oye que la respiración de Leo se acelera, y quita la mano para hojear el bolsillo y agarrar una pequeña botella, que le habían dado antes y aprieta lo que tiene en la palma, solo para deslizarla debajo de la ropa interior. Acaricia la hinchazón, ejerciendo presión alrededor del eje y agarrando suavemente la cabeza sensible. Su propia longitud está casi completamente rígida también.

Deja que el gran bulto se deslice dentro y fuera de su mano, Leo presiona su espalda contra él, levanta su brazo y agarra la camisa de este último, - Más... -susurra en el aire.

Cristiano le retira aquella capa de seda con cuidado, para deslizar los ropajes lentamente fuera donde le besa y ruge en su oído, toma suavemente sus piernas pasando sus manos por estas Cristiano apenas puede respirar, la bestia ya pedía por mas pero el no quería hacerle daño al pequeño. Empuja las piernas de su pareja hacia arriba para descansar sobre la suave cama, y las extiende hasta donde pueden llegar sin caerse. Bajo los pantalones de Leo  para revelar una gran erección completamente erecta y una entrada rosa suave.

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