『 AMOR ETERNO 』 » GTOP

006

Ji Yong, Kadim y la mujer de bata negra siguieron su mirada y escucharon.

Oyeron un ruido apenas perceptible, que se iba acercando más hasta convertirse en un rugido. Ji Yong también lo reconoció: el ruido de las hélices. Finalmente el ruido se silenció, y en su lugar oyeron balbuceos alrededor de ellos.

Era imposible decir cuánto tiempo pasó. Un minuto, o dos. Luego oyeron el sonido de pasos sobre piedras.

La puerta se abrió bruscamente, dejando ver a SeungHyun, con su thawb blanco ondulando alrededor de su cuerpo. Ji Yong fue en lo primero que fijó sus ojos, a medida que avanzaba a zancadas por la habitación. Su expresión dura se suavizó sólo por un momento. Pero luego, sus cejas se juntaron una vez más, evidenciado su disgusto.

Ji Yong continuó parado, incapaz de hacer el más mínimo movimiento. No podía recuperarse, pero era más que sólo eso. Alegría, pesar, vergüenza y muchas otras emociones recorrían su corazón.

—DongWook—, SeungHyun llamó en una voz baja.

Estaba vestido sólo con un keffiyeh y thawb blancos. Ji Yong estaba abrumado por su majestad y se quedó mirándolo, perplejo, olvidando todo lo demás.

—Dime qué está pasando aquí—, ordenó SeungHyun.

Él era un león del desierto. Una energía nerviosa llenó la habitación en respuesta a su amenaza, acomodada en sus deslumbrantes ojos azabaches.

—Oh, nos conocimos por casualidad, —respondió Kadim—. Quería ofrecerle algo de café, pero supongo que es tiempo de enviarlo a casa.

—No estoy hablando contigo—, estalló SeungHyun, ignorando la explicación.

Kadim empalideció y sostuvo su lengua.

—DongWook.

La segunda vez que SeungHyun dijo su nombre, DongWook apagó su cigarro sin prisa. —SeungHyun, por favor no culpes a Kadim, —dijo finalmente—. Estoy seguro de que él nunca imaginó que un invitado tuyo andaría divagando perdido en el desierto.

Un pequeño músculo en la sien de SeungHyun se contrajo. Ji Yong no sabía a cuál de los insultos SeungHyun estaba reaccionando, pero era claro que estaba furioso.

—No puedo dejar esto pasar, fuese cual fuese el motivo, —respondió.

— Es perfectamente entendible, —asintió DongWook—. Pero, ¿podrías reflexionar y perdonar esta vez, por consideración a mí? Incluso si no tenía idea de que tenías un invitado en el palacio en Saria.

El tono dramático de DongWook sin duda no era intencional. Ji Yong pensó que había detectado un indicio de negociación en la voz del hombre también — olvida todo esto a cambio de mi silencio.

Lo más fuerte de su ira estaba reservado para Ji Yong, pero el hombre no lo miró. Obviamente, estaba más enojado con Ji Yong que con cualquier otro por actuar de manera tan estúpida y haber sido atrapado en un lugar tan peligroso.

— Primo, te juro que no le hemos hecho nada —, DongWook añadió. — Pregúntale tú mismo.

Primo. Ji Yong lo recordó ahora.  Choi DongWook, el primo menor de SeungHyun, y el siguiente en la línea del trono.

—Tendrás problemas muy pronto si te sigues asociando a un lugar tan deplorable como este —, SeungHyun respondió rápida y fríamente.

DongWook lanzó una pequeña sonrisa de escarnio. — Tendré tu consejo en mente, primo. Todos estamos de acuerdo en que el burdel de Ziyard es un hoyo escandaloso, dentro de los límites de Madina, pero aislado... ¿no es así, Kadim?