- Espera Andrei, yo... - Hernán se puso de pie haciendo que Andrei se detuviera a medio camino y caminó en su dirección, el castaño lo miraba triste y avergonzado, y tenía los ojos enrojecidos de lágrimas derramadas y contenidas, el moreno sintió que se quebró por dentro al verlo así por todo lo que Andrei le había contado y por haber colaborado a hacer que se sintiera de ese modo.
Acortó el espacio entre ellos tomando a Andrei desde el rostro y cerró sus labios sobre los de él, el castaño dejó salir un sollozo respondiendo el beso y acercando a Hernán por la cintura, sentía como sus lágrimas caían libres por sus mejillas mojando el rostro del moreno a su paso mientras la boca de este se movía en sincronía con la suya. Hernán le secó las lágrimas con sus pulgares y se separó de su boca para afirmar su frente a la de Andrei, el castaño respiraba agitado por el llanto y apretaba sus manos con fuerza en los costados de la cintura contraria, temiendo que Hernán se volviera a alejar. Pero el moreno no quería hacerlo.
Seguía asustado de todo lo que Andrei le hacía sentir y del peligro al que estaba exponiendo su corazón, seguía escuchando esa vocecita en su cabeza diciendo que lo que el deseaba nunca sería real, pero también escuchaba su corazón latiendo tan fuerte cada vez que estaba con Andrei que hacía que esa voz se escuchara más lejana. Hernán lo entendía ahora, Andrei era su cura, el único que era capaz de sanar su mente para que pudiese seguir lo que deseaba su corazón.
- No tengo nada que pensar, te creo Andrei... - le dijo - y por nada en el mundo quiero dejar de verte...
- Tampoco yo... - le respondió sin poder dejar de llorar, Hernán lo besó en el rostro recogiendo sus lágrimas con sus labios para luego encerrarlo en un abrazo protector dejando a Andrei llorar contra su pecho por unos minutos - tuve tanto miedo, pensé que lo había arruinado todo...
- No has arruinado nada... lo siento bebé, de verdad lo siento...
- ¿Por qué? - Andrei salió de su escondite para mirar a Hernán a los ojos, el moreno acunó su rostro observándolo con ternura, sus ojos se veían tan pequeños por el llanto y mucho más claros de lo normal - no... fui yo...
- Debí escucharte, Andrei, no salir corriendo como un cobarde... odio haberte hecho sentir así, odio que estés llorando ahora...
- Está bien... yo lo entiendo...
- No... no está bien... no es la manera de reaccionar, no soy un cabro chico y tú tampoco te mereces eso - Hernán respiró pesadamente, Andrei había expuesto ante él sus sentimientos más íntimos y no podía dejarlo creyendo que estaba bien que aceptara ese tipo de cosas, así como Andrei era lo que él necesitaba para superar sus inseguridades, él quería ser quien le mostrara cuanto valía - es sólo que... también tengo mi historial de corazones rotos y me asusté... me asusté mucho porque... porqu-
- Estoy enamorado de ti - lo interrumpió Andrei haciendo a Hernán abrir los ojos con sorpresa, el castaño lo miró con ternura y completa sinceridad, haciendo que sus ojos picaran por las lágrimas agolpándose en ellos - no sé hace cuanto, probablemente desde la primera vez que estuve aquí, pero anoche, mientras te esperaba y no llegaste me di cuenta... - Hernán dejó salir un sollozo al escucharlo y Andrei tomó sus manos que aún sostenían su rostro entre las suyas - siempre he sentido que quizás no soy suficiente, por eso nadie ha logrado quererme como soy, que hay algo mal en mi por eso siempre me piden más pero contigo... contigo no me siento así, desde el primer momento, nunca me haz hecho sentir así... Hernán, estoy enamorado de ti...
- También estoy enamorado de ti... - le respondió comenzando a llorar también- desde la primera vez que te vi, estoy tan enamorado de ti...
Andrei esbozó una sonrisa y tomó la boca de Hernán con desesperación, ambos eran un desastre de lágrimas, labios y dientes, respirando con dificultad pero sin intención de dejar ir al otro. El moreno elevó por los muslos a Andrei y lo sentó sobre la barra de la cocina ubicándose entre sus piernas mientras el castaño lo abrazaba desde el cuello y enganchaba sus talones en los muslos de Hernán impidiendo que se alejara. Ninguno quería abandonar la boca del otro pero luego de unos minutos el aire se hizo necesario, Hernán escondió su rostro en el cuello de Andrei aspirando su aroma que había extrañado tanto, a pesar de tenerlo impregnado en su cama y en sus ropas. Se mantuvieron así, sosteniéndose y calmando sus sollozos por un tiempo indeterminado pero necesario, encerrándose en esa burbuja de paz que ambos creaban y tanto necesitaban.
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A primera vista
FanfikceHernán no hacía esas cosas por qué a él no le pasaban esas cosas, al menos no le pasaban antes de conocer a Andrei. Hernán es bailarín, es soñador y muy emocional, el amor no lo ha tratado bien, pero tiene fe de que encontrará a su príncipe azul. An...