La historia segun Darkness.

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Después de haber despertado de aquella extraña noche comencé a sentirme nerviosa cada vez que veía a Kazuma, el solo verlo me recordaba sobre todas las cosas que me hizo aquella noche, esto me sucedía cada vez que escuchaba su voz, que veía su rostro, cada vez que pensaba en él.

Había pasado un par de semanas desde aquel entonces y en todo este tiempo no he hablado con Kazuma sobre aquella noche, incluso hoy en la mañana, me desperté sabiendo de que no diría nada.

Baje a desayunar como lo hacía todos los días, pero había algo distinto en esta mañana, en el momento en el que me desperté me di cuenta de que algo raro me pasaba, pero se hizo más claro en el momento en el que olí el desayuno, sentía náuseas y con ganas de vomitar.

Estaba nerviosa ya que sabia lo que eso podía significar, pero debía de asegurarme de aquello. Normalmente para eso recurríamos a las sacerdotisas de la iglesia de Eris, pero si hacía eso estaba seguro de que mi padre se enteraría, también pensaba pedirle el favor a Aqua, pero era claro que iría corriendo contándoselo a todos y no puedo permitir aquello, creo que no tengo más opción que ir con él.

-Vaya, vaya, si no es otra que la mujer masoquista del grupo del pervertido, ¿en que puede servirle moi el día de hoy?

Si, aquella persona de la que necesitaba pedir su ayuda era Vanir, incluso si era un demonio, él era el único en el que podía confiar en estos momentos, ya que solo necesitaba pagarle por su silencio.

-Bu-bueno, Vanir, yo...espera ¿me llamaste masoquista?

-Claro que moi lo dijo, ¿acaso esta sorda? Por qué si es así tengo una poción que tal vez la ayude...¿no? Bueno, entonces quiere ayuda con el problema en su estómago ¿cierto?

-¿¡T-tu como sabes eso!?

-¡Ojojojo, creo que se olvida que yo soy el demonio que todo lo ve, claro sé que tiene...!

-¿¡Entonces realmente estoy embarazada!?

-¿Eh?

-¡L-lo sabía, estoy embarazada de Kazuma, no puedo creer que esto realmente haya pasado, te-tengo que decírselo a Kazuma ahora mismo!

Mis sospechas estaban en lo correcto, yo había quedado embarazada después de esa noche, eso quería decir que Kazuma y yo seríamos padres.

Salí corriendo devuelta a la mansión y me encontré a Kazuma jugando ajedrez con Megumin tranquilamente, si supiera lo mal que la estoy pasando en estos momentos.

-¡Kazuma, tengo algo que decirte!

Es lo que le dije al instante que llegue a la mansión, y al parecer ustedes ya conocen está historia por lo que me saltaré hasta el final.

En el momento que Aqua estaba tocando mi estómago, inspeccionando con su magia mi interior, se sentía y se escuchaba raro.

-Ya veo...Darkness, lamento decirte que no estás embarazada.

-¿¡Eh, y como sabes eso!?

Aquello que decía Aqua debía ser falso, una mentira para hacerme sentir bien...pero con esto solo hará que me sienta como una tonta.

-Fufufu, ¡Es fácil para mí saber esa clase de cosas, después de todo soy una diosa!

-¡Si podías hacer eso, ¿por qué no lo hiciste desde el principio?!

-¡La respuesta es obvia! Soy una entretenedora. ¡Por lo que debe de haber suspenso antes de mostrar mi verdadero pode...! ¡¡Duele, duele, Kazuma por favor detente!!

No podía creerlo, solo escuchaba a Kazuma pelear con Aqua como siempre, pero por alguna razón no podía sonreír como todos los días...yo...

-¿N-no estoy embarazada?

Estaba confundida, sé que Kazuma estaba negando todo lo que sucedió aquella noche, pero pensé que lo negaba porque tenía pena de admitirlo, pero ahora pienso que eso nunca sucedió.

-¡N-no tienes que sentirte mal Darkness, ve el lado positivo, no tendrás un hijo inútil de Kazuma! ¡¡Duele, eso en verdad duele, suelta mi cabello, esta nueva clase de tortura duele más que la de antes!!

Por alguna razón sabía que debía de sentirme aliviada por esta noticia, pero no era así, me sentía triste, algo destrozada de que aquello nunca haya pasado realmente.

Me fui a mi habitación después de haber ocasionado tal desastre, me acosté sobre mi cama boca abajo, las lágrimas en mis ojos se mantenían ocultas y cubrían mi almohada, empapando la con mi tristeza.

–¿Darkness, estás bien?

La voz de Kazuma, escucharla en estos momentos no me ayudaba a sentirme mejor como lo haría regularmente, solo me hacía sentir más deprimida.

–Si, no tienes porqué preocuparte por mí.

Le respondí vagamente, no quería que Kazuma supiera lo mucho que me afectó el haberme equivocado, sabrá lo mucho que quisiera estar con él.

–Esta bien, pero, ¿podrías dejarme entrar? Hay algo que quiero hablar contigo.

No sabía que era aquello de lo que Kazuma quería hablar, pero si no lo dejaba entrar comenzaría a sospechar de mi. Abrí la puerta lentamente y ví a Kazuma detrás de ella, mirándome con sus rostro apenado.

–¿Qué es lo que quieres?

–Bu-bueno, para empezar quiero disculparme contigo por...ya sabes, aquel sueño que tuviste por mi culpa.

–No, no es tu culpa, yo fui la tonta por creer que aquello realmente había sucedido...a-ademas de culparte por algo que soñé.

No podía dejar de sentirme cada vez más apenada a cada palabra que decía.

–¡Bu-bu-bu-bueno, s-s-si eso es todo lo que me tienes que decir, entonces buenas noches!

Cerré mi puerta con fuerza y me avente sobre mi cama, coloque mi almohada sobre mi boca y grité con fuerza.

Creo que terminaré este capítulo corto aquí, se que es pequeño, pero no tengo mucho para que Darkness sea la que explique la historia. Sé que han esperado mucho...o tal vez no, pero digamos que este es relleno...si, el segundo capítulo es relleno.

Konosuba: No nos quedemos callados ante estos sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora