*...𝔯𝔬𝔪𝔭𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬 𝔩𝔞 ú𝔩𝔱𝔦𝔪𝔞 𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞𝔫𝔷𝔞...*

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POV. NARRADORA

La situación ya había ocurrido, una mano amiga le ofreció ayuda al orgulloso corazón y este sin más opciones decidió aceptar.

La tarde pasó relativamente rápida y la noche llegó y junto a esta la cena... cena en la cual se comenzaría con el plan para conquistar a la arqueóloga.

POV. ZORO

Ya estando lejos de la biblioteca y aun con los celos a tope, me voltee a hablar con aquella mujer, sin dar tantas vueltas le pregunte en que me va a ayudar y porque lo hacía, su respuesta me saco de encaje por un momento, la razón por la que lo hacía era simple, detestaba ver que dos personas...según ella... que se gustan, no den el primer paso, y por esa simple razón ha decidido ayudarme.

Sin oponer resistencia alguna acepte su ayuda... negar que esto no golpeaba mi orgullo era poco... pero el solo ver su rostro hace que no pueda negarme... maldita la hora en la que los encontramos. En fin, luego de decirme que hacer y recalcarme que no vaya a meter la pata, me dejo seguir con mis cosas.

La tarde cayó y dentro de poco la cena ya estaría servida, tome todo el aire que pude y con una fuerza increíble logre mantener a mi orgullo a raya... al menos de momento. Todos nos sentamos como siempre lo hacíamos, parte de la cena fue relativamente normal, con la excepción de que Robin no dejaba de hablar con aquel imbécil, decir que tenía celos era poco, solo deseaba una mínima oportunidad y lo cortaba en mil pedazos. No podía apartar la mirada de tal escena que ella me mostraba, pero un sutil golpe me hizo reaccionar, aquella peliverde mujer me daba la señal para iniciar con el supuesto plan.

Los pasos eran sencillos, al menos cuando lo dijo... porque intentarlos era otra cosa. Respire profundo y de la manera más tranquila que podía le pedí a Robín que me alcanzara algo... mala idea... la razón... simple... ella no me escuchó y en su lugar fue usopp quien me alcanzó lo que pedí... paso uno... fallido... objetivo no logrado.

Luchaba internamente contra mi orgullo, y varias veces estuvo a punto de ganar, pero esta vez le di pelea. Lo volví a intentar... pero nada. La ira ya estaba muy enervada en mí, solo quería una cosa... asesinar a ese sujeto... pero sobretodo... estaba dolido. No sé cómo me dejé convencer de esto... soy un estúpido. Proseguí con mi cena como si nada pasara y ni bien termine salí de aquel lugar... ya no soportaba seguir viendo aquella escena.

Camine hasta el nido del cuervo y me dispuse a entrenar, pero los hechos de hace un momento estaban empeñados en torturarme, tenía en claro que el amor lo único que te ocasionaba era dolor, pero aun así termine cayendo en él, mi cuerpo ha soportado innumerables heridas... ha soportado dolor capaz de dejar inconsciente a cualquiera... pero jamás experimentó un dolor tan grande como este... tu indiferencia. Pensar en que quizás tenía una oportunidad... que ridículo fui, pensar en que quizás era capaz de conquistarte... que loco estaba.

Lágrimas traicioneras bajaban sin mi consentimiento, hace mucho lo supe pero de alguna forma aun guardaba una ligera esperanza, el dolor ya existente de hace mucho en mi corazón... creció, el mundo a mi alrededor parecía desvanecerse poco a poco, mi razón se fue sin pedir permiso arrastrando con ella a mi orgullo y después de tanto tiempo solo quedó mi corazón, al fin... después de mucho... era libre... libre para soltar todo aquel dolor que estaba guardando. Ya para ese punto todo rastro de mi yo habitual había desaparecido y en su lugar se encontraba solo un hombre devastado que lloraba como un niño pequeño al cual acaban de perder. Mi alma y mi corazón juntos liberaron parte de su dolor y por primera vez en mucho tiempo... no reprimí aquello. Y antes de darme cuenta caí dormido.

POV. ROBÍN

Después de lo ocurrido en la biblioteca, proseguí con la conversación que tenía pero sin dejar de pensar en kenshin-san. En más de una ocasión perdí el hilo de la conversación, y el joven lo notó, intente disculparme pero lo que dijo me dejó perpleja... "te gusta... ¿cierto?"... aún sonaban esas palabras en mi mente, miles de preguntas me inundaron pero sobre todo una... ¿cómo lo supo?

Intenté responderle pero las palabras no salían... simplemente habían escapado, él solo me observo y con una sonrisa me respondió a la pregunta que en mi mente había formulado... "lo deduje cuando los vi la primera vez... y lo confirme hace poco cuando estuvo a punto de entrar"... ante aquello me quedé aún más sorprendida, sin duda era un joven muy intuitivo. Por respeto no pregunto más y simplemente seguimos con nuestra amena charla.

El tiempo se fue relativamente rápido, el llamado de cocinero-san se escuchó por todo el barco y la cena dio inicio. Todo transcurría con normalidad, yo por mi parte seguía con mi charla con aquel joven, era interesante saber que no solo se parecía a mi amigo en su físico sino que también en su amor por el saber, la nostalgia me invadía... eso no lo podía negar pero a su vez un alegría se formaba en mi ser.

Mientras la cena transcurría con normalidad, una voz captó mi atención, no quería creer que eras tú quien me hablaba y menos por algo tan trivial como lo era alcanzarte algo. Decir que no me moría de ganas por voltear... era una falacia, pero esta vez sería yo la orgullosa, con todas mis fuerzas te ignore... te ignore todas las veces que lo intentaste, me dolía hacerlo... pero me dolía mas hacerme falsas ilusiones. Mi corazón gritaba... "inténtalo una vez más" pero mi razón la callaba "ya ha sido suficiente".

Trate de seguir con la conversación pero simplemente no podía, el dolor en mi pecho me lo impedía, quería salir de ahí pero no lo hice. No soportaría otra vez aquellas miradas.

Casi al terminar la cena vi como saliste raudo hacia la cubierta... quise seguirte pero alguien se me adelanto, una melena color verde seguía tus pasos y en un sonido sordo se rompió mi corazón. Al finalizar la cena lo único que deseaba era ir a leer un poco, aun con el corazón golpeado quise ir a verte, sé que fue decisión mía el ignorarte... lo sé, pero aunque me cueste aceptarlo... me es imposible olvidarte.

En mi camino a la biblioteca, una duda vino a mi mente... ¿Dónde está aquella peliverde? Y como si de una súplica se tratase, la respuesta vino a mí, desde lo alto... en el nido del cuervo... una larga cabellera observaba atenta el interior de esta, una cólera llegó a mi ser y sin querer pensar en nada más retome mi camino.

POV. NARRADORA

La cena ha concluido y con ello la primera parte del plan, dando como resultado un rotundo fracaso, la culpa se apoderó de la joven peliverde y a toda prisa quiso animar al espadachín pero al llegar observo algo que jamás nadie en esa tripulación vio... a zoro llorar. Un pinchazo de culpa la hizo detenerse, se quedó observando aquella escena un poco más... lo suficiente hasta ver dormirse al espadachín, se vio tentada a entrar pero no lo hizo, y sin más se fue a su habitación pensando en cómo podía remediar aquello, este solo era el primer día y aún tenía 3 más... así que lo intentaría.

Los papeles se han invertido y este solo es el día uno, aún esperan más cosas por pasar... pero serán capaces de sobrellevar aquello. Si de otras personas se tratase ellos no les harían caso, pero el solo llevar parte de su pasado en su parecido los hacía obedecerlos.

La noche fue tranquila y antes de darse cuenta el amanecer ya salía, dando inicio al día 2 de su travesía.


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*...Las lágrimas de las flores y el orgullo de las espadas...*  (ZoRobin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora