El lago en el bosque [HUNHAN]

Capítulo 26.

Eran las once de la noche, estaban en el apartamento del castaño, acostados en la cama, muy cerca el uno del otro, pero ninguno de ellos podía dormir. El más alto había confesado horas atrás que su único deseo era estar con Lu Han, fuera en el bosque o en la ciudad. No era tan fácil procesarlo...

—¿Sabes? No tengo ningún problema si quieres quedarte aquí, pero debes saber que vivir como humano es más complicado de lo que imaginas —advirtió.

—Me da igual qué tan difícil sea, he tomado mi decisión —aseguró el pelinegro—. Sé que ustedes no cazan para comer. La cosa que usaste para que pudiéramos llevarnos la comida de ese lugar al que fuimos la otra vez... Habías dicho que se llama "dinero", ¿verdad? —Preguntó—. Sólo tengo que encontrar cómo conseguirlo, así podré quedarme y vivir como humano.

—¿Estás diciendo que quieres un trabajo? —Lo miró incrédulo.

—Si un trabajo me dará dinero, sí.

Lu Han entonces se puso a pensar en qué cosas podría hacer Se Hun. Tomando en cuenta su apariencia, cualquiera podría llegar a creer que era un estudiante como él, por lo que buscar algo en el ámbito profesional obviamente estaba fuera de las opciones. Además, sería imposible conseguir documentos con la información del licántropo.

—Creo que... conozco a alguien que podría ayudarnos a encontrar algo para ti, aunque no sería un trabajo formal, por supuesto —sonrió de lado.

Cuando llegó el fin de semana, Lu Han se levantó temprano y llevó a Se Hun a comprar un poco de ropa nueva en un local pequeño de la ciudad. Después, almorzaron en una cafetería y fueron a la casa de un conocido del castaño.

—¿A dónde vamos? —Cuestionó Se Hun.

—A hablar con Wu Yi Fan —suspiró—. Aunque... aún estás a tiempo de arrepentirte y regresar a tu vida como lobo.

—Regresaré sólo si tú regresas conmigo.

—Sí que estás seguro... —Sonrió tímidamente.

En el fondo, sabía que no podía quejarse. Después de todo, a él también le gustaba estar con Se Hun y no le molestaba ni un poco la idea de tenerlo cerca. Sólo esperaba que al final el pelinegro fuera feliz con su decisión. Podía imaginar lo mucho que había discutido consigo mismo dentro de su cabeza.

Tras un viaje corto en autobús, se detuvieron en frente de una casa grande y azul, con un pequeño jardín al frente y un barandal negro con espacio suficiente para meter la mano y presionar el timbre que estaba del otro lado.

Los recibió un joven bastante alto, incluso más alto que Se Hun. Tenía piel blanca, corto cabello rubio y una mirada un tanto intimidante, pero que pareció brillar un poco en el segundo en el que vio a Lu Han. Se acercó tan rápido como le fue posible a abrir la puerta del barandal y atrajo el cuerpo contrario hacia el propio para unirlos en un abrazo.

—¡En verdad eres tú, Han!

—Cuánto tiempo, Yi Fan.

—Por favor, dime "Kris" —pidió al separarse, pasando entonces su atención al pelinegro que acompañaba al más bajo—. ¿Con quién vienes?

—Te presento a Oh Se Hun —respondió con una sonrisa, la cual se hacía más grande conforme volteaba a ver al licántropo.

—Hola —saludó a Yi Fan.

—¿Es tu novio? —Bromeó el rubio, sin poder aguantarse una risa después de ver la reacción de Lu Han—. No respondas, tu cara sonrojada me dice que sí. Estás sorprendido porque no creíste que lo notaría enseguida.