*...𝔢𝔩 𝔡𝔬𝔩𝔬𝔯 𝔡𝔢 𝔲𝔫𝔞 𝔢𝔰𝔭𝔞𝔡𝔞...*

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POV. ZORO

El tenerte cerca se volvió un problema más que necesario para mí, no sé cómo sucedió pero termine enamorado de ti, al primer instante que te vi, no supe cómo reaccionar, eras nuestro enemigo pero algo dentro de mí me decía que no era así.

El tiempo fue pasando, y aunque luchara con todas mis fuerzas no podía alejarte de mi mente... ni de mi corazón, siempre considere al amor como una tontería... tontería en la caí, siempre me pareció ridículo como alguien perdía la cabeza por una mujer... ahora mírenme a mi... perdiendo la cabeza por ti, jamás pensé en enamorarme y mucho menos de esta forma... pero la vida siempre tiene otros planes.

En más de una ocasión me quede cautivo en tu mirada, frente a mí se abría un camino iluminado por el brillo de tus ojos que me guiaban a un lugar lejos de todo dolor y peligro... un lugar lleno de paz y amor. Me sentía un idiota de haber caído con tanta facilidad en esta cruel trampa... pero a quien quiero engañar, hace mucho que te amo y hace mucho que yo mismo me impulse a caer en estas redes sin oponer resistencia alguna.

Te he observado innumerables veces... pero jamás lo has notado, siempre madura... siempre reservada... siempre confiable... siempre hermosa... pero jamás enamorada. Eres una mujer de lo más bella que puede existir, eres el deseo secreto que cualquier hombre y el anhelo inalcanzable mío. En muchas ocasiones supe que jamás te fijarías en mí, eres demasiado inteligente para alguien como yo... eres perfecta ante mis ojos y eres la diosa que gobierna en mi corazón... pero aun así... yo no soy nadie en tu vida.

Siempre cerrado y malhumorado... ese soy yo, siempre frio y orgulloso... esa es mi maldición. No pude hacer nada por ti... no pude dejar de amarte, el dolor crecía conforme el tiempo pasaba, observaba con dolor y angustia como era tu trato con todos, en más de una ocasión te acercaste a mí pero mi orgullo gano... y te logre alejar.

Varias lagrimas caen por mi rostro al ver lo estúpido que fui, al recordar las tantas oportunidades que tuve para conquistarte... pero que las deje ir, al recordar las ocasiones en las que pude ser tu apoyo... y solo termine lastimándote, al recordar las veces que tuve la opción de ser tu amigo... pero mi orgullo me domino.

Te amo más de lo que imagine... te amo más que a mi propia vida... te amo pero sé que tú a mí no, no esto seguro si alguien ya ocupa tu corazón, ni tampoco quiero pensarlo, un agudo dolor se hace presente al recordar esa posibilidad, por más que me engañe y trate de renunciar a tu amor... simplemente no puedo.

Tu sonrisa es mi vida, tus lagrimas mi muerte, tu mirada mi perdición y tu voz mi guía... pero tu amor es el sueño perdido que carcome mi alma y destruye mi ser. Ya ha pasado un tiempo desde que me rendí a tu amor, ha pasado un tiempo en el que deje de tener corazón, el verte día a día era la tortura más cruel, el observarte sonreírle a otros me llevaba cada vez más cerca de mi muerte, el apreciar tu mirada perdida termina por destruir mi corazón, algo rondaba tu mente... a quien engaño... no es algo... sino alguien... pero ese alguien... no soy yo.

Al cabo de unos días llegamos a una isla, sin mucho ánimo baje a conseguir lo que necesitaba, ansiaba poder pedirte que me acompañaras... pero sabía que no aceptarías, te vi como muchas veces lo hice... con dulzura y dolor, bajaste del barco con rumbo desconocido, en tu rostro podía apreciar que tu seria expresión no se hallaba y en su lugar estaba una expresión de angustia... angustia por alguien... alguien a quien le has entregado tu corazón y tu alma, un dolor inundo mi pecho y sin poder soportarlo más baje con rumbo desconocido, solo quería borrar aquel dolor que me estaba consumiendo y poco a poco me estaba acabando.

Camine sin rumbo por un rato, como de costumbre las calles siempre se mueven... pero eso no me importa ahora, lo único que me importaba eras... tú. Seguí con mi recorrido sin más, parecía un alma que viajaba sin rumbo fijo, caminaba entre los vivos pero sintiéndome como un muerto. Sin darme cuenta me topé con una situación delicada, un grupo de insignificantes bandidos amenazaban con atacar a una joven, quise intervenir pero ella me gano, de un movimiento limpio acabo con todos ellos, aquello me trajo recuerdos de mi infancia, no pude evitar quedarme viéndola recordando a mi amiga, estaba tan sumido en mis pensamientos que no sentí cuando estuvo frente a mí.

Iniciamos una charla de lo más casual, me intereso mucho su estilo de pelea y por un instante pude relajarme, pero aun en mi mente me preguntaba... porque no podía hablar así contigo. Seguí mi camino junto a ella, tenía que comprar lo necesario para la manutención de mis espadas y ella conocía un buen sitio, al llegar compre lo necesario y ahora solo quería ir a un bar para poder disfrutar de un buen sake mientras de alguna manera trato de olvidarte.

Cuando ya me disponía a irme, ella se ofreció a llevarme a una taberna donde según ella servían buen sake, decidí aceptar, después de todo llegaría más rápido. Al llegar ella se retiró, sin duda fue bueno conocerla, me ayudo un poco a dejar de pensar tanto en ti... pero no todo dura para siempre. Entre y pedí el primer vaso de sake, mientras bebía recordaba todas y cada una de las veces que pude intentarlo y que al final no hice nada.

Las botellas se estaban acumulando y el tiempo pasaba muy lentamente alrededor mío, no pude evitar soltar unas lágrimas de frustración al recordar tu mirada perdía... me preguntaba quién era aquel que ha logrado llegar a tu corazón... quien era aquel infeliz que sin mover un dedo logro alejarte de mí.

Termine de beber mi último vaso y me fui, no estaba mareado... solo estaba dolido... alguien había logrado entrar en tu corazón... pero ese alguien no era yo. Sin mucha prisa regrese al barco, vi como poco a poco la tarde se iba y la noche se daba paso, entendí que era tarde y lo más probable es que todos estén cenando... pero no me importaba. Sin mucho ánimo y después de un tiempo llegue al barco, para mi mala suerte... aun cenaban.

Trate en lo posible de no mirarte... pero fue inútil. No podía separar mi mirada de tu ser, te veía cansada... deprimida... dolida... y todo por culpa de aquel que ocupa tu corazón. Con poco ánimo pediste hacer guardia, eso me sorprendió mucho, quise protestar y pedirte una explicación, pero mi orgullo hizo acto de presencia y no dije palabra alguna. La cena terminó y yo estaba cansado, quería olvidar todo aunque sea por un instante así que me propuse dormir.


**𝔣𝔦𝔫 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔱𝔢 2**

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*...Las lágrimas de las flores y el orgullo de las espadas...*  (ZoRobin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora