Capítulo 8.

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Muchas veces había escuchado que analizar la situación podía ser útil para pensar mejor en posibles soluciones. El único problema era que su situación actual parecía sacada de una película o una serie de televisión: estaba en un autobús, alejándose cada vez más del bosque, junto con un hombre que tenía la habilidad de convertirse en lobo y que debía regresar con su manada lo más pronto que pudiera. Por si eso fuera poco, el viaje era largo, la zona urbana era completamente desconocida para su acompañante y no podía ayudarlo a volver sin antes haber ido a sus clases en la universidad.

Lu Han soltó un suspiro, se veía entre preocupado y enojado. Se Hun miraba con curiosidad a través de la ventana, asombrándose con cosas como edificios altos, la cantidad de personas que de repente sólo tomaban diferentes caminos y los puestos de comida en las calles.

Cuando el pelinegro volteó a ver al más bajo y notó por su expresión facial que no estaba contento, decidió intentar romper el silencio.

—Gracias por haberme prestado más ropa. Es cómoda, parece que me estoy acostumbrando a usarla —le dijo—. Tu padre también fue muy amable al regalarme sus tenis para correr, aunque mis pies se sienten un poco raros por estar cubiertos.

Lu Han no respondió nada. Por más que trataba de encontrar en su mente qué debía hacer o qué era lo más adecuado, no podía. Saltarse las clases y tomar un autobús de regreso para que Se Hun pudiera ir al bosque de una vez por todas no era una opción, pues la época de exámenes estaba bastante cerca. Pedirle al más alto que no se transformara en lobo bajo ninguna circunstancia y que simplemente esperara por él afuera de la universidad hasta que sus clases terminaran le parecía injusto, casi como amarrar a un perro durante horas. Inventar algo como que Se Hun era su primo lejano que estaba de visita y convencer a los profesores de que lo dejaran como oyente sólo por ese día era una locura, pero también era lo mejor que se le había ocurrido hasta el momento.

—Se Hun...

—¿Sí?

—¿Podrías entrar a mis clases y comportarte como un humano? —Le preguntó en voz baja.

—¿Tus clases? ¿Debo hacer algo en específico ahí?

—No es muy difícil. En una clase, todos guardamos silencio, escuchamos la lección del profesor y tomamos algunas notas. Después, si tenemos alguna duda, sólo levantamos la mano y esperamos hasta que el profesor nos señale para hacerla.

—Estar callado y escuchar... Tienes razón, eso es fácil —murmuró—. Pero no sé a qué te refieres con tomar algunas notas.

—Ah... Bueno, no es necesario que tú tomes notas, ahora que lo pienso. No te preocupes por eso —soltó un suspiro—. ¿Puedes hacer lo demás? Sólo sería por hoy.

—Está bien.

—Gracias —le dedicó una leve sonrisa—. Después de clases, volverás a tu hogar. Espero que los otros lobos no estén demasiado preocupados.

—Se tranquilizarán cuando vean que estoy bien —aseguró.

Cuando llegaron a la parada de autobús donde la mayoría de los estudiantes se bajaba, Lu Han tocó el hombro de Se Hun un par de veces y se levantó de su asiento, susurrando un "Vamos".

Ambos bajaron del vehículo y empezaron a recorrer el corto tramo que quedaba entre ese punto y la universidad. Lu Han deseaba que el día pasara rápidamente, incluso si no lo decía en voz alta.

—Lu Han...

—¿Qué pasa? —Se detuvo al escuchar la voz del contrario.

—Tengo hambre.

—¡¿Eh?! Pero desayunamos bien en mi casa —el apetito de Se Hun lo sorprendía mucho—. ¿No puedes esperar hasta la hora del almuerzo?

—Hmm... —Se llevó una de sus manos a su estómago y frunció el ceño—. Hay aves por aquí. Puedo convertirme en lobo y cazar un poco.

—¡No! ¡No lo hagas! —Pidió de inmediato—. Está bien, está bien, aún tenemos algo de tiempo antes de la primera clase, vamos a buscar algo. Pase lo que pase, Se Hun, no debes transformarte mientras estés en la ciudad o cerca de otras personas. ¿Entendido?

—¡Entendido! —Respondió con una gran sonrisa.

—Bien, ahora sígueme...

Se Hun sentía que había ganado una batalla, por lo que estaba de muy buen humor, caminando detrás de Lu Han.

El castaño lo guio hasta una tienda de conveniencia que no estaba muy lejos del campus. Cuando entró, lo recibieron amablemente y le ofrecieron una canasta. Lu Han agradeció y la aceptó, presintiendo que iba a ser necesario llevar varias cosas para que Se Hun estuviera tranquilo hasta la hora de la salida.

El más alto estaba muy impresionado. Ese lugar tenía muchos pasillos y todos estaban llenos de comida. Los humanos no necesitaban cazar; sólo entraban, agarraban lo que quisieran comer, les daban una bolsa para que fuera más sencillo cargarlo todo y se iban.

—¡Lu Han! ¡Podemos llevarnos todo! ¡Y guardarlo muy bien! No tendríamos que preocuparnos por qué comer en meses, tal vez años —comentó—. ¡Anda! ¡Vamos a llevarnos todo!

—No podemos hacer eso.

—¡Sí podemos!

—Claro que no.

—¡Yo te ayudaré a cargarlo!

—No es cuestión de tener ayuda para cargarlo o no. Ya revisé mi cartera, tengo cuarenta y tres mil setecientos won* y no tendré más dinero hasta la próxima semana, así que hay que cuidarlo.

—¿Dinero?

—Sí. Lo necesitamos para pagar la comida que queramos llevarnos —le explicó en voz baja—. Todo tiene una etiqueta con un precio —señaló una estantería con frascos de mermelada para que viera, sólo por mostrarle un ejemplo—. Es el dinero que debemos dar a cambio de ello.

—¡¿Ah?! ¡¿No podemos simplemente agarrar lo que queremos e irnos?!

—Shh, no grites.

Lu Han volteó a ver al chico que estaba atendiendo a otros clientes en la caja. Al parecer no había prestado mucha atención a las palabras de Se Hun, lo cual era bueno, pues podrían llegar a sospechar que estaban ahí para robar o hacer algo malo.

—¿Cuarenta y tres mil setecientos won serán suficiente?

—Tranquilo, podemos llevar muchas cosas —le sonrió—, pero sí recomiendo elegir con cuidado y, por supuesto, no gastarlo todo.

—Está bien —suspiró.

Se Hun se paseó por los pasillos, encontrando muchas cosas que llamaban su atención. No sabía qué elegir, pero era gracioso verlo asegurarse de que una etiqueta tenía un precio menor a cuarenta y tres mil setecientos won y que después exclamara "¡Lu Han! Podríamos llevar esto".

Continuará.

*43,700 KRW = 38.82 USD (aproximadamente).

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¿Cómo están, lobitos? 🐺 Espero que tengan un día maravilloso.

En un ratito más me pondré a leer y responder comentarios pendientes, no se me desesperen, ya saben que yo siempre veo todo porque los adoro con cada partecita de mi corazón.

Espero que les haya gustado este capítulo. A mí me gustó mucho escribirlo, me encanta ver a Se Hun descubriendo cosas después de haber pasado toda la vida en un bosque.

Nos leemos en la próxima actualización. ¡Aúúúúú!

El lago en el bosque [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora