Un Camino Arriesgado.(BanKag)

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Capítulo número CINCO
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Permanezco sentada al lado de la cabaña que emos encontrado, ya son tres míseros días desde que le hirieron. Y aún así ahy esta, entrenando con una espada de tamaño normal; cansada de insistirle que me enseñe a manejar armas él se negó. Aún mantengo mi hermoso kimono rasgado no me incomoda es más; es mucho más cómodo y flexible para correr, las heridas de Bankotsu aún son muy frescas y pueden abrirse en cualquier momento.

-Bankotsu... enseñame-ordene tomando una espada, el se endereza mirándome con reproche.

-te dije que esto no es para ti-frunzo el ceño, me acercó a paso lento a él rápidamente poniendo la espada en su cuello-ooh-se le escapó sorprendido.

-sea o no para mi... quiero ayudarte, ¿como crees que me ciento al verte herido y casi muerto por mi culpa? Te quiero demasiado, yo también puedo salvarte... ¡¡quiero protegerte!!-el dolor en mi voz y mis ojos llorosos Le demostraban mi gran sinceridad.

-Kagome..-elevó su mano colocándola en mi mejilla, su cálida mano me daba fuerza y una emoción extraña en mi interior.

-no... en serio, déjame protegerte-cierro los ojos, en ese momento el sonido del metal contra metal y mi espada sentir moverse. Abro los ojos sorprendida, el tacto con ban desapareció y le veo empuñando su espada contra la mía.

-primero muestrame... ¡que es lo que tienes!-rápidamente dio precios en su espada empujandome para atrás.

Un pequeño encuentro se empezó a formar, espada contra espada; hago lo mejor que puedo. Mantengo las piernas abiertas tomando posición y levemente mis rodillas freccionadas, manteniamos una lucha tranquila. En varias ovaciones Bankotsu detiene su espada antes de que toque mi carne, dándome a entender cada uno de mis errores, Desventajas y debilidades.

-ya serias pedacitos-murmuró alejándose de mi, caminando a la maldita cabaña me dejó sola y sin aliento bajo la fría noche.

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Reaccionó rápido alejando su espada de mi pierna, contra atacó apuntando a su pecho donde él  me detuvo, de igual modo sI no lo detenía yo lo haría. Atacó a su pierna logrando que la bloquee rápidamente pateo su estómago tumbandolo en el suelo pata dejar el fijo de mi espada sobre su cuello.

-me rindo-mencionó algo rápido, ambos con las respiraciones agitadas dejamos las espadas de lado.

-eres lento-mencioné, Bankotsu se retiró la parte superior de su traje, mis mejillas se sintieron algo caliente por alguna razón.-idiota... ten algo de moral-el se volteó con una de sus grandes sonrisas tan grandes y relucientes, pueden ver en su pecho y su abdomen las heridas que dejaron cicatrices en su piel.

-eres una gran guerrera... y ya no estas inspirada por el odio y rencor-me volvió a dar las espalda, rápidamente tomó mi espada y la blado contra el haciendo que choque con la suya.-no entiendo porque quieres protegerme, soy un asesino y criminal...-otra lucha con la espada, mis ataques eran rápido haciendo que el se mueva demasiado.

Le ataque una y otra vez, golpeó con mi puño su abdomen y con mi pierna le realizó una traba provocando que caiga. Me senté sobre su pecho sujetando con mis piernas sus brazos, no me importa mi falda corta pero de igual modo preciono mi espada sobre su cuello, acercó mi rostro al suyo y susurro.

-sólo no eres comprendido-dije guardando la espada con la cual preciono su cuello.-además... me gusta estar contigo.-volví a susurrar.

Pude notar su morena cara de ojos azules con un tierno carmesí, me gusta cuando se sonroja.

Continuara