Capítulo 4

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Al día siguiente Hernán despertó aún con la sonrisa en su rostro, era demasiado temprano sin embargo sentía que había descansado más de lo que necesitaba o quizás era sólo la ansiedad de comenzar la que él llamaba, la investigación de su vida.

Se preparó una taza de café y unas tostadas y ubicó su computador junto a ellos en la mesa para comenzar la búsqueda. En los tiempos actuales podías encontrar a cualquier persona en Internet, sobre todo si tenían la edad de Andrei.

- Andrei Hadler en Facebook - dijo para sí mismo.

" 0 resultados "

- Andrei Hadler en Twitter.

" 0 resultados "

- Andrei Hadler en Instagram, es imposible que a esa cara no le gusten las fotos y debe ser ilegal que no se muestre al mundo - continuó hablando, ya un poco desesperado, si no estaba ahí, las cosas se complicaban.

" 1 perfil "

- ¡Bingo! - el moreno se apresuró en pinchar la foto de perfil confirmando que se trataba de su Andrei, sin embargo... - cuenta privada... este chico me quiere matar...

La información que se podía  ver en su perfil tampoco era mucha, de hecho era sólo su nombre y lo que parecía ser la frase de una canción "Una vez más, volví a tropezar...". Le envió una solicitud de seguimiento y comenzó a escribir varios mensajes privados que jamás envió, no quería parecer un acosador y asustarlo, después de todo habían pasado sólo pocas horas desde que el chico le había dicho que lo encontrara, lo más adecuado sería esperar a que aceptara su solicitud y ahí hablarle.

Se fue a la Academia con un nuevo ánimo y en cuanto llegó se encontró de frente con Cristián, Hernán lo saludó demostrando su educación y cómo las palabras que el bailarín le había dedicado antes de dejar su departamento no habían logrado hacer mella en él, sin embargo él no respondió de la misma manera prefiriendo ignorarlo y siguiendo su camino. Hernán contuvo una risa mientras se dirigía a su salón de clases para encontrarse con Nicole, quien había alcanzado a presenciar el encuentro.

- Si las miradas mataran amigo... - le dijo riendo.

- La cagó... no entiendo por qué se ofende tanto, no le dije nada que fuera mentira, además ahora si que tiene libertad para salir de conquista cuando quiera, debería estar feliz.

- Igual quedó picado, parece que nunca lo habían terminado en la vida, la Jazz me dijo que anda diciendo que él terminó contigo porque tú no eras el hombre que él pensaba, aunque obvio nadie le cree, si saben que es un picaflor.

- Que cara de raja... ayer me dijo lo mismo, que yo no era lo que él pensaba y trató de atacarme diciendo que yo no era material para comprometerse... le gusta a él no mas.

- Con cada palabra que sale de tu boca lo detesto más, ¿le dijiste que habías estado con alguien más?, por favor dime que lo hiciste, para que se deje de creer la última chupá del mate...

- Se dio cuenta solo cuando me vió el tremendo chupón, yo planeaba terminar super civilizadamente y ojalá mantener la buena onda que teníamos antes de todo esto, pero él se puso dramático y se empezó a victimizar, así que me enojé y lo mandé a la mierda.

- Qué patudo... 

- Puede que le haya dicho que era malo en la cama también...

- Eso explica su actitud, definitivamente su ego no estaba preparado para escuchar eso - le respondió con una risa burlona.

- Ya no importa, reconozco que a pesar de todo me dolieron sus palabras, pero si algo he aprendido de las joyitas que he tenido como pololos, es que no me voy a morir por culpa de ellos, además tengo mejores asuntos de los que preocuparme.

A primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora