*...Las lágrimas de las flores y el orgullo de las espadas...* (ZoRobin)

*...𝔠𝔬𝔫𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔠𝔦ó𝔫 𝔢𝔫𝔱𝔯𝔢 𝔢𝔰𝔭𝔞𝔡𝔞𝔰 𝑦 𝔣𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰...*

POV. NARRADORA

Al cabo de unos minutos la querida arqueóloga salió en busca del espadachín, que ya se encontraba en el lugar, al llegar lo vio entrenando y lentamente se acercó a él, hasta quedar frente a frente, por otro lado los demás miembros de la tripulación se hallaban aún en la cocina, siendo impedidos de salir por parte de la navegante.

Todos se encontraban expectantes a lo que ocurría afuera, las dudas y la incertidumbre se encontraban presentes, por un lado... un grupo de curiosos se aguantaban las ganas de salir a oír que era lo que hablaban y por otro lado... dos personas con mucho que decir pero a su vez sin decir nada. Ya había pasado alrededor de unos 5 minutos y ninguno de los dos hablaba, las brisas del mar eran el único sonido que ahí se encontraba, ante tanta tensión y después de mucho esperar, se animó a tomar la palabra la querida arqueóloga.

POV. ZORO

No llevaba mucho de estar esperando cuando sentí sus pasos, poco a poco la sentía cada vez más cerca, sentí el ritmo de mi corazón acelerarse de golpe y las ideas en mi mente se revolvieron, antes de que llegara frente a mí, deje de entrenar, los nervios me estaban por traicionar y no quería quedar como un estúpido.

Tome todo el valor que tuve para poder hablar con ella, busque a mi orgullo y lo encerré en una celda de hierro y por una última vez deje de lado mi yo todo malhumorado y toda aquella coraza que en algún momento me cree, en menos de dos pasos la tuve frente a mí, todas las preguntas que ansiaba hacerle se esfumaron con las brisas del mar, ante mi tenía a la única mujer que ha logrado robarme el corazón y por la cual pierdo por completo la cabeza, intente hablar pero fue en vano, intenté moverme y fue lo mismo, no sé cuánto tiempo me quede contemplándola, sin duda es una mujer bella, de la más hermosa que existe, use toda mi fuerza de voluntad para evitar mirarla a los ojos... era mi perdición. Aun cautivado por su belleza y perdido en su ser, su voz me devolvió a la realidad.

POV. ROBÍN

Al salir a cubierta lo encontré entrenando, poco a poco me acerqué a él, los nervios estaban presentes pero la decisión estaba tomada... es ahora o nunca. Al estar casi frente a él, note como dejo de entrenar, no era sorpresa que ya me haya notado. Ya estando frente a él, una tormenta de emociones se apoderó de mi cuerpo, encerró a mi razón y paralizó todo acto.

El solo tenerlo frente a mí, me impedía reaccionar, me encontraba perdía en él, intente hablar pero las palabras no salían, cada segundo que pasaba sentía que quedaba aún más atrapada, las fuerzas poco a poco se iban y la sola idea de decirle todo en este momento me aterraba... pero tenía que ser fuerte, de un solo movimiento recupere la razón y pude articular por fin palabra alguna.

POV. NARRADORA

El momento había llegado y por fin se daría fin a todo... o al menos eso se esperaba. Después de tanto esperar la arqueóloga tomó la palabra

Robín: kenshin-san... gracias por esperar –dijo tratando de sonar lo más tranquila posible-

Zoro: no es nada mujer – dijo serio- que es de lo que quieres hablar –siguió usando el mismo tono-

Robín: veras kenshin-san... lo que quiero decirte es muy importante –tomó un poco de aire- es sobre el mal entendido de ayer – dijo aquello tranquila-

Zoro: "mal entendido" –dijo para él mismo- ¿a que te refieres mujer? – dijo aquello con duda-

Robín: kenshin-san, hablo de cuando usted entró a la biblioteca ayer por la tarde –dijo aquello con algo de nervios- y salió de ahí con la mirada llena de ira