Capítulo Noveno

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La pequeña flor que Yoongi guardaba para su amado amigo, empezaba a marchitarse, sin agua, solo sol, no sabía que hacer, eran las tres pasadas de la tarde, sus esperanzas se iban apagando, no sabía que más hacer, siguió ahí, en aquel balcón, hasta que escucho una respiración agitada, totalmente errática de alguien acercarse, volteo la vista y vio a su pequeño dinosaurio flaquear y caer de rodillas frente a él, totalmente agotado.

-¡Jimin! -Chilló lleno de preocupación, se acerco a él lo mejor que pudo, sin tocarlo nuevamente, viendo como sus lágrimas caían, su garganta trataba de tragar la poca y espesa saliva que le brindaban sus glándulas- ¡¿Qué pasó?! ¿¡Estas bien!? Dime algo por favor, mírame, me preocupas muchísimo... -Suplicó, lleno de angustia y dolor, el menor se limitó a levantar la cabeza con la spocas fuerzas que me quedaban, dejando ver las lágrimas, el polvo, el miedo y demás cosas que invadían su rostro. El fantasma dejó de brillar.-

-Ya viene, Yoongi... Viene por mí y no tengo donde esconderme, estoy cansado, sumamente cansado de todo -Fue lo único que logró vocalizar, para después comenzar a sollozar, estallar en llanto, abrazandose a si mismo, llorando en medio pasillo del centro comercial, varias personas lo veían mal, sobre el hombro, llenas de asco, escuchándolo hablar sólo, el fantasma dejó de levitar y se arrodillo frente a él, queriendo abrazarlo, llenarlo de besos, de cariños, de protección.- Quiero estar contigo... Eres el único que me comprende... Quiero morir, Yoongi...

El silencio invadió la pequeña burbuja de aquellos adolescentes.

-Jimin... Yo... Toma -Se levanto de aquel lugar, señalando aquella flor en la pequeña maseta del barandal- la tomé para tí, me recuerda mucho a tí, siempre es hermosa, sin importar que tan marchita esté. -El chico levantó la vista, con sus labios rosados debido a su temblor en ellos, haciendo que se hidrataran, se levanto temblando, sonriendo una última vez, sintiendo su corazón revolotear de alegría, amor, mucha paz, quería sentirse así seguido.-

-Y-Yoonnie, y-yo... Es preciosa... Gracias -Dijo sonriendo de manera tierna, y sincera, una última vez, Yoongi suspiro, haciendo aparecer sus piernas, quedando tan solo diez centimetros de la vista de Jimin, era bastante alto, nunca había visto a Yoongi tan decidido- ¿Qué sucede?

Él sólo agacho la mirada, mordió sus labios, y lo miro a los ojos, sonrió sin mostrar los dientes. Trato de tocar sus hombros, pero como siempre, fue atravesado por la gravedad del cuerpo viviente.

-Jimin, ven conmigo, por favor, quiero estar contigo siempre, hacerte feliz, verte sonreír, verte tranquilo, sin esos horrendos golpes, sin esas lágrimas de dolor y sufrimiento, quiero escucharte reír, quiero abrazarte, decirte... Decirte lo mucho que te amo... —Eso último salio en un tipo de susurro, bajando su mirada, como si el menor fuera a reírse de él o simplemente, se iría corriendo, este sonreía en grande al escuchar aquello.—

-Yoongi, yo siento exactamente lo mismo, te amo... Y quiero estar contigo, pasar el resto de mi eternidad junto a ti, corriendo en la oscuridad o la luz, donde sea que estemos, quiero estar contigo... Lo poco que hemos estado juntos este último año... Me a dejado en claro, que no es necesario estar vivo para poder sentir felicidad o sentirse con vida... Iré contigo, pero tengo mucho miedo... ¿Y si no te encuentro en la oscuridad? ¿Y si solo me encuentro con la oscuridad perdida? —La gente lo comenzó a tocar, diciendo que si se encontraba bien, si se encontraba perdió o si tenía problemas mentales. Este negó, tomó la flor y se fue de ahí, seguido por el fantasma, que comenzó a levitar cerca de él, siendo atravesado por la gente del lugar.—

-Yo mismo te buscaré y te guiaré, pero creo que debe de haber otra manera, quienes se quitan la vida, siempre se pierden aquí, y no deseo eso para tí, Jimin, eres un niño muy puro y lindo, no podría dejar que algo te sucediese.

El menor se quedó en silencio, hasta que escucho el grito de su madre desde el piso de abajo, su corazón volvió a latir fuerte, el mayor vio como está comenzaba a subir las escaleras, Jimin temblaba en descontrol, sus lágrimas volvieron a sus ojos por el miedo, la mujer llegó y golpeó fuertemente a Jimin en el rostro de una fuerte cachetada, este cayó al suelo, la gente se posicionó al rededor de ellos, viendo como ese terrible ser, golpeaba a su hijo adoptivo a sangre fría.

LostDark |YM| [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora