Compartiendo el Mundo (Draco Malfoy)

Capitulo diecisiete: La primera prueba.

(Noticia algo importante al final del capítulo, por si les interesa)

Me desperté somnolienta. Volví a la cama a las una de la mañana, con lo cual era tarde. Lave mi cara mas de dos veces y me puse las prendas. Faltaban un día para la primera prueba. Baje las escaleras que me llevaba a la donde estaban todos los de mi casa. Hermione se acerco a mi apresuradamente.

—Necesito que le des esto a Harry. Tengo que ir urgente a la biblioteca por algo —dijo dándome los libros rápidamente—. Te veo en las gradas... —vi como se marchaba.

—¿Pero... esto que es? —di vuelta los libros y eran sobre los dragones—. Parece que ya sabe de que se trata la primera prueba.

Seguí caminando mirando el contenido de los libros hasta que en un momento, levante mis ojos y estaba yendo hacia mi. El tenia la cabeza baja y las manos en los bolsillos.

—¡Harry! —lo llame gritando y me acerque—. Hermione me ha dado esto, ¿le has dicho sobre lo que vimos ayer?

—Si, y cuando le dije corrió hacia la biblioteca —agarró uno de los libros—. Ven, vamos afuera para que nadie lo sepa —me agarro de la mano y trotamos hacia el lago.

—Estamos muy alejados, ¿no crees? —le pregunte cuando llegamos al lugar.

—Eso es lo que tu piensas pero no quiero que escuchen —hizo una pausa.

—Dame el libro —extendí mi mano y lo coloco sobre el—. Aquí dice... «Embrujos para cortarles las uñas... Cómo curar la podredumbre de las escamas...» Esto no nos sirve.

—«Es extremadamente difícil matar a un dragón debido a la antigua magia que imbuye su gruesa piel, que nada excepto los encantamientos más fuertes puede penetrar...» —leyó Harry—. ¡Pero Sirius dijo que había uno sencillo que valdría!

—¿Le has preguntado? ¡Harry! Pudo ser peligroso, ¿mira si un alumno lo ha leído?

—No mediante una carta... hablamos por el fuego —dude por unos segundos.

—Mejor no preguntaré como es eso. Pero el punto es que no hay nada, no se como harás.

—Busquemos pues en los libros de encantamientos sencillos... —dijo Harry.

Volvimos la castillo para ir a la biblioteca e buscar mas libros, ya que los que teníamos no servían de mucho. Al entrar vi a Hermione, que estaba alejada de la mesa central. Mientras que Harry buscaba libros, me sentaba al lado de ella.

—¡Ah! Hola Anastasia, ¿has encontrado algo? —pregunto cerrando su libro.

—Nada... no sirve de mucho.

—¿Y Harry? —pregunto buscándolo con la mirada.

—Fue a buscar mas libros... ¿sabes algún encantamiento o algo...?

—Si esos libros no te han servido, seguro que los que te diré, no servirán —siguió mirando su libro hasta que miro hacia la entrada—. ¡Oh, no!, aquí vuelve. ¿Por qué no puede leer en su barquito? Vamos, Anastasia, volvamos a la sala común... El club de fans llegará dentro de un momento y no pararán de cotorrear...

—Pero... falta Harry, el no sabrá donde vamos a estar.

—Avisale, yo iré yendo a la sala ¿vale? —asenti con la cabeza, busque a mi amigo que tenia un par de libros en su mano.

—Oye, Harry. Nos esta esperando Hermione en la sala común. ¿Vamos?

—Claro, seguro que estos libros servirán.

Al día siguiente parecía mas nervioso Harry, mas de lo común cuando se enfrenta a una situación de vida o muerte.

Cuando terminamos de desayunar, nos tocaba Herbología.