Mi angustia y mi incertidumbre crecían, ya habían pasado horas desde que estaban inconscientes, sé que parezco un desquiciado por preocuparme de tal manera por alguien a quien ni si quiera conozco pero no puedo evitarlo, los recuerdos de mi niñez me hacen actuar impulsivamente. De un momento a otro chopper salió dando la noticia de que ya habían despertado, con solo oír aquello me llene de una felicidad ridícula, no la conocía y me preocupaba por ella, no tenía ni idea de quién diablos era ni que carajos hacia pero me preocupaba, no sé si soy un idiota o en efecto no solo me pierdo del camino. Amaba a una mujer con locura, sus ojos eran mi perdición, su cuerpo una tentación y su personalidad era simplemente perfecta, tierna... dulce... madura... analítica... simplemente me había vuelto adicto a ella y por más que lo trate de negar o evadir... la amo, pero no sé si ella me ame a mí.
Por otro lado una mujer totalmente desconocida apareció y puso mi mundo de cabeza, mi corazón ya tenía suficiente con este amor como para soportar el golpe de los recuerdos de mi pasado atravesarlo cada vez que vea su rostro, pero véanme aquí... todo un masoquista... a pesar de saber que me hará daño verla aún sigo preocupado por ella. Por una vez en mi vida mi orgullo se hizo a un lado he intente ir a preguntar sobre su estado pero alguien captó mi atención... era ella... robín. Al verla noté que estaba por utilizar su habilidad... ¿tanto interés tenía por los náufragos?... o ¿tanto interés tenía por él?
Ante aquella idea una opresión en mi pecho se hizo presente, una ira injustificada tomaba control de mi cuerpo y mi orgullo quiso tomar el control nuevamente pero un hecho lo detuvo.
Aquella mujer se percató de que la observaba y sin darme tiempo a pensar en una forma de salir de ese predicamento, sus ojos me arrastraron y lentamente me guiaban a su lado, me negué con fuerza inútil, intente dejar de verla sin éxito alguno, sus ojos habían ganado, he quedado cautivo y sin oponer resistencia alguna camino a propio paso a un abismo que no tiene fin, los temores han desaparecido y calma hacía acto de presencia, mi orgullo fue amarrado y mi corazón tomó el control, ya nada me importaba... solo estar a su lado. Camine gustoso a mi ejecución, ansiaba por primera vez rendirme... rendirme al amor.
Sentía que faltaba poco para entregarme completamente ante aquello que le he huido... el amor, pero unos terribles gritos, que en su momento maldije, me sacaron de aquel lugar. Luffy iba de alaridos pidiendo comida y la magia entre nosotros se perdió, con rapidez mi orgullo se soltó y tomó el control, sin decir nada... sin aparentar nada y a la vez sintiéndolo todo salí de ahí. Decir que no fue nada... es una mentira, decir que lo fue todo... un sueño. Por más que odiara admitirlo, una esperanza volvió a mí... esperanza de que aun puedo conquistarla.
POV. ROBÍN
Las horas pasaban y no había noticias sobre aquellos náufragos, todos seguían con sus actividades normales... todos excepto nosotros. Decir que estaba tranquila... era una mentira, me encontraba más que preocupada pero no era solo eso lo que me incomodaba, no podía evitarlo pero un dolor constante me lo recordaba, el solo ver a kenshin-san comportarse de esa forma, me afectaba... me afectaba en demasía y eso no estaba bien. Tome la decisión de olvidarlo, de volver a mi vida anterior, pero de alguna forma se empeñaba en impedírmelo.
Antes de darme cuenta, ya me encontraba a unos pasos del consultorio de Doctor-san, ansiaba saber el estado de aquel muchacho... no podía negarlo, pero lo que más ansiaba era volver a ver... al menos una última vez el rostro de mi fiel amigo. Las dudas se estaban apoderando de mi ser, dudaba entre usar o no mi habilidad pero mi debate interno fue interrumpido.
Doctor-san salió a toda prisa con la noticia que tanto ansiabamos... los náufragos habían despertado y por lo que comentaba se hallaban bien de salud, solo un poco cansados, al saber aquello una tranquilidad de lo más inquietantemente extraña se apoderó de mí, quise entrar a ver como se encontraban pero simplemente no encontraba una excusa de cómo hacerlo, la duda volvió a mí y otra vez me debatía entre usar o no mi habilidad.
Con sumo cuidado me aparte un poco del lugar, ya había tomado mi decisión así que tenía que ser lo más discreta posible al momento de usar mi habilidad. Todo estaba a mi favor... todo menos un detalle que me tomó por sorpresa... él. Todo en mi mente se nublo en el instante en que lo vi, por increíble que parezca, la única vez que no quería que nadie me viera... y esta vez era nadie, él lo terminaba haciendo. Los nervios se apoderaron de mí, intente evitar mirarlo... sabía que eso sería mi perdición... pero aun así lo hice.
Al contactar con su mirada, el mundo alrededor mío desapareció, miedo... duda... incertidumbre... dolor... todo aquello se esfumó de forma misteriosa, éramos solo él y yo, no había nada más en ese mundo y no hacía falta nada más, un abismo apareció frente a nosotros, no entendía porqué estaba ahí, ni me importaba en lo absoluto, seguí mi camino guiado por su mirada, tenía más que claro que caería en aquel abismo y eso no me importaba... no importaba nada mientras esté él a mi lado. Lo sentía cada vez más cerca, las esperanzas que alguna vez tuve y que por fuerza mayor me obligue a enterrar en lo más profundo de mi corazón ahora resurgían como las semillas lo hacían convertidas en flores. Una idea cruzó mi mente, quizás y después de todo si tenía una oportunidad... por más pequeña que fuera creo que la tengo... o al menos eso quería pensar.
La distancia era cada vez más corta, lo sentía como un sueño... sueño del cual me sacaron con un grito muy familiar, negar que no me molesto es absurdo, pero estaba más que acostumbrada a esos gritos de mi capitán pidiéndole comida a cocinero-san, esbocé una sonrisa ante aquella escena pero los recuerdos de hace un instante me hicieron voltear hacia donde se encontraba kenshin-san, solo para darme con la sorpresa de que ya se estaba yendo como si nada hubiera pasado. Retuve las lágrimas que imploraban salir, respire hondo y seguí mi camino.
POV. NARRADORA
La situación se había dado, el orgulloso corazón estaba dispuesto a dar el primer paso, pero el otro dañado corazón ya no estaba dispuesto a sufrir una vez más.
Sanji le llevó alimento a los náufragos y chopper pidió que no se les molestara hasta que terminen de comer, una vez terminado de comer, ambos náufragos salieron del consultorio acompañado del pequeño renito rumbo a la cocina donde todos podrán oír su historia.
Ya todos reunidos ahí, aquellos jóvenes contaron su historia, ellos navegaban hasta la siguiente isla con el fin de ver un festival que se daba ahí por estas fechas, pero su embarcación terminó dañada a causa de un ataque de un pez de un tamaño considerable, ellos llevaban ya dos días a la deriva, dado que el timón de su embarcación se rompió con el ataque, pero para su suerte ellos los encontraron.
Ellos dos tenían una relación de lo más especial, no eran pareja sino eran hermanos, aunque no se parecieran, ambos eran hermanos y eran muy unidos a causa de que eran la única familia que tenían. Tras conocer su historia los sombreros de paja se ofrecieron a llevarlos a la isla más cercana, a la par de ayudarles en la reparación de su embarcación, los jóvenes estaban más que agradecidos... y así comenzó su viaje hasta su próximo destino, el cual estaba a 4 días.
4 días en los cuales los recuerdos del pasado y las situaciones más inesperadas se darán a cabo y todo porque al destino le gusta mucho jugar.
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