Capitulo 8

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No entiendo a Matt, no entiendo a los hombres en general, son seres tan extraños, pero Matt lo es aún más; es bueno, tierno, familiar, protector, pero a la vez es impulsivo y pelea mucho, le encantan las chicas huecas y cambia de pareja como de ropa interior, todo esto según Anabel. Pero nada de esto importa cuando sumas lo malo y lo bueno, siendo el resultado algo bueno, nadie es perfecto. Una persona como Matt no merece a alguien como Alison o alguien como Emely; no digo que necesita una gorda como yo (Claro que no) pero alguien que valga más la pena y no le importe tanto lo superficial. Su familia no parece personas que le importe lo superficial, a pesar de que todos son perfectos de una manera distinta.

Me sobresalto cuando escucho un sonido en el balcón de mi cuarto y tomo lo primero que hay cerca de mi mano.

Oh wao un perfume, seguro que me defenderé muy bien con esto, aunque en realidad se lo podría rosear en la cara a quien sea que este ahí afuera y dejarlo ciego temporalmente. Cuando me acerco antes de dar un grito veo la cara de Matt pegada a la puerta de cristal del balcón.

- ¡Que susto me diste! - le digo abriendo la puerta- ¿Qué haces aquí? - le pregunto sorprendida

- ¿Qué es eso que tienes en la mano? - dice entrando en la habitación

-Perfume

- ¿Te pones perfume para dormir o con esto se supone que te ibas a defender de mí? - se ríe

-No es gracioso Matt, es tarde ¿Qué se supone que haces aquí?

-Esa es la fragancia a la que siempre hueles- la toma y la mira-. Me gusta como hueles

Me sonrojo. Así que desde está noche ese será mi perfume favorito

-Matt, no puedo entrar hombres a mi habitación y menos de noche

-Así que esta es tu habitación, me la imaginaba de esta manera, se parece a ti- mira alrededor

-Gracias- me siento en mi cama

Matt mira cada espacio de mi habitación en silencio, se detiene en un librero y toma un libro

- ¿El principito? Amo este libro- me dice

-Yo apenas lo recuerdo

-No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos- me dice acercándose a mi

- ¿Qué? - le pregunto

- Es un fragmento del libro. Cuando era pequeño Ana y yo hacíamos que mi madre lo leyera cada noche- se sienta a mi lado-. Me se muchísimos fragmentos de memoria, me lo se casi de memoria.

- ¿Es tu libro favorito? – le pregunto

-Por lo menos el mío, Ana se va más por el romanticismo, ya sabes, Romeo y Julieta. Y todas esas cursilerías.

-No te imagino leyendo romanticismo

-Pues déjame decirte que lo he hecho– me empuja en el hombro

-Cítame algo de Romeo y Julieta- lo reto

-No recuerdo nada

-Quizás porque no lo has leído- lo empujo

-Créeme que si- empezamos a jugar empujándonos hasta que caemos en la cama

- ¿Qué haces aquí Matt? - estamos uno del lado del otro mirando hacia el techo

-La noche fue un desastre, lo siento tanto- se disculpa

-No

-Claro que sí, se supone que te debía una y que íbamos a salir tú y yo a comer algo como amigos, pero luego tú hermana se pegó a mí como garrapata y no paro de hablar y hablar la cena completa. Mierda, no se parece a ti para nada y eso de que son muy unidas ni ella misma se lo cree, aprovecha cada oportunidad que tiene para sacar sus garras y tú no le dices nada, no te defiendes.

Mi Vida Plus SizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora