Promesas que, han sido archivadas en el fondo de un recuerdo, ya que solo forman parte de la historia de lo que un día fue nuestra vida.
La noche sigue siendo hermosa, llena de estrellas y con la luna iluminada pero, a mí me faltas tú, y no ésta ausencia mezclada con la indiferencia que ahora es lo único que permanece en el que solía ser tu lugar en mi vida.
Tanto tiempo invertido en derrumbar mis barreras, en desnudar mi alma y abrir el cofre de mis peores miedos, en destruir mi mundo por completo y entrar en mi vida moviendo cada uno de los cimientos de toda la construcción para, finalmente, incendiar absolutamente todo con la indiferencia que culmino en nuestro adiós.
En la televisión se muestra una persona que observa tras la ventana de un automóvil mientras va en movimiento, sin embargo, se encuentra luchando sus batallas en su propio mundo. Ahora sé que no es solo ficción. Escuché cada latido de mi corazón, sentía mi parpadear. los diferentes paisajes se asomaban en el transcurso del camino y eran tan indiferentes e insignificantes que ni siquiera me inspiraban para sentir algo.
Me sentí en un mundo donde todo se volvió blanco - negro, silencioso y sin valor. Un mundo que me asecho con paciencia, cautela y en silencio. Luché por no permanecer ahí, por aferrarme a tu calidez, protección, amor, momentos que me aferraran al mundo real, hasta aquel día donde te dije adiós, porque seamos honestos: ¿Qué derecho tengo yo? Para arrastrarte a este mundo tan deprimente y carente de vida donde solo se resumía a un abismo formado por soledad, tristeza, obscuridad, dolor, pesimismo, miedos, temores, pasado, presente y futuro lleno de inseguridades; Todo eso es, por muy resumido, lo que alberga ese pasaje en mi vida, esos días de inconsciencia y dolor asfixiante.
Enfrentar todo esto, aceptar que ya no era la misma, que alguien se estaba adentrando en mi corazón, adueñándose del amor que tanto protegí jurando que jamas volvería a entregar fue un golpe muy fuerte, sien embargo, mi estabilidad se difumino al agregar tu ausencia.
Alcohol, nicotina y días sin alimento fueron las pobres armas que elegí para iniciar mi batalla.
Estos ojos derramaron tantas lagrimas que, en un tiempo determinado, se negaron a seguir brotando. Mi mente quedó en el espacio, mi percepción del tiempo junto a la razón prefirieron ocultarse y la realidad simplemente se marchó sin decir adiós. Fue así como llegue a la estación de tren llamada "depresión".
Ahora te extraño, pero ya no puedo permitirme volver a esa estación que no me asegura mi boleto de vuelta. Ahora solo quiero mi mundo de colores, pincelado por los sueños, enmarcado por las metas y reinado por un fuerte y loco corazón.
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Pasajes de una vida sin inicio o fin
RastgeleEstos ojos derramaron tantas lágrimas que, en determinado tiempo, se negaron a seguir brotando. Mi mente quedo en el espacio, mi percepción de tiempo renuncio, la razón prefirió esconderse y la realidad simplemente se marchó sin decir adiós. Fue así...