Capítulo 1

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Hernán no hacía esas cosas, porque esas cosas no le pasaban a él, al menos no le pasaban hasta esa noche.

Había terminado su clase de jazz más tarde de lo habitual. Hernán era bailarín, un apasionado por la danza que dividía su tiempo enseñando a otros que compartían su misma pasión y mostrandosela al mundo junto a la compañía a la que pertenecía. Tenía 27 años y si bien era exitoso en el ámbito profesional, en el personal tenía mucho que trabajar. Siempre se había caracterizado por ser muy emocional, probablemente por el hecho de provenir de una familia muy nuclear y haberse visto enfrentado de golpe y a muy temprana edad a la soledad y frialdad de la capital. Hernán había nacido y sido criado en el sur, sin embargo en la búsqueda de su sueño de ser bailarín había dejado su hogar a los 14 años y desde ahí que estaba solo. Tenía amigos, algunos eran prácticamente sus hermanos, como Nicole o Matías, siempre se había rodeado de buenas personas en cuanto a amistades se trataba, sin embargo no había ocurrido lo mismo con sus novios.

Nunca tuvo problemas con su homosexualidad, cuando se lo dijo a sus padres ellos lo tomaron como si fuera una noticia más, hace años lo intuían y no hacia diferencia alguna para ellos. En el círculo que se movía, tampoco era algo a lo que se le diera importancia, por lo que tuvo la dicha que no tener que luchar con la aceptación, al menos no en su círculo cercano, pues la sociedad en general aún era muy conservadora en esos años. Ahora era cada vez menos un problema.

Tuvo su primer novio a los 17 años, Joaquín, un muchacho que conoció en la escuela a la que asistía esporádicamente para prepararse para sus exámenes libres. El chico parecía un modelo y Hernán no podía sentirse más en las nubes cuando dentro de todos, se fijó en él, su autoestima jamas habia sido la mas alta, durante toda su vida recibio burlas por su peso, su color de piel, sus rasgos, lo que habia implantado en el la inseguridad. Estuvieron juntos por casi un año y con el tuvo su primer todo, su primer beso, su primera cita, su primera vez y su primera decepción. Joaquín nunca le fue fiel y Hernán lo descubrió por si mismo una mañana cuando lo  vio besarse con otro en la puerta del edificio donde el chico vivía. Luego de eso, las historias de todos los chicos con los que lo había engañado no pararon de llegar.

Casi tres años después, conoció a Benjamín, era estudiante de derecho y estuvieron casi dos años juntos, que si ahora Hernán recordaba parecían una década. Benjamín era controlador, opinaba respecto a todo lo que Hernán hacia con la excusa de buscar lo mejor para el sin embargo no perdía oportunidad de insegurisarlo, asistía a todas sus funciones pero cada vez que lo hacía parecía más uno de esos críticos de espectáculos que un novio apoyador, en todo el tiempo que estuvieron juntos Hernán no recordaba que le hubiese dicho un halago sin estar seguido de una "sugerencia" para mejorar, al menos no desde que se habían vuelto oficiales. Todo terminó cuando Benjamín lo hizo elegir entre una beca en el extranjero y él, Hernán había llorado y había estado a punto de arrepentirse y pedirle perdón, pero Nicole lo habia hecho entrar en razón y prácticamente le había abrochado el cinturón en el avión para evitar que hiciera una estupidez. Actualmente se lo agradecía. 

Esa misma noche Nicole lo pasaría a buscar para ir a celebrar la llegada de unas amigas que habian finalizado una gira por Europa, que de no ser porque Hernán las amaba y extrañaba con su vida, pasaría de la invitación y se iría a descansar.

Sin embargo ahí estaba, eran poco más de las 12 de la noche y luego de ir por unos tragos y ponerse al día con la vida de todos, se encontraban entrando a una discoteque, porque ellos eran bailarines y una celebración no estaba completa sin destruir una pista de baile.

Dejó a las chicas bailando y cuando iba camino a la barra, algo capto su atención. Alguien.

Estaba muy cerca de las luces por lo que no alcanzaba a distinguir demasiadas de sus facciones pero lo que alcanzaba a observar envuelto en ese halo de luz brillante lo hacían ver como un ángel o quizás Hernán sólo estaba ebrio y no lo había notado. Se acercó aprovechando que ese era su camino y cuando lo tuvo a una distancia prudente, donde no pareciera que estaba intentando acercase a él, el chico encontró su mirada... Y esbozó una sonrisa.

A primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora