—Pero cariño, pensé que podrías hoy, han sido semanas sin verte.
—Lo sé, amor, pero mi avión apenas acaba de aterrizar en París, y no sabes el dolor de cabeza que me cargo.
Marinette soltó un suspiro frustrado, otra vez pasó lo mismo.
—Entiendo, Adrien...
—¿Te parece si mañana paso por ti en cuánto despierte? Te llevaré al restaurante más costoso, el que mi princesa elija.
—Sabes que no hace falta, solo quiero verte.
—Y eso harás, corazón, por cierto, ¿obtuviste el sueldo que querías?
Calló durante un momento, con eso su novio obtuvo la respuesta sin que siquiera se la dijera.
—¿Sabes? Puedo hablar con mi padre si lo necesitas, estoy para ayudarte.
—No, no quiero que hagas eso, si lo tendré será por mi esfuerzo, verás que lo obtendré.
—Esa es mi chica— se pudo escuchar una voz chillona detrás de la llamada, notó como su novio tapó el micrófono del celular durante unos segundos —Marinette, necesito irme, al parecer Nathalie decidió venir al aeropuerto a recogerme.
—Pero qué extraño, su voz no suena así...
—¡Hasta mañana amor, te veo temprano!
Y entonces Adrien colgó la llamada, mientras ella se ponía una almohada sobre su cara así ahogando un grito de enojo, quería ver a su novio ya, ahora, pero como siempre, no se podía, él siempre tenía trabajo, viajes, cenas con famosas y preciosas modelos, a su lado, ella se sentía una fracasada, no entendía el por qué Agreste salía con alguien como ella, pero llevaban dos años de relación, así que al menos sabía que la quería.
A veces se daba cuenta que su novio mentía, pero vamos, son adultos, desconfiar por celos es algo de adolescentes, confiaba en él y él en ella.
Aún así, no quitaba el coraje que aún tenía por haber cancelado la cita que tenían esa noche, así que se levantó de su cama, y se quitó aquél vestido rojo que se había puesto para aquella cita que esa noche no iba a pasar, poniéndose solo una camiseta larga, que dejaba ver un poco su ropa interior, qué más daba, ya se iba a acostar, pero antes saldría a tomar algo de aire a su balcón, para ese entonces, Tikki ya estaba dormida, así que tendría tiempo para sí sola.
Salió a su balcón, ya no se veía a nadie andando por las calles, así que se recargó en el barandal que adornaba, viendo con cierta tristeza a la luna, extrañaba a Adrien a pesar de estar enojada.
—¿Qué te tiene tan triste?
Cuestionó una imponente voz desde una esquina, escondido entre las sombras, lo cuál de inmediato sobresalto a la joven, la cuál por primera instancia, tomó una escoba que estaba ahí, amenazando a la figura misteriosa con el palo de esta.
—¡Ni te atrevas a dar un paso! Dime quién eres, ¡o usaré el palo!
Y él rió, una risa que erizó la piel de la azabache.
Dio un paso hacia la luz, dejando poco a poco ver quién era, una figura bastante conocida, pero sobretodo, conocida por ella.
—Hawk Moth.
Lo que debió sonar como pregunta, sonó como afirmación, lo miró boquiabierta, ¿en serio era él? ¿O Volpina había vuelto? ¿Qué rayos quería?
—Parece que me conoces, eso me alegra, Marinette.
—¡No te acerques a mi! Estoy segura que Chat Noir y Ladybug no tardan en llegar.
Eso era un problema, ¿cómo iba a transformarse si él estaba presente? ¿Y si es que descubrió quien era? No, eso no podía ser posible, debía mantener la calma y no bajar la guardia.
—No pienso dañarte, mi querida, no causaré ningún akuma, no vine por mal.
Marinette lo observaba estupefacta, no podía creer en sus palabras, no podía haber ni una pizca de bondad en él... No, eso no era cierto, si algo aprendió como Ladybug, es que siempre hay algo bueno en las personas, solo tenía que encontrarlo, y ella quizá podía darle una oportunidad, después de todo, ¿qué daño podía causarle? Es la heroína más fuerte de todo París.
—Primero responderás mis preguntas. ¿Cómo me conoces y de dónde? ¿Qué haces aquí y... Por qué te diriges a mi de esa forma?
—Responderé todas tus cuestiones, querida. Es fácil conocerte, tienes un gran trabajo con Agreste, tus diseños son simplemente exquisitos.
No podía ser posible, por fin alguien daba méritos a su trabajo.
—...estoy aquí porque sé que eres más de lo que cualquiera piensa, y quiero conocerte, Marinette. Responderé tu última pregunta solo si me permites acercarme.
Dudó durante un segundo, antes de bajar el palo lentamente y asentir, así el hombre, que con cada paso más cerca podía notar que era muy alto, se acercaba cada vez más a ella hasta estar frente a frente. El de traje morado colocó su mano sobre la mejilla de la mujer, fijando su mirada en sus pendientes, cosa que ella no notó.
—Me pareces una señorita encantadora.
Quitó su mano tan rápido como la puso, dejando a Marinette con un sonrojo en su rostro, ¿por qué estaba sonrojada? ¿y cómo es que no sabía que decir?
Una maceta cayó detrás de ellos, haciendo que Marinette volteará a ver que sucedió, agachándose para recoger la maceta que ahora estaba rota.
—Qué extraño, no sé por qué sucedió... ¿Hawk Moth?
Se había ido.
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Criminal [Gabrinette] #PGP2019
Fiksi PenggemarÉl se encuentra en mi balcón cada noche. Permanece ante las sombras escondido y destrozado. Un frío corazón únicamente capaz de causar daño fue derretido solo por mi. Y está mal, lo tengo tan cerca, tan fácil de atraparlo y cumplir mi labor como Lad...