Gallo de rojo

1.1K 135 21
                                    

Los bailarines se abrieron paso entre las mesas mientras lucían uno de los bailes y trajes más famosos de México, los músicos se posicionaban en un punto donde pudiesen ser vistos por todos.

Todos observaban maravillados aquella presentación, sobre todo la familia Duck: Daisy observaba embelesada los colores y la belleza de los vestidos ondeantes de las mujeres bailando, mientras que los niños miraban asombrados por la agilidad y velocidad de los movimientos al bailar. Rosita en cambio, tenía la mirada clavada en un individuo: era aquel local que la había ayudado antes: alto para su punto de vista, piel morena natural sin ser producto de algún producto artificial, cabello castaño claro que al reflejo de la luz se tornaba rojizo, portando un traje de charro rojo diferente al de los demás que era negro ¿Por qué será?

-Uuuuy~ A Rosita le gustan mayoreeeees. -Bromeó Paco al notar como esta no desviaba la vista del individuo.

-¡¿Que?! ¡No! Me tope con el antes y...

-¡Oooooh! Te gustaaaa~ -Continuó molestando el de azul.

-¡Que no! Solo se me hace familiar de algún lado.

-¿Qué? ¿Lo viste en sueños? ¿Eh? ¿Eeeeeh? -Esta vez fue Luis quien se unió.

Ya harta solo rodo los ojos y les dedicó un par de golpes a ambos.

-¡Hey! Solo bromeabamos.

-No tienes porque ser tan agresiva.

-Ustedes empezaron...

-Pero ahora que lo mencionas... Parece familiar.

Un par de bailables más fueron ejecutados para seguir animando el ambiente, terminando con una serie de aplausos. Los bailarines se retiraron dejando solamente a los musicos.

-¿Huh? ¿Se fue?

Los cuatro niños buscaron al gallo con la mirada pensando que se había retirado del lugar. De repente, el sonido de una trompeta solitaria se escuchó ejecutando una melodía desde el otro lado del lugar. Y ahí estaba su objetivo, de bailarín pasó a ser músico. 

-¿Pero qué--? ¿En qué momento...?

De nuevo fueron interrumpidos por el sonido de otra trompeta desde el extremo contrario, esta sonaba casi igual pero parecía contestarle a la melodía anterior. Lo que aquellos trompetistas ejecutaban era una canción conocida como "El niño perdido", una canción en donde se escuhara como si las trompetas se estuviesen llamando entre si para encontrarse.

Terminado el número, los aplausos se volvieron a escuchar ante tal demostración y el presentador que previamente había salido a anunciar el inicio del show ahora estaba por darle cierre. Se tenía pensado que el acto terminara ahí pero algo charlaban entre todos los musicos para llegar a un acuerdo.

"Muy bien damas y caballeros, esperamos que hayan disfrutado de tan bonita presentación de uno de los bailables más conocidos de México. A continuación tendremos una última presentación, una sorpresa por parte de nuestro grupo invitado. Un fuerte aplauso para recibir a este ejemplar cantante."

Y de nueva cuenta, entre los aplausos de los presentes, aquel gallo vestido de rojo dio un paso al frente mientras agradecía a todos con una cálida sonrisa. Hizo un ademán a sus acompañantes para que estos empezaran a tocar.

Si nos dejan
Nos vamos a querer toda la vida
Si nos dejan
Nos vamos a vivir a un mundo nuevo

Yo creo podemos ver
El nuevo amanecer
De un nuevo día
Yo pienso que tú y yo
Podemos ser felices todavía


Se escuchó aquella potencia digna de un gallo quien no necesitaba micrófono para cantar, pero tenía una suavidad y encanto en su voz que dejaba a más de una encantada. Y sobre todo con la letra de aquella canción. 

Si nos dejan
Buscamos un rincón cerca del cielo
Si nos dejan
Haremos con las nubes terciopelo
Y ahí juntitos los dos
Cerquita de Dios
Será lo que soñamos
Si nos dejan
Te llevo de la mano corazón
Y ahí nos vamos

Se abría paso entre las mesas, conectando miradas con las damas presentes, solteras, casadas, solas o acompañadas, haciendo que los caballeros se viesen sumamente celosos. Pero era más que obvio que solo era parte del acto, aquel gallo solo era encantador por naturaleza. Asi continúo cantando hasta llegar a la mesa en donde la familia Duck observaba, siendo Daisy su objetivo final caro del acto.

Si nos dejan
De todo lo demás se los olvidamos
¡Si nos dejan!

Terminó su acto tomando la mano de Daisy para dejar un ligero beso de cortesía en el torso de esta. 

Mientras tanto, otro pato regresaba ya calmado y preparado para seguir comiendo.

-Ah~ No vuelvo a comer nada de picante en este país. Bien.. ¿Me perdí de al...? 

¡¿Tú?!

-.-.-.-.-.-

DRAMAAAAAAAAAA~

~Jess con sombrero 🎩

¡Que viva la reunión!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora