[ ¿familia? ]

[ capitulo uno ]

quiet when I'm coming home and I'm on my own, I could lie, say I like it like that.

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[ Camila ]

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《 cargando... 》

la joven morocha tomó sus medianamente largas hebras, para sujetarlas en una pequeña coleta gracias a una liga que tenía enganchada en su muñeca.

tomo sus dos valijas con sus manos un poco sudadas a causa de los nervios, ¿cómo sería vivir allí? espero que valga la pena, tuvo que insistirles demasiado a sus padres para que la dejaran, aunque ya casi tendría dieciocho, la seguían tratando como una bebé.

arrastro las dos pesadas valijas hacia la puerta de la casa, esta tenía pequeños escalones, siendo un obstáculo para que pueda pasar sus maletas, se los ideó para no hacerle daño ni a sus valijas, ni a los escalones, teniendo que cargar con sus maletas y haciéndole daño en la espalda que después, le daría más dolor.

llevo su mano a su bolsillo trasero del pantalón, sacando de allí una llave con decorativos un poco raros, y adentro aquella llave en la cerradura, cuestionando si abrir la puerta o no.

sin dudar más, abrió la puerta fuertemente, encontrándose la casa totalmente desolada, ni una pizca de evidencia de que alguien había entrado allí se vio a la vista.

dejo escapar de sus carnosos labios un suspiro de frustración, las chicas todavía no habían llegado, como siempre, no había un día donde las muchachas que tenía de amigas llegaran tarde.

su cerebro quedó recalculando un momento, si llegó primero, podía elegir la mejor habitación para ella, hizo un pequeño baile de victoria para después correr hacia el piso de arriba, donde se supo e que estaban las habitaciones.

se instaló en la primera que le fue de su agrado, sin siquiera fijarse en las que le faltaron revisar.

su habitación era de tonos blancos y gris claro, logrando encantarla ni bien la vio, está disponía de una cama de dos plazas, con su juego de sábanas blanco, algunos almohadones se esparcían por la cama, haciéndole tener un toque vintage.

disponía de un gran balcon, donde tenía una pequeña mesa y dos sillas.

llena de euforia, se dejó caer sobre la cama como una pluma, dándose cuenta de lo cómoda y suave que era esta, tanto, que solo posicionó su cuerpo correctamente, que cayó dormida.

( nDEAHHHH )