La Llamada

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Pasaron los meses mientras me recuperaba y analizaba toda la información. Lee Harvey Oswald. Kennedy. Kentucky Fried Chicken. Todo eso daba vueltas en mi cabeza desde que despertaba hasta que dormía.

Me había recuperado completamente ya, y sólo debía llamar a Babo para decirle que estaba lista. Lo llamé, pero no contestó así que le dejé un mensaje en WhatsApp diciendo que lo vería en la parte trasera del table. Una vez ahí; no había nadie.

Esperé durante mucho tiempo. Un tiempo que se sintió eterno, y Babo no aparecía por ningún lado. Pensé en irme ya para comenzar con mi misión, pero quería despedirme de él.
Entonces, lo vi. Venía caminando hacia a mí entre unas cuántas personas. Su cara parecía triste, iba a llamarlo cuando de detrás de todos ellos se acercó a toda prisa un hombre completamente de negro, con gafas de sol y una gorra también negra de la que asomaban mechones de cabello rubio con algunas canas. Se postró justo frente al Babo. Creí que sería algún admirador, pero lo que hizo fue sacar un cuchillo de caza de acero oscuro y apuñalar a Babo no una, sino diez veces. Al menos esas fueron todas las que pude contar.

-NO

Grité horrorizada y di la vuelta rápidamente hacia donde estaban las escaleras hacia el pasado. Tuve la sensación de que iría por mí, que su objetivo era truncar los objetivos de Babo y la agencia para salvar a Kennedy, así que entré lo más rápido que pude al pasaje temporal, rezando porque no hubiera visto lo que había hecho.

Cuando abrí los ojos estaba en el mismo lugar, pero año distinto. El pasado. La misma fecha de la vez pasada según los periódicos.

Esta vez el shock del viaje en el tiempo no me afectó. El asesinato de Babo me dejó impactada.

Entonces caí en cuenta que si podía salvar al presidente, también podría con Babo.

Comprendí que debido a mi viaje nada había cambiado hasta que no sucediera con el tiempo. A pesar de eso, la cara moribunda de Babo, su sangre y el horror de las personas que vieron la escena jamás abandonarían mis recuerdos. Si algo cambió, fue mi salud mental.

Un leve nomás (El Babo y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora