Historias Cortas

Sé a ido mi corazón.

Para: panakcitos2543 , thomaswt , difigunner MangleJackMJ Dayana060606 gracias por vuestro apoyo.

Y a vuestra petición panakcitos2543 un
(Cristessi) sad.

A los 5 comentarios él próximo capítulo.

-señor Leo lamentablemente no tengo buenas noticias con respecto a su salud..- mencionó él médico entregando unos documentos al Argentino.

-pe..pero esto no es posible no... Debe haber un error ¿verdad?- interrogo él peli café afligido leyendo los papeles.

-lamento decir que no... Lo siento, pero ya no hay más que hacer- dijo observando al menor.

-no, no ésto no es verdad...- y salió corriendo del consultorio hecho un nudo de asentimientos y lagrimas.

(...)

Venía sintiendo se mal.. Desde hace días, no había dicho nada al moreno, ni una sola palabra y ninguna lagrima en su presencia, no a hora que él morocho estaba cumpliendo con sus metas lo estaba logrando y él no quería arrebatarle la felicidad. Siempre se levantaba antes que él luso para cubrir sus ojeras con maquillaje sutil para que él no lo notara, acomodaba su cabello para que no notara la falta de cabello... La enfermedad estaba acabando con él. Se miraba en él espejo solo para repetir que todo estaba bien todo...

Salió del sanitario para encontrar de nueva cuenta al portugués con su móvil en manos, solo que esta vez hablaba en voz baja, susurrando.

-si igual yo quiero verte pero hoy no, tal vez la próxima semana.- mencionó él moreno y se despidió muy cariñosamente.

Leo regreso al sanitario y simulo no haber escuchado nada, tratando no llorar, reprimir sus sentimientos.

-oh bueno días amor..- dijo el morocho al ver a leo.

-buenos dias amor- se acercó al moreno y lo abrazo con tanto amor como nunca antes.

-te sientes bien amor?- interrogo el mayor.

-claro, claro... - dijo y intento sonreír.

Él mayor lo besó y leo correspondió como siempre callendo en sus trampa, en su red.
Y esa fué la ultima vez que lo beso o tuvo alguna consideración con él.

(....)

Ronaldo triunfaba en su trabajo, por fin comenzaba a ser reconocido y eso implicaba muchas mujeres e incluso hombres interesados en su dinero no en él verdaderamente. Las llegadas tarde, muy tarde, gritos hacia a un muy mal Argentino que ya comenzaba a pesarle la enfermedad, sus movimientos torpes a causa de la ceguera en momentos por aquella maldita enfermedad, sus dolores y de mas comenzaban a hartar al portugués y al Rosarino comenzaba a sentirse inservible, incapaz, inseguro de si era suficiente para él manderino.